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Sunghoon se quedó parado frente a la habitación de Jake. Su corazón golpeteaba fuerte contra su pecho en un intento de salirse. ¿Esto había sido su culpa? Desde que el rubio había ingresado a dirección no le dejaban verle y no obtuvo noticias sobre su estado hasta que luego del almuerzo Hanni le envió un mensaje avisándole que podía visitarlo si quería.
Pellizcó su pierna para enfocar su atención al dolor y no salir corriendo mientras se sentaba en el borde de la cama. Jake abrió apenas sus ojos cuando sintió en colchón moverse.
- Jake.-Balbuceó.-¿Cómo estás?.-Observó al mayor tallarse los ojos.-¿Fue mí c-culpa? si lo fue en serio no era mi intenci-.El rubio le interrumpió.
- Tranquilo, tienes la suerte de que no todo el mundo gira alrededor de ti y que no llevarás un peso más sobre tus hombros a la tumba.-Hizo un intentó de broma que solo causo una tierna sonrisa por parte del pelinegro.
- ¿Entonces estás bien?.-Inquirió. Sus grandes cejas estaban levemente fruncidas al igual que el casi invisible puchero en sus labios que Jake no pudo evitar mirar, parecía un niño pequeño. Tierno.
-Algo así... Supongo que acumulé muchas cosas y solo exploté de la nada. -Elevó los hombros auitándole importancia.
-Oh.
Sunghoon toco levemente la pierna de Jake y al no ver reacción negativa posó su mano sobre la pantorrilla. Extrañando el contacto.
-La enfermera dijo que tenías un ataque de ansiedad.
-Era eso ¿no?- Preguntó algo tímido, tenía miedo de intimidar al mayor.
- D-de hecho fue de pánico, creo. Pero si.. Algo así.
- ¿Y qué es?
El pelinegro abrió los ojos grande cuando vio a Jake achicarse bajo el edredón.En serio lo había arruinado, de nuevo.
-Digo-No tienes que decirme si no quieres no es que estés obligado.
Jake le miró con ojos de cachorro mientras bajaba la frazada lo suficiente como para que su cara sea visible y Sunghoon sintió tener taquicardia gracias a el hermoso panorama que le era dado. El rubio con los labios hinchados y su nariz roja-de seguramente llorar- eran otra cosa.
- N-no estoy seguro del todo, pero realmente estás fuera de la realidad.-Comenzó a relatar, moviendo tiernamente sus manos en un intento de enfatizar lo que decía.-Sentía que todo se venía abajo y no tenía de qué sostenerme, t-tenía el desayuno en la garganta y las nauseas eran tan insoportables.-Sus ojos estaban llorosos al recordar el momento y los hombros que no sabía estaban tensos se relajaron cuando el pelinegro se recostó a su lado, abrazándole y dejando dulces caricias en su cabellera.-No podía escuchar nada y tenía el pulso fijo aturdiendome. Hannie me dijo que duro menos de veinte minutos pero juro, juro que se sentía como una eternidad.-Le miró inquieto.-F-fue horrible.
