El segundo matrimonio

Capítulo 106: La dote

Dado que la familia Lu había decidido aceptar la elección de Lu Ye, no se demoraron mucho. Después de desayunar y arreglarse, se dirigieron juntos a la casa de Ye Nan.

La noticia de la llegada de la familia Lu al pueblo se extendió rápidamente, y pronto los parientes de la familia Ye también lo supieron. Así que, poco después de que Lu Ye y su familia llegaran, muchos miembros de la familia Ye también fueron llegando.

Aunque eran suegros, esta era la primera vez que se veían tras la boda de sus hijos. Liu Si sintió que la situación era absurda. Recordando que las cartas de Lu Ye a casa habían sido desechadas, sintió un dolor profundo, pensando que si no fuera por todo ese tiempo perdido, no habrían tenido que manejar el matrimonio de su hijo de manera tan precipitada y descuidada.

Después de que Lu Ye se fuera, cada vez que Liu Si recordaba las palabras de su hijo al partir, se sentía inquieto. Sabía que Lu Ye había intentado desvincularse de él. Pasado el shock y la ira inicial, solo quedaban el arrepentimiento y el miedo; temía que su hijo realmente ya no lo reconociera.

Desde entonces, Lu Ye no había enviado ni una carta, lo que aumentó la tristeza de Liu Si. Ahora, entendía que la carta que Lu Ye había enviado era un intento de reconciliación, pero había sido tirada. Esto solo lo hacía sentir peor, sabiendo que él y su hijo no deberían haber llegado a esta situación.

"Señor Lu, señora Lu." Apenas entraron en la casa, los padres de Ye Nan los recibieron de inmediato, y al mismo tiempo, echaron una mirada a su hijo, quien les devolvió una mirada tranquilizadora. Supieron entonces que el matrimonio de Lu Ye y Ye Nan estaba asegurado.

Aliviado, el señor Ye se calmó, mostrando respeto en lugar de intentar complacer, lo que relajó un poco a Liu Si. No le gustaba el suegro de su hijo mayor, lo consideraba vulgar, pero esta pareja humilde le resultaba más agradable.

"No sean tan formales. No esperaba que después de nuestra última reunión, nuestras familias se volvieran consuegras", dijo el señor Lu. Había conocido al señor Ye antes y había tenido una buena impresión de él. Ahora, como suegros, quería mantener una buena relación.

El señor Lu no se consideraba un alto funcionario del gobierno, así que no fue formal y mencionó directamente la dote. Reconocía que habían perdido la fiesta de bodas, pero quería cumplir con las tradiciones.

"Estos son los datos de nacimiento de Lu Ye. Por favor, denme también los de su hijo. Aquí está la lista de la dote. Trajimos todo cuando salimos y están guardados en la ciudad. Los entregarán esta noche".

"Señor Lu, Lu Ye ya nos dio una dote, no es necesario..." Los padres de Ye Nan estaban sorprendidos, especialmente el señor Ye, que sostenía la lista de la dote de la familia Lu. Al ver todos los valiosos regalos y dinero en efectivo, se sintió abrumado. Si aceptaban tanto, ¿cuánta dote tendrían que proporcionar ellos?

El señor Ye quería evitar más complicaciones, considerando que la boda ya se había celebrado y Lu Ye no había faltado a las normas. No creía necesario agregar nada más.

"Queridos consuegros", interrumpió el señor Lu. Sabía que su hijo no se casaría con nadie más que con Ye Nan y que había cumplido con todas las normas al hacerlo. Pero como padre de Lu Ye, no podía dejar que su hijo se casara sin contribuir nada.

"Lo que Lu Ye dio fue su gesto personal, lo que mi esposo y yo damos son las formalidades que se deben cumplir." Al decir esto, el señor Lu miró a su esposo, quien asintió de acuerdo.

El señor Ye se sintió incómodo. Había hecho todo lo posible para proporcionar una dote para su hijo. Si aceptaba tantos regalos, no podría agregar nada más. Aunque el señor Lu era amable, tenía mucha experiencia en el gobierno y podía leer los pensamientos del señor Ye. Entonces, explicó: "Queridos consuegros, esta dote es para ustedes dos. Criar a un hijo no es fácil. Ahora que Ye Nan es parte de nuestra familia, esto es un agradecimiento de nuestra parte".