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Sunghoon siempre había sido bueno en el deporte, lo suficiente para ser el capitán de el equipo de baloncesto desde el segundo año de preparatoria, sobrepasando incluso a aquellos que eran mayores a él en ese momento. Era un logro que se había propuesto desde el primer día de preparatoria y lo había logrado.
Ahora se encontraba jugando un partido importante para la preparatoria, Jake sentía la garganta arderle de tanto gritar cuando el equipo local anotaba, y no se sorprendió cuando al finalizar el juego habían ganado. Su mejor amigo era un prodigio en las tácticas y el mejor jugador, así que cuando se acercó a felicitarlo por la victoria y vio su cara de felicidad supo que cada grito había valido la pena. Las pequeñas arrugas que se formaban al finalizar sus ojos y la sonrisa con colmillos que le hacia recordar a un vampirito Sunghoon estaba feliz, y si Sunghoon estaba feliz el también lo estaría. Ese era su lema.
Se acercó sigiloso y lo abrazó por atrás, el pelinegro sintió su fragancia, al instante reconociéndolo y relajándose en sus brazos, porque así se sentían completos, juntos y en los brazos del otro.
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A Jake todavía le costaba sentirse cómodo entre tanta gente y ruido, pero decir que ver a Sunghoon riendo a carcajadas de los chistes de Heeseung mientras Wony y Jungwon terminaban correr el sillón no le agradaba sería una completa mentira.
Luego del partido todos habían ido a casa de Sunghoon, siendo descaradamente invitados por Ni-Ki, y el pelinegro no cuestiono, de todas formas era una maravilla tener a todos sus amigos juntos y festejando en su casa por la reciente victoria. Le llenaba el alma.
Todos estaban sentados en una pequeña ronda alrededor de unas cajas de pizza, un par de bebidas y un tablero de sextionary, dispuestos a jugar y pasar un buen rato.
Los equipos eran tres, Ni-Ki, wonyoung y Jay por un lado, Hee, Jungwon y Sunghoon por otro y luego Sunoo, K y Jake. Jungwon había decidido que su grupo seria el primero ya que tenían al campeón del equipo de baloncesto con ellos y eso era una especie de comodín, los demás no objetaron y así comenzó el juego.
Heeseung tiro el dado, sacando uno y cayendo en verde. saco una tarjeta. Ni-Ki encendió el temporizador y Heeseung intento averiguar si llevaba sangre de artista en sus venas. Sunghoon capto el dibujo de inmediato.
-Trasero!.-Gritó emocionado.
Heeseung se le abalanzó contento ya que había acertado a los pocos segundos, si la cosa seguía así seguro ganarían el juego, y Heeseung no tenía intenciones de perder cuando la prenda era limpiar el desastre que harían a lo largo de la noche.
El siguiente en tirar el dado y sacar carta fue K, sonrojándose cuando la palabra "penetrar" resaltaba en azul en su tarjeta, el color que le tocaba, e ilustró lo primero que le recordaba la palabra. A su lado Jake casi susurró con las mejillas rojas y algo cohibido.
