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Bangchan está realmente sorprendido cuando, luego de sólo unos minutos, ambos menores se encuentran tocando el timbre de su casa, y no es para menos, porque él sólo ha tenido tiempo de colocarse una camiseta desde que recibió su mensaje, y la casa de Jake no queda especialmente cerca de la del castaño. Así que Bangchan en serio se pregunta cómo puede ser que hayan llegado tan rápido.
Cuando abre la puerta lo entiende todo.
Sunghoon y Jake llevan ambos el pelo desordenado, sus respiraciones podrían ser comparables con las de un animal luego de alguna carrera clandestina, y el menor lleva la mochila a medio caer, la cual que es un milagro que no se haya perdido en el camino.
Bangchan entrecierra los ojos y deja un espacio para que los deportistas pasen, antes de decir.
- ¿Por qué corrieron? Todavía es temprano...
- La noche es como las madres, cuando menos te das cuenta ya se pusieron viejas.
Bangchan reprime una risa, porque sabe que, si su mamá estuviese ahora en casa seguramente le tocaría lavar el baño la semana entrante.
-El me obligó. -Termina por agregar el rubio, mientras se adentra a la casa.
Sunghoon agradece el descanso a su fatigado musculo una vez se tira de espaldas en la cama de bangchan, confiando que sigue en el mismo lugar en el cual estaba la última vez que fue.
Que por suerte así es.
-Si el niño rompe el padre paga. -Habla bangchan dirigiéndose a Jake.
Sunghoon ríe mientras se vuelve a poner de pie; listo para la acción.
-La noche es joven y hay que disfrutarla.-Dice antes de abrir el ropero del dueño de casa y vaciar la mochila que Jake trajo, dejando las prendas caer sobre la cama de Bangchan.
Luego de veinte minutos y cuando siente la cara demasiado pesada con el maquillaje que Bangchan le está aplicando, Jake se gira sobre la silla de escritorio para observarse en el espejo.
Wow.
Y se sorprende, porque realmente no recuerda la última vez que se vio tan jodidamente bien.
Las ojeras por largas horas de estudio están disimuladas con el maquillaje que su amigo le aplicó, y sus lindas pestañas se levantan hacia arriba, casi pareciendo natural.
Está sorprendido.
Y Sunghoon ni digamos.
Porque el pelinegro no sabe si su corazón late más rápido por el hecho de que en la canción que suena de fondo Cardi B empezó a rapear o porque realmente la vista es impactante.
Y no es para menos.
Jake con unos jeans ajustados y una chaqueta que le prestó Bangchan, que, aunque no va con su estilo va con su cuerpo, son de otro planeta. Cualquier orangután con dos dedos de frente sabría reconocerlo.
