𝖼 𝗂 𝗇 𝖼 𝗈

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"En cada frase oculta de lo que tú digas, en un beso hablara."


Aunque ambas intentaban seguir adelante, ninguna podía evitar los destellos de nostalgia que aparecían en sus corazones cuando se cruzaban. Los días pasaban lentamente, y la tensión entre ellas parecía atenuarse, reemplazada por una melancolía compartida. En algún momento, ambos comenzaron a darse cuenta de que, a pesar de todo lo que había pasado, la conexión entre ellos no se había desvanecido por completo.

Una tarde, después de uno de los desafíos grupales, Gala se encontraba en la sala revisando algunas notas que había tomado para la próxima estrategia del juego. Karime, que había estado en la cocina, la observó desde la distancia. Desde la ruptura, se había mantenido alejada, pero en ese momento algo cambió dentro de ella. Decidió que era el momento de intentar una conversación.

Con el corazón acelerado, Karime cruzó la sala y se sentó en un sillón cercano a Gala. Ella levantó la vista, sorprendida al verlo acercarse.

—¿Puedo sentarme aquí? —preguntó Karime con una voz suave, casi tímida.

Gala la miró por un momento, evaluando sus intenciones. Finalmente, asintió con una pequeña sonrisa.

—Claro, no hay problema.—

Durante unos minutos, ambos permanecieron en silencio, sintiendo el peso de la historia que compartían. Finalmente, Karime decidió romper el hielo.

—Gala, he estado pensando mucho en nosotras, en todo lo que pasó. Y… no sé si podemos volver a ser lo que éramos, pero extraño hablar contigo. Extraño lo que teníamos.

Gala lo miró a los ojos, notando la sinceridad en su voz. Durante semanas, había tratado de convencer a sí misma de que seguir adelante era la mejor opción, pero la verdad era que también lo extrañaba.

—Karime, yo también lo he pensado mucho. No es fácil simplemente olvidar lo que sentimos. No sé si podemos volver atrás, pero tal vez podamos encontrar una manera de hablar, de ser amigas al menos.

Karime sonrió, sintiéndose aliviada por primera vez en días.

—Me gustaría eso. Si podemos empezar de nuevo, aunque sea como amigas, sería un buen comienzo.

Aún que Karime en su cabeza seguía pensando "Amigas no, porfavor."

Durante el resto de la tarde, Karime y Gala hablaron como no lo habían hecho en mucho tiempo. La conversación fluyó con naturalidad, y aunque ninguna de las dos lo dijo en voz alta, ambos sentían que la chispa que una vez había encendido su relación aún estaba allí, oculta bajo las capas de resentimiento y dolor.

Con el paso de los días, Gala y Karime comenzaron a pasar más tiempo juntas. Al principio, todo era casual, conversaciones cortas en la cocina, comentarios sobre los desafíos del día, pero poco a poco, esas interacciones se hicieron más profundas. Hablaban de sus vidas fuera de la casa, de sus sueños y miedos, como lo habían hecho al principio, cuando todo era más simple y sin complicaciones.

Una noche, mientras todos los demás estaban en la sala viendo una película, Gala y Karime se encontraron en el jardín, disfrutando de la tranquilidad del cielo estrellado. El silencio entre ellas no era incómodo, sino cargado de significados no dichos. Después de unos minutos, Karime rompió el silencio.

𝗘𝗇𝗍𝗿𝗲 𝗰𝗮𝗺𝖺𝗋𝖺𝗌 𝗒 𝖼𝖺𝗿𝗶𝗰𝗶𝖺𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora