NATASHA.

Capítulo 20.

Natasha.

Desde anoche que la sonrisa no se me borra del rostro, contenta quedé desde que Luciano se metió bajo el agua conmigo y luego su hermano tocó cada milímetro que se permitió.

Era imbécil si pretendía que yo me creería su cuento de mierda. Desde que lo conozco que se le han notado las ganas que me tiene y por mucha basura que escupa, a mí no me va a amedrentar. Me puede detestar, odiar e incluso aborrecer, pero sé que más repudia el hecho de que no puede dejar de empeparse por este cuerpecito.

Las caricias de uno y los besos de otro me tienen deseosa de más. No sé, es raro, pero me encanta ese juegoque se está formando entre los tres sin que ellos sepan. Luciano es todo lo que necesito y quiero y el otro todo lo que me gusta y detesto.

Miro la puerta de entrada y luego el móvil. Faltan cuarenta minutos para que Francisco toque el timbre. Tiene que llegar. Reviso el  mensaje de Judith, que me dice que nuevamente Brandon no toma las llamadas ni responde a sus mensajes pese a que los ve.

Del señor Müller no he tenido contacto alguno y eso me tiene un poco confundida. De tres citas a las que he tratado de convocarlo, no me ha confirmado ninguna y tengo la sospecha de que el colombiano puede tener algo que ver, por ello necesito que se presente aquí lo antes posible. Bueno, eso y a qué tenemos una charla pendiente.

Sirvo una copa de vino, prendo el estéreo, permitiendo que Frank Sinatra inunde la habitación mientras reviso el periódico, no hay nada relevante, más que el que el temido Mano Nera está en el país al igual que Héctor pero que desconocen el paradero de ambos. Otras son cosas de Estado y un par de noticias que me van y vienen. Me fijo en el anunciado del italiano y cada vez acrecientan aún más mis ganas de conocerle.

«El mafioso más temido del momento, está en América...» se logra leer en los párrafos, comentan unas tantas particularidades de su carrera delictual, mencionan a uno que otro de sus colegas; destacan que los cuerpos oficiales están tras sus pisadas, haciendo todo lo posible por capturarles, pero nada logra cautivarme por completo, ya que pese a ser toda una plana que habla de él, no dicen nada. No obstante, otro artículo llama mi atención: «Georgia Falcone, diva de la moda y diseñadora estrambótica italiana presentará pasarela en el New York Fashon Week».

Que hijos de puta.

Me río sola y es que no hay que ser sabio para deducir que los mafiosos más peligrosos del mundo y el continente estarán allí. Tuve la dicha de conocer a Georgia de casualidad en una reunión que tuve con el mexicano años atrás. Es astuta, habilosa y una audaz manipuladora, pese a estar sumergida hasta las pestañas en el negocio del narcotráfico y el tráfico de armas, jamás la han logrado capturar o vincular y si mis cálculos no fallan, ese día no solo estarán Hector y Francisco entre los convidados de ese público tan célebre, aquel varón que no conozco y que mis ojos ruegan por ver, estará allí por lo que de una u otra forma, yo también estaré.

Ese evento no me lo pierdo por nada.

Cuento los minutos que faltan para que el colombiano llegue y me detengo solo para pensar en qué si Francisco tiene algo que ver con la repentina desaparición de Brandon Müller, Alessandro también, porque por lo que he logrado deducir con toda la información que me ha facilitado Mike y lo que mis propios ojos han podido comprobar, la relación entre esos dos es más estrecha de lo que simula aparentar.

No sé que se traen, pero pronto lo voy a descubrir y ahí válgame Dios, porque hasta el cielo va a temblar cuando llegue el momento de mover mi próxima ficha. Luciano, ayer mientras estábamos con Zulema, tomó unas cuantas copas de más y declaró abiertamente que desde hace un tiempo ya no confía plenamente en su hermano, porque desde que su padre me mencionó comenzó a actuar extraño. Decía que le miente, que ya no se muestra con su "queridísima" esposa y que algo raro está ocurriendo en su casa.