Sistema en el Padrino

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Lorenzo salió de su lujosa oficina, con los tacones de sus zapatos pulidos haciendo clic en el suelo. Pronto vio a su amigo cercano, Adam, que estaba atendiendo a un hombre bien vestido con un aire de confianza.

Los signos reveladores identificaban al hombre como Domenico Mazza, el consigliere de la familia Barzini.

Los ojos oscuros de Domenico parpadeaban hacia él, con una sonrisa arrogante jugando en sus labios. "Bueno, bueno, parece que finalmente pongo mis ojos en el amigo de confianza de Don Corleone, Lorenzo Lupo".

La mandíbula de Lorenzo se apretó ante la audacia del hombre, pero mantuvo sus rasgos neutrales mientras se sentaba frente a Domenico. "Pensé que ya nos habíamos conocido en la boda de Connie Corleone".

Domenico fingió una mirada de remordimiento exagerado. "Ah, mis disculpas, amigo mío. Parece que mi memoria es tan antigua como mis huesos". Dijo, golpeando su sien con sus dedos adornados con anillos. "Si no recuerdo mal, nuestra estimada familia Barzini extendió una invitación para una... reunión".

Lorenzo fingió ignorancia, fingiendo encender un cigarrillo. "Perdóname, pero mi horario está tan lleno como los muelles de Brooklyn un lunes por la mañana. Me temo que los dos debemos habernos pasado por la cabeza".

Domenico se rió, su tono goteaba de sarcasmo. "Así que los dos somos tan olvidadizos como la última bebida en un bar clandestino, ¿eh?"

"Parece que sí", estuvo de acuerdo Lorenzo, soplando un chorro de humo en el aire. "Entonces, ¿por qué exactamente la familia Barzini me ha honrado con este... honor? ¿O debería preocuparme?"

La mirada de Domenico parpadeó a Adam, antes de regresar con Lorenzo. "Prefiero no discutir esto en... un territorio desconocido".

La sonrisa de Lorenzo no llegó a sus ojos mientras acogía el comportamiento arrogante de Domenico. Este hombre pensó que era intocable en su territorio.

"Muy bien", dijo Domenico, de pie y dejando caer un trozo de papel con una dirección sobre la mesa. "Encuéntrame aquí y no llegues tarde, Sr. Lupo". Paseó hacia la salida, haciendo una pausa solo para añadir: "Tienes mi palabra, no te pasará nada... siempre y cuando juegues bien tus cartas".

Adam, de pie a su lado, habló humildemente: "No confío en él, Lorenzo. Es una trampa".

Lorenzo puso una mano tranquilizadora en el hombro de su amigo. "Relájate, viejo amigo. Si la familia Barzini me quisiera muerto, podrían haber golpeado hace mucho tiempo".

Aunque Lorenzo también sintió que la suposición de Adam podría ser correcta.

En su vida pasada, había visto las películas del Padrino y conocía demasiado bien el modus operandi de Barzini. Les encantaban las emboscadas y las traiciones, al igual que su infame intento contra la vida de Don Vito Corleone.

Sin mencionar que ahora era 1945. La infame emboscada de la familia Barzini a Don Vito Corleone se estaba acercando cada vez más, según su recuerdo de la novela y las películas. Aunque no se especificó la fecha exacta de la emboscada, estaba destinada a suceder en cualquier momento entre ahora y finales de año.

Los pensamientos de Lorenzo se desviaron hacia su sistema, que había profetizado que la familia Barzini y otras pandillas pronto se moverían con su familia. Según el sistema, el ataque tendría lugar en un mes y tres semanas.

En esta línea de tiempo, el ataque a Don Corleone podría ocurrir en aproximadamente un mes y tres semanas.

***

Lorenzo echó un vistazo a la dirección que Domenico le había dado y suspiró, luego la metió en su bolsillo.

Poco después, Richard, a quien Lorenzo había convocado, entró en su oficina. "Richard, creo que eres capaz de convertirte en mi consigliere. ¿Qué te parece?"