¡Oh! Capitán - Lulaw / Lawlu

VI

Conocía la canción. Fue su refugio por meses cuando Katakuri lo abandono y cuando llegó a odios de Nami, se volvió la canción favorita de ella, haciendo que tal canción se volviera adictiva para él.

Ya no pensaba en Katakuri cuando la escuchaba, solo en sus amigos y el aire golpeando su rostro mientras el techo del convertible de Sanji estaba abierto.

El rubio es un buen conductor y algunas veces subían a su auto y manejaban a tal velocidad que lograba algunas maniobras al volante.

Esa noche, Sanji creyó que eso aumentaría el ánimo de su amigo, por lo que compraron cervezas, bebidas sin alcohol, frituras y demás; no conduciría sin rumbo, irían a su lugar favorito.

Luffy está de copiloto, riendo y emocionándose ante la habilidad de Sanji, mientras Zoro, Usopp y Nami están atrás, levemente ebrios.

—Never had you run so far but you really gotta get away / Nunca habías corrido tan lejos pero realmente tienes que escapar —cantó Nami a todo pulmón, siendo seguida por Usopp.

Sanji subió el volumen y golpeó el volante emocionado.

—You know it in the nighttime running to it / Lo sabes en la noche corriendo hacía él —canto Sanji.

—Caught a rising star but then you let it drop into / Atrapaste a una estrella en ascenso y la dejaste caer —Ahora Zoro y Usopp

—The ocean now the water's running through it / El océano ahora el agua corre tras él —Y Luffy junto a Nami.

Doused de Diiv, la canción con la que iniciaban siempre que tenían este plan, porque Nami siempre controla la lista de reproducción y siempre iría su favorita primero y se repetiría cuántas veces quisiera.

Todos ya se sabían la canción de memoria y también les gustaba.

Por qué creen que la letra los acompaño en algún momento de su vida y ahora es música para los oídos de este grupo de amigos.

Adiós recuerdos. Adiós tristeza. Solo ellos y aquella canción.

Después de mas canciones y más kilómetros adelante, aparcaron cerca de aquel barranco, bajando a pie lentamente entre risas y chistes, hasta llegar cerca del pequeño lago y sentarse en el césped.

—No puede ser ¿Ya están borrachos? —pregunto Sanji.

—Cállate cejillas —protesto Zoro.

—¡Quiero otra cerveza! —grito Nami.

—¡Yo igual! —y Usopp.

Luffy negó entre risas, sentándose junto al lago tranquilo que sería molestado nuevamente por sus risas y conversaciones tontas. Sanji se sentó a su lado, dejando atrás al resto, quienes discutían con Nami por el control de la bocina y que canción iría a continuación.

—Toma —le ofreció una soda.

—Gracias.

—¿En qué piensas, Lu?

Observo su lata de soda y suspiro. No quería sacar el tema, sabe que es algo difícil para Sanji —aún si han pasado ya un par de años—, pero necesita hablarlo con alguien y quién mejor que el rubio.

—Pensaba en mi padre...

—Creí que pensabas en Katakuri.

—No, lo que hizo ya no me importa.

—Te beso y le correspondiste.

Luffy bufo. Les conto todo antes de salir.

—No sé por qué lo hice.