NATASHA.

Capítulo 1.

Milán, Italia, 2018.

Luciano.

«Hoy, 25 de marzo del 2018, se cumple un nuevo aniversario tras el fallecimiento de Darya Vasil'yeva.

Dieciséis años han transcurrido tras el fatídico crimen que estremeció a toda una nación y que a día de hoy permanece inconcluso, siendo este el principal tormento de la familia de abogados rusos, radicados en el país y dueños de una de las firmas más prestigiosas a nivel mundial. 

El paso de los años ha llevado a los oficiales sospechar que este aciago delito se produjo por un ajuste de cuentas entre defensores y defendidos; sin embargo, nada ha podido acreditar las sospechas de la policía, originando tanto en la población como en los medios de comunicación y seguridad un sin fin de interrogantes y enigmas que a día de hoy no han sido resueltas ni contestadas por nadie. 

Sus padres, Irina e Iván Vasil'yev, ilustres abogados de la nación han hecho todo lo que está en sus manos para poder hallar consuelo a su dolor y dar por fin un cierre digno y merecedor a su más grande aflicción. Por lo que oímos anteriormente en las declaraciones de los abogados: comentaron que ya están cansados y resignados a no encontrar la justicia que tanto anhelan, por lo que han decidido dejar de luchar con tal de encontrar la verdad tras el siniestro que marcó sus vidas, pero sin parar allí, Natasha Vasil'yeva, la hija menor del matrimonio ha comentado, que por su parte no parará hasta dar con los culpables del homicidio de su hermana, aun si eso interfiere a los deseos de sus padres.

No se puede negar que aun con el pasar de los años se encuentran devastados pero agradecidos totalmente por el reconocimiento que han dado a su pequeña y los esfuerzos que han realizado las brigadas de investigaciones del país durante todo este tiempo que ha durado la investigación; luego de que la pequeña Darya, con solo diez años de edad fuera brutalmente atacada y calcinada dentro de una cabaña a las afueras de la ciudad hoy, tras dieciséis años de investigación, jueces, fiscales y las fuerzas especiales del país en conjunto de los abogados han decidido dar por cerrado el caso sin poder descifrar cuál fue el real motivo tras su muerte.

Su hermana menor y también abogada, Natasha Vasil'yeva, dará una pequeña rueda de prensa en la que explicará lo ocurrido y la fatalidad por la que su familia sigue atravesando pese al andar de los años, detallando también cuál será su paso a seguir ante las decisiones de la justicia y sus padres».

Decido apagar el televisor cuando la preciosa abogada de ojos aguamarina aparece en ella. Miro a mi padre quien se mantiene serio, aferrándose a su trago de Amaretto. Su insistencia por trabajar con aquel apellido nos ha llevado a incluso ver noticieros estadounidenses para poder presenciar lo que se habla de la familia de abogados.

Como agente, habría cerrado ese caso hace años, no le habría dado tanta vuelta y de paso se hubiera ahorrado tanto sufrimiento innecesario a la familia. Por lo que tengo entendido tuvieron que exhumar más de una vez el cuerpo de su hija, la policía y los forenses profanaron su cuerpo mucho más de lo que las bestias que la mataron lo hicieron. Era una niña y me parece extraño que con tanto hallazgo y pruebas jamás se encontrara a quien culpar.

—¿Estás seguro de querer viajar para trabajar con ellos? —averiguo desde el sofá— Tú sabes que tu industria no es algo que a mí me agrade por completo y que no me compete en nada, sin embargo, no creo que en estos momentos ellos sean lo que buscas, papá. Sólo ve —señalo el televisor—. No están bien, como familia siguen destruidos ¿Cómo piensas que ellos estando así podrán serte de beneficio en la empresa? Si lo que buscas es destruirte, pues créeme que vas por buen camino.

—Luciano —se acerca a mí con su trago de Amaretto— ahí mismo lo dijeron: años. Han pasado dieciséis años tras la tragedia de una de sus hijas y aun sabiendo que es algo imposible de superar, estoy seguro de que eso no influye en sus capacidades laborales. Además, sabes a la perfección de que nosotros no vamos por ellos, la firma esa en sí me da igual, yo voy por la hija: ese cerebro andante que lleva por nombre Natasha, ella es nuestro blanco, no los padres.