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Sunghoon sonríe cuando siente el cálido líquido recorrer su garganta.
-Señora Sim le quedó increible.-dice en éxtasis. Mientras toma otra cucharada de la sopa y le sopla rápidamente para volver a repetir la acción un par de veces más antes de pedir, algo avergonzado, otro plato más.
Cenar con la familia de Jake no era para nada como hacerlo en su casa. Los Sim eran silenciosos y no hablaban de cómo fue su día o si tenían una nueva amistad o gusto adquirido. A veces sentía lastima por Jake, ha de ser algo difícil no poder hablar y confiar en donde debería ser tu principal lugar seguro.
-¿Sunghoon oppa tiene novia?-Inquiere Hanni.
Un frijol le juega una mala jugada al pelinegro, yéndose por el conducto equivocado y atragantandolo cuando la castaña deja de decir. La madre de Jake le da leves golpes en su espalda en un intento de ayudarle.
-Vamos Sunghoon no tienes que ser tímido.-Asegura la mujer.
El mencionado revisa disimuladamente las expresiones de los otros dos hombres presentes en la mesa. El padre de Jake le mira expectante, tal vez fingiendo algún interés en la vida del niño que ha sido mejor amigo de su hijo por más de 10 años, pero es una verdadera lastima el saber que no es más que eso... un interés fingido. Por otro lado Jake sigue centrado en su comida, llevando un poco de sopa a su boca y levantando la cabeza al sentirse observado.
Sunghoon aparta la mirada rápidamente. Tal vez aparentar que no le estaba observando lo vuelva una realidad.
-O-oh, no.-ríe nervioso-no tengo novia.
Sus mejillas toman un ligero carmesí cuando termina de decir, y es que Sunghoon nunca ha sido bueno para comunicarse con las mujeres a un nivel tan intimo como ese. Por eso todos sus intentos de relación terminaban en un máximo de dos semanas y sin elaborarse algo serio.
-No se me da muy bien en eso de las chicas.-Continua.
Hanni se queda con las ganas de agregar algo más por dos simples razones, uno; si llegase a ofrecerle a Sunghoon ser su novia, su padre le prohibiría la entrada a la casa de por vida y eso significarían menos oportunidades de verle, y dos, Jake había puesto fin a la interesante conversación que estaban sosteniendo cuando se levanta con cuidado de no hacer movimientos bruscos y se dirige a la pelinegra.
-Creo que ya terminamos ¿podemos retirarnos?-Pregunta lo más educado que puede cuando siente que debe sacar a su amigo de la incomoda conversación.
Su madre asiente y Hanni lo mira un tanto recelosa de que le haya interrumpido el interrogatorio.
Jake suspira aliviado cuando tiene la puerta de su cuarto cerrada y a su mejor amigo lejos de un aprieto que sería más difícil de resolver que una disputa entre México y Estados Unidos. El pelinegro toma su celular para revisar los mensajes que ha estado ignorando lo que iba del día.
