𝐆𝐨𝐨𝐝-𝐨𝐥𝐝 𝐅𝐚𝐬𝐡𝐢𝐨𝐧𝐞𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐫 𝐁𝐨𝐲 / ᴄʜᴀʀʟʏ ᴀʟʙᴇʀᴛɪ

«Good Old Fashioned Lover Boy»

Valentina

17/01'87

Ya habían pasado más o menos dos semanas desde que Damián y yo terminamos.

Lo último que supe fue que él no formalizó nada con la chica. Eso me confundió un poquito en realidad, ¿Por qué no siguió sus movimientos si ya le había dejado el camino libre? ¿Que esperaba? ¿Que me quedara con él? No, claro que no. Él sabía que odio perder mi tiempo, cuando fácilmente lo puedo aprovechar en otra cosa, por ejemplo: trabajar con los chicos, (que por cierto, hicieron una presentación hace unos días y estuvo increíble todo), salir con amigos (ya sea los Soda u otros). O pasar tiempo a solas, que también me gusta.

Entonces para no hacerla larga, me enfoque en seguir mi vida "con normalidad". Dejé eso de lado y listo. Pero surgieron unos problemitas, especialmente con Gustavo, que a diferencia de otros días, estuvo... más encimoso por decirlo así. Más insistente en que saliéramos a algún lado, con los chicos o solo ambos.
Tratando de convencerme con los comentarios de siempre: "dale, te va a hacer bien olvidarte un rato", "solo un ratito", "si querés invitamos a Zeta y Charly", etc, etc. Pero algo que él no entendía y le costaba recibir como respuesta: "no", no se lo decía en mala onda. Pero yo necesitaba mi tiempo propio para despejarme por mi cuenta, y luego ya ahí sí tenía ganas de salir, lo hacía. Pero él nunca dejó su insistencia de lado.

Unos dos días después, los chicos y yo, después de una presentación nos fuimos a comer a insistencia de adivinen quién.

- Charly, ¿Vos sabes porque Gus anda tan raro? - Le pregunté al rubio que estaba sentado a una poca distancia de mi asiento, estaba un poquito oscuro en realidad, y eso que era temprano y tampoco teníamos mucho de haber llegado. Él se inclinó un poquito para que quedará su oído cerca de mi boca. Y así poder escucharme mejor. No había demasiado ruido, pero había mucha gente hablando y todas esas voces se escuchaban por encima de las nuestras.

- Mmmmm, no, no sé....- Se quedó pensando un momento después de que puso distancia entre nosotros, mientras jugaba con una servilleta entre sus manos. Parecía que quería decirme algo, entonces me quedé en silencio esperando que continuará. - Tengo una pequeña idea de que pueda tener...- Me dijo después de echar un largo suspiro, y cuando me vió que no  despegaba mis ojos de él. Suspiró nuevamente, y se quedó en silencio otra vez.

- ¿Vos sabes algo que yo no? - Le pregunté, y bueno, que pregunta más idiota, era obvio que él sabía algo que yo no y por eso no me decía nada. ¿Pero eso significaba que era malo?

- Es que no te quiero decir. - Respondió, todavía dudoso, se notaba en su tono de voz. - Siento que... no sé... capaz que no me crees. - Eso último fue más un susurró, o más bien lo dijo en un tono apenado. Todavía tenía sus manos ocupadas jugando con esa servilleta, doblándola y volviéndola a desdoblar, no me volteaba a ver. Eso me ponía muy nerviosa.

- ¿Por qué no habría de creerte? - Le pregunté, sorprendida por lo que suponía de mi. Para nadie es un secreto que siempre (al menos desde que lo conocí) hemos sido "unidos" aunque creo que la frase más exacta sería que agarramos confianza y una amistad muy rápido. Por lo tanto, me preocupaba más que dudará precisamente eso, como si no me conociera lo suficiente.

- Es que, Gus... Eh... Bueno, Gustavo no te lo va a decir, por lo tanto si te lo digo yo... Correré el riesgo de que no me creas. - Tartamudeó un poco, y ladeó su cabeza antes de proseguir. Ya por fin había dejado la servilleta y cruzó sus brazos pasándolos por su pecho y me miró fijamente a los ojos mientras trataba de decírmelo. - O bueno, no te lo va a decir si está sobrio.- Sonrió divertido y sonreí de vuelta.