Capítulo 8: Una Noche en el Asado

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El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte mientras Valentina y Nicolás llegaban a la casa de Pablo para el asado de ese miércoles por la noche. El aire estaba fresco, y el aroma a carne asada se mezclaba con el bullicio de las conversaciones y risas que se escuchaban desde el patio. Valentina y Nicolás se habían convertido en una presencia regular en el círculo de amigos, y su creciente cercanía no pasó desapercibida para los demás.

-¿Lista para una noche hermosa? -preguntó Nicolás con una sonrisa a Valentina mientras caminaban hacia la puerta.

-¡Obvio! -respondió Valentina, animada. -Siempre es bueno estar con amigos y disfrutar de buena comida, y más si la prepara otra persona.

Al llegar a la puerta, fueron recibidos por un grupo de amigos que ya se encontraban en la casa. Clara, que estaba cerca de la cocina, notó la llegada de Valentina y la invitó a ir con ella para ayudar con los preparativos.

-Vení Valen -dijo Clara con una sonrisa-. Con las chicas estamos en la cocina y están ansiosas por hablar con vos.

Valentina asintió y siguió a su prima hacia la cocina. Mientras tanto, Nicolás se dirigió al patio observando como Valentina era interceptada por las mujeres, cuando llegó, el grupo de amigos ya estaba reunido. El ambiente estaba lleno de risas y charlas animadas, y Nicolás se unió rápidamente a la conversación, sintiéndose cómodo entre sus amigos y compañeros.

En la cocina, Valentina fue recibida por las demás mujeres del grupo, quienes estaban ocupadas con los últimos detalles de la comida. Clara hizo las presentaciones y Valentina se acomodó en una esquina mientras las mujeres se organizaban.

Pronto, la conversación se giro en torno a Valentina y Nicolás. Las mujeres comenzaron a hacerle preguntas a Valentina con un tono juguetón, y ella se sintió un poco sorprendida pero divertida por la atención que recibía.

-Así que, Vale, ¿qué nos podes contar sobre vos y el Uru? -preguntó Fernanda, mientras servía jugo en una jarra.

Valentina rió suavemente, sintiéndose algo cohibida pero divertida.

-No hay mucho que contar -dijo Valentina-. Solo somos buenos amigos. Pasamos tiempo juntos y la pasamos lindo, pero no hay nada más que una hermosa amistad.

Las mujeres intercambiaron miradas y sonrisas cómplices.

-Eso suena como el comienzo de algo más -dijo Linda, con un guiño-. Estoy segura de que pronto será algo más que una amistad.

Valentina levantó una ceja, divertidamente sorprendida por las insinuaciones.

-Bueno che, nunca se sabe -respondió con una sonrisa-. Estoy contenta con la amistad que tenemos por ahora, y veremos si pasa algo en el futuro.

Las mujeres siguieron jodiendo y preguntando sobre los detalles de su relación, mientras Valentina trataba de mantener la conversación ligera y divertida. Aunque algunas preguntas eran un poco atrevidas, ella se sintió a gusto con la atención y disfrutó de la compañía.

Mientras tanto, en el patio, Nicolás se sentó con el grupo de amigos. La conversación giraba en torno a los próximos partidos de selecciones y los planes de vacaciones de todos.

-Así que, ¿dónde pensas ir en tus días libres? -preguntó Pablo, mientras servía un poco más de carne a la parrilla.

-Estoy pensando en ir a la playa con algunos amigos -respondió Nicolás-. Necesito un poco de descanso después de la temporada.

Algunos de los amigos compartieron sus planes de vacaciones, algunos se estaban preparando para viajar con sus respectivas selecciones, mientras que otros aprovecharían los días libres para relajarse en algún destino tranquilo junto a la familia o en compañía de su novia. La conversación estaba llena de entusiasmo y expectativas para el verano.

Valentina salió de la cocina y se unió al grupo en el patio. Nicolás la vio y le hizo una señal para que se acercara. Valentina se acomodó a su lado y se sentó en la silla que él había reservado para ella. Nicolás, con una sonrisa, tomó su mano del reposabrazos y comenzó a jugar suavemente con su mano mientras hablaba con los demás.

-Hola otra vez, Valentinita-dijo Nicolás divertido-. ¿Cómo te fue en la cocina?

Valentina se rió y le dio una mirada divertida.

-Todo bien. Las chicas me tuvieron entretenida con algunas preguntas interesantes. Parece que hay algunas teorías sobre nosotros en la cocina.

Nicolás levantó una ceja, curioso.

-¿Teorías? -preguntó-. ¿De qué hablaron?

Valentina sonrió y le contó sobre el interrogatorio amistoso que había tenido con las mujeres. Nicolás se rió, disfrutando de la historia.

-Parece que nos convirtieron en el centro de atención -dijo Nicolás-. Pero me alegra que te divierta.

Mientras conversaban, los demás observaban a Nicolás y Valentina dándose cuenta de que había una conexión especial entre ellos. Ellos, aunque estaban rodeados de amigos y de animadas conversaciones, se sentían cómodos y relajados en la compañía del otro. Nicolás seguía jugando con la mano de Valentina, y ella disfrutaba de su cercanía.

La noche avanzaba y la comida se sirvió. Todos disfrutaron de una deliciosa cena mientras seguían charlando y riendo. Nicolás y Valentina se mantuvieron cerca, intercambiando miradas y sonrisas mientras conversaban con el resto del grupo.

Después de la comida, el ambiente se volvió aún más relajado. Algunos se levantaron para charlar en un lado de la mesa, mientras que otros se acomodaron para continuar con conversaciones previas a la cena. Nicolás y Valentina se quedaron en su lugar, disfrutando de la compañía mutua y charlando tranquilamente.

A medida que la noche avanzaba, se dieron cuenta de que estaban disfrutando más de la compañía del otro. La conversación fluía con facilidad y la conexión entre ellos parecía fortalecer cada vez más.

-Me alegra que hayas venido esta noche -dijo Nicolás-. Siempre es lindo tenerte cerca.

Valentina sonrió, sintiéndose agradecida por la sinceridad de Nicolás.

-Yo también me alegro. La compañía de todos es maravillosa, y especialmente la tuya.

La noche llegó a su fin y, finalmente, los invitados comenzaron a despedirse. Nicolás y Valentina se despidieron de los demás y se dirigieron a la salida, sintiéndose satisfechos con la noche que habían compartido.

-Gracias por una noche tan agradable -dijo Valentina mientras caminaban hacia el auto.

Nicolás sonrió y le dio un suave apretón en la mano.

-De nada. Siempre es un placer pasar tiempo con vos. ¿Te gustaría hacer algo en la semana?

Valentina lo miró con una sonrisa.

-Si, mañana vemos de planear algo.

Con una última sonrisa, Nicolás la acompañó hasta la puerta. Mientras se despedían, ambos sintieron que la conexión entre ellos seguía fortaleciéndose. Aunque la noche había terminado, el futuro parecía prometedor, y ambos estaban emocionados por lo que podría venir a continuación.

La noche se cerró con un sentimiento de alegría y anticipación, sabiendo que la amistad que compartían podría estar abriéndose a algo aún más significativo.




ENTRE LUCES Y SOMBRAS || NICOLÁS FONSECADonde viven las historias. Descúbrelo ahora