𝐆𝐨𝐨𝐝-𝐨𝐥𝐝 𝐅𝐚𝐬𝐡𝐢𝐨𝐧𝐞𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫 𝐁𝐨𝐲 / ᴄʜᴀʀʟʏ ᴀʟʙᴇʀᴛɪ

«Stone Cold Crazy»

Valentina

Mi corazón se detuvo un momento, me sentí helada. Pensé que en cualquier momento me iba a desmayar.

- ¿Que? - Pregunté en voz baja. Charly me miraba entre preocupado y apenado.

- Los ví caminando, la piba no sé quién era. Pero sí sé que era Damián... - Suspiró y después volvió a decir. - Damián no me vió, pero la piba sí. - Explicaba un poco, pero mi cerebro no captaba todavía. Escuchaba más no ponía atención.

- ¿Y dónde estaban? - Pregunté en voz baja. Charly me miró de nuevo. Una mirada que decía que en realidad no quería contarme más detalles. Se notaba, pero yo quería saber.

- Valentina... Ellos estaban a pocas calles de acá. - Dijo, mientras yo estaba pensando en que le iba a decir a Damián cuando llegase.

Me quería ir y dejarlo acá.
Le quería reclamar.
Quería saber por qué.

- Charly, gracias por decirme. En serio. - Le sonreí, una sonrisa medio vacía, que más bien fue forzada. Charly asintió sin mucho que decir, y se movía de un lado a otro en su lugar. Se veía incluso más nervioso que yo.

- ¿Querés salir? Ya sabes, si querés llamo a los chicos y vamos a un lugar... O si querés podemos ir los dos. -

Yo negué, no me daban muchas ganas de salir hoy. Mucho menos justo ahora.

- No, Charly. Necesito pensar en todo eso... Y te agradezco, de verdad. - Suspiré, Charly me miraba un poco apenado. O tal vez así es su mirada siempre.

- Bueno, sí, sí yo entiendo. - Vaciló un poco antes de volver a decir. - Y bueno, ya sabés, le podés hablar a algunos de los chicos o a mí sí te sentís mal y eso. - Asentí, Charly me miró dudoso antes de acercarse a darme un abrazo, que agradezco porque en cualquier momento se lo iba a terminar robando yo.

Charly se despidió muy forzosamente, parecía que no se quería ir, pero entendió como me sentía y no insistió de más.

•••

- Valentina, ya llegué...- Damián había abierto la puerta y se veía más animado que de costumbre, entonces me dí cuenta que sí había estado con otra chica. Tenía una sonrisa que hace mucho no veía.

- ¿Te divertiste caminando de la mano? - Su semblante cambio a uno un poco más asustado pero a la vez confundido.

- No entiendo de que hablas. ¿Estás bien? - Me dijo, haciéndose el desentendido otra vez.

- Ah, yo sí claro. No sé la chica con la que estabas caminando. - Ahí mi enojo comenzaba a presentarse más. Sabía que yo la estaba cagando, porque mientras más insistiera menos cosas me iba a decir.

- ¿Que, no te entiendo, Valentina estás bien? - Me volvió a decir queriéndome dar un abrazo. Pero lo quité.

- No, Damián. - Él me miro, y se vio que ahí capto todo. Miró hacia abajo y suspiró un poco. Mi cabeza ya se estaba imaginando todas las posibles respuestas que obtendría de él. Pero no quería sobrepensar en eso.

- ¿Hay algo que no me estés diciendo? - Me preguntó. Y entonces me reí, una risa que obviamente era más sarcástica que otra cosa. Pero vaya cínico.

- Eso te debería preguntar yo. - Damián no quitaba su cara de que algo iba mal. Y claro, equivocado no estaba. Y entonces al ver qué él no hablaría, tuve que hablar yo.