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Era un nuevo día, mientras el despertador sonaba a un alto volumen el pelinegro se digno a levantarse para apagarlo.
Lo había retrasado cuatro veces y si no se levantaba y daba prisa llegaría tarde, de nuevo.
. . .
Llegó a su clase segundos antes de que el timbre sonase, encontrandose-como siempre- a Jake apartando el lugar junto al suyo.
Entro sonriéndole sutilmente.
- ¿Dormiste bien?.-El rubio asintió.
- ¿tú?
- Lo normal.
El profesor Kim entro por la puerta, junto con su característica cara seria. Seguramente más de uno se equivocaría y terminaría sacando menos de 5.
Suspiró e intento concentrarse en la clase, realmente quería aprobar todas las materias. El año pasado estuvo a nada de repetir curso, cosa que no sucedió gracias a que su mejor amigo había sacrificado todo su verano enseñándole sobre lo que en el año no había prestado atención.
Sintió su estomago rugir, así que luego de mirar que el profesor no tuviese sus ojos en él, abrió disimuladamente el paquete de galletas, saboreando gustosamente el sabor a chocolate mezclarse con la crema.
-Hey, ¿trajiste los legos?-Susurró Jake.
Oh mierda, lo había olvidado.
- Cierto! Los deje arriba de la mesa.-Dijo intentando no quedar tan mal.
- No los compraste, ¿verdad? -Preguntó ya conociendo la respuesta. Era su mejor amigo y sabía cuando mentía.
- No.-rió nervioso.
- Bueno, entonces mañana me traes tres.-Sunghoon lo miro alterado.-Uno por hoy, otro por mañana y otro para compensar tu error.-explicó.
- Bueno, tiene sentido.-Respondió pensandolo.
- ¡Park! ¡Sim! Dejen de hablar en clase o Irán directo a detención!.-Vaya, Kim los había sorprendido.
Jake asintió tímido, bajando la mirada intimidado por el hombre, mientas Sunghoon solo se mantuvo callado, si abría la boca seguramente empeoraría la situación.
. . .
Sunghoon llegó y lanzó su mochila al suelo sin importarle mucho si había algo frágil dentro y se tumbó en su cama. Había sido un día agotador, en clase de deporte les habían tomado resistencia y al final el profeso Kim si los mando a detención. Al menos pudo divertirse un rato más con Jake.
Se recostó boca arriba y tomó su celular, no lo había tocado en todo el día y los mensajes se habían acumulado.
