Capitulo 5: La triple felicidad

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Capítulo 5: La Triple Felicidad

2 semanas después

Zoro y Alastor se reunieron en un lugar apartado, cerca de la base de Ryūjin. Estaba algo escondido en la ciudad.

Estaban sentados en el suelo, rodeados por la oscuridad, y discutían sobre su próximo plan.

—¿Sabes que Ryūjin tiene una ciudadela llena de oro y joyas? —preguntó Zoro, mirando a Alastor con curiosidad.

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Alastor, interesado.

—Porque es rico y lo ha estado amasando durante años —respondió Zoro—. Y nosotros vamos a robarlo todo.

Alastor sonrió y asintió.

— Zoro. ¿Qué plan tienes para robarlo?

Zoro sacó un plano de la ciudadela y lo extendió sobre el suelo. Empezó a explicar su plan, hablando sobre la ubicación de las guardias y los pasillos secretos que podrían utilizar para llegar al tesoro.

—Tenemos que ser cuidadosos —advirtió Alastor—. Ryūjin tiene muchos esbirros que están dispuestos a matarnos por cualquier cosa.

—No te preocupes —dijo Zoro, desenvainando su katana—. Estoy listo para cualquier cosa que venga.

Alastor sonrió y desenvainó su katana, el brazo izquierdo ausente debido a su lesión.

—Vamos a empezar —dijo Zoro, empuñando sus katanas.

Alastor asintió y ambos comenzaron a caminar hacia la ciudadela, listos para enfrentar lo que se les avecinaba.

Luego, después de varias horas de búsqueda, encontraron un gran salón lleno de oro y joyas. Zoro empezó a recoger el botín mientras Alastor vigilaba la entrada con su katana.

—¡Vaya! ¡Esto es increíble! —exclamó Zoro, emocionado por la cantidad de riqueza que había encontrado.

Justo cuando estaban a punto de salir con el botín, escucharon un ruido detrás de ellos. Se volvieron a ver a Ryūjin y sus hombres, armados y furiosos.

—¿Qué has hecho, Zoro? —rugió Ryūjin—. ¡Eres un traidor!

Alastor se detuvo y se enfrentó a Ryūjin con una sonrisa.

—¿Qué? —preguntó Alastor.

—Robaste mi botín y me abandonaste —gritó Ryūjin—. ¿Cómo puedes llamarte mi aliado después de eso?

Zoro se acercó a ellos.

—Ryūjin, no soy tu aliado desde que decidí dejar de trabajar para ti —dijo con calma—. Yo también me hice rico gracias a tus estupideces y ahora voy a seguir adelante sin ti.

Alastor sonrió y se unió a Zoro.

Ryūjin se enfureció aún más al escuchar eso y comenzó a ordenar a sus hombres que les dispararan. Pero Alastor empezó a esquivar las balas con facilidad. Parecía como si estuviera moviéndose antes de que los golpes llegaran a él.

—¿Cómo haces eso?! —gritó Ryūjin, confundido.

Alastor sonrió y siguió esquivando las balas con facilidad. Finalmente, después de varios minutos, se dieron cuenta de que debían escapar. Se reunieron con Zoro y comenzaron a correr hacia la puerta principal.

—¿Qué fue eso?! —preguntó Zoro mientras corrían—. ¿Cómo pudiste esquivar las balas?

Alastor se detuvo un momento y se sentó en una piedra cercana. Parecía mareado.

—Fue... el Haki... —murmuró.

Zoro se inclinó hacia él.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué es el Haki?

Alastor cerró los ojos y empezó a hablar con una voz somnolienta.

—Supongo que... Es mi quirk... Es la capacidad de ver... y sentir... la energía... de los demás. Puedo ver... los movimientos... antes de que sucedan...

Zoro se quedó atónito.

—¿Qué? ¿Quieres decir que puedes ver el futuro? —preguntó confundido.

Alastor abrió los ojos y sonrió levemente.

—No... no exactamente... pero puedo sentirlo... Puedo sentir la energía de los demás... y reaccionar según sea necesario... estoy empezando a recordar un poco como usar mi don—

Zoro asintió lentamente. No tenía idea de qué era el Haki, pero parecía que era algún tipo de poder especial que Alastor tenía.

—Vamos a seguir adelante —dijo finalmente Alastor, levantándose—. Tenemos que encontrar un lugar donde escondernos.

Zoro asintió y ambos continuaron su huida nocturna hacia el otro lado del río.

Fin Capítulo 5

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