𝖽 𝗂 𝖾 𝗓

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"Yo quisiera hacerte mas feliz
hoy, mañana, siempre,
hasta el fin.."

El ambiente en la casa se volvía más tenso con cada día que pasaba. Los concursantes, agotados tanto física como emocionalmente, estaban al borde de sus límites. Las alianzas se fracturaban, las lealtades se ponían a prueba, y las estrategias se volvían cada vez más despiadadas. En medio de este caos, Gala y Karime se encontraban navegando por su relación, intentando reconstruirla mientras el mundo a su alrededor parecía desmoronarse.

A pesar de sus esfuerzos por mantener la paz, la presión externa comenzaba a afectar la frágil reconciliación entre ellas. Los otros concursantes, conscientes de la tensión entre Karime y Gala, comenzaron a explotar esa grieta, buscando debilitar la alianza que representaban. Uno de los mayores desafíos que enfrentaban era la constante manipulación de sus emociones por parte de los demás.

Potro, que había notado la tensión entre ellas desde hacía tiempo, decidió aprovecharse de la situación. A lo largo de los días, había sido astuto en sembrar semillas de duda en la mente de Karime, susurrando comentarios en momentos oportunos que alimentaban sus inseguridades.

—Es curioso cómo Gala siempre parece estar en el centro de la atención, ¿no crees? —comentó Potrl una tarde mientras Karime y el organizaban la despensa—. A veces pienso que es tan buena jugando a dos bandos.

Karime, que estaba ocupado revisando la lista de suministros, frunció el ceño, aunque no respondió. Sabía que Potro era astuto, pero también sabía que sus palabras a menudo contenían un grano de verdad.

—Mira, no es que quiera meterme en lo tuyo, pero… con lo que pasó antes entre ustedes, yo solo tendría cuidado. No vaya a ser que te use para llegar más lejos en el juego. Nomás digo, me conoces de hace un chingo, y sabes que siempre te hablo con la neta.

Karime se quedó pensativa. Sabía que Gala estaba tratando de reconstruir su relación, pero también sabía que en ese juego, las lealtades eran tan frágiles como el papel. Potro había dejado la duda plantada en su mente, y aunque ella no quería creer que Gala pudiera traicionarla de nuevo, la semilla ya había sido sembrada.

Mientras tanto, Gala también enfrentaba sus propios desafíos. La relación con Karime, que poco a poco había comenzado a sanar, ahora se veía afectada por las constantes insinuaciones y rumores. Algunos de los concursantes se acercaban a ella, haciéndole comentarios sobre cómo Karime parecía estar más distante, y tambien comentarios cómo, quizá ella estaba considerando dejarla atrás para avanzar en el juego.

Una noche, después de una de estas conversaciones, Gala decidió enfrentar a Karime. La encontró en el jardín, sentada sola en un banco de madera, mirando el cielo nocturno. Se acercó a ella, sintiendo una mezcla de enojo y tristeza.

—¿Podemos hablar? —preguntó, su voz más fuerte de lo que había planeado.

Karime levantó la mirada hacia ella, sus ojos reflejando la luz tenue de las estrellas. Asintió lentamente, haciéndose a un lado para que ella se sentara a su lado.

—He estado escuchando cosas acorde a nosotras,.. —comenzó Gala, sin rodeos—. Los demás están tratando de ponernos en contra. Siento que estamos retrocediendo en lugar de avanzar.

Karime suspiró, apoyando los codos en sus rodillas y mirando al suelo.

—Yo también he oído cosas acerca de eso. Y… no sé qué pensar a veces.

Gala la miró, tratando de leer en sus ojos alguna señal de lo que estaba pasando por su mente. Pero su rostro era difícil de descifrar.

—Karime, si hay algo que he hecho para que dudes de mí, por favor, dímelo. No puedo soportar que esto siga así.

𝗘𝗇𝗍𝗿𝗲 𝗰𝗮𝗺𝖺𝗋𝖺𝗌 𝗒 𝖼𝖺𝗿𝗶𝗰𝗶𝖺𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora