¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anteriormente...
El pecho de Sunghoon duele cuando ve la mirada de Sunoo aflojarse y su puño bajar, y es que parece que ambos se han sumergido en una burbuja de la cual él no hace parte.
No espera más y tira secamente del brazo del rubio, dirigiéndose escaleras arriba.
. . .
La expresión de Jake se puede definir en una sola palabra; confusión.
Porque no entiende la razón de Sunghoon para meterlo dentro del primer baño que encuentra, empujándole contra la pared. Y pega un pequeño salto cuando el puño de Sunghoon se estrella contra esta.
Siente el cuerpo del pelinegro invadir su espacio personal al sentir como recarga su cabeza sobre su hombro.
-Hoon...- Dice en un susurro casi inaudible.
-Mierda, mierda...
-Sunghoon.- Repite subiendo solo un poco su tono.
Y tal vez Jake se está arrepintiendo de haberle llamado, porque el pelinegro abandona su hombro para encararle. Y su corazón se altera en contra de su voluntad, porque sus respiraciones se están mezclándose, al igual que sus sentimientos.
Porque de repente ya no sabe si Sunghoon es sólo un amigo o empieza a significar algo más.
-Jake... yo- quiero besarte...
Sus pensamientos se detienen automáticamente cuando siente los labios del contrario estamparse violentamente contra su mandíbula, dejando un camino hasta su cuello, comenzando a dejar marcas.
Oh dios.
Jake no quiere que su cuerpo reaccione, pero lo hace.
A Jake no le gusta el olor a alcohol que las ropas de Sunghoon sueltan, pero lo ignora.
Jake no quiere que Sunghoon le toque así, lo quiere dulce, como su Hoon lo hace.
Jake quiere llorar, porque no puede no corresponder el beso que llega a sus labios. Y se siente tan débil que no lo soporta, entonces en un intento de acallar los pensamientos aglomerados que aparecen en su mente, ladea su cabeza, intensificando el contacto.
Se sorprende cuando algo duro choca con su pierna, y se queda inmóvil, porque Sunghoon gruñe su nombre sobre su oído.
Y oh.
Ahora él mismo siente los pantalones una talla más chica.
Jake no se niega cuando Sunghoon le da la vuelta, pegándolo contra la pared.
Y aunque su cachete esta aplastado contra el azulejo y tal vez no sea la posición más cómoda que pudieron encontrar, no se mueve, porque tener a Sunghoon restregando la erección que el mismo generó contra su trasero le calienta de sobremanera, incluso podría admitir que arqueó un poco su espalda sólo para sentirlo aún más.