CAPÍTULO 4.5. Un día normal

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< Ya te la sabes >

En un callejón oscuro, Kazuya se encontraba siendo asaltado por dos hombres en moto.

Ambos con gorras y mascarillas que dificultaban ver bien sus rostros.

< Si, ya me la se >

Con mucha tranquilidad, Kazuya entrega su billetera y celular, ya se había acostumbrado.

< Que raro eres >

Le dice de repente el ladrón, que lo apuntaba con una pistola.

< Su calva brilla más que la pistola jajaja >

El de la moto se empieza a burlar.

< No tiemblas pese a que te estoy apuntando con un arma >

< Es que en todo este mes me han asaltado muchas veces >

Responde como si nada.

< No sé porque de repente han subido las tasas de criminalidad, ¿Por qué roban? >

Cuestiona, Kazuya.

Kazuya conocía sobre las tasas de criminalidad de otros países, lo había consultado en internet luego de la tercera vez que le asaltaron... en una misma semana; lo que había en común entre todos los países con las tasas altas, era que eran países con serios problemas económicos, por lo general, eran del tercer mundo, cosa en la que Japón no encajaba.

Llegó entonces a la conclusión de que simplemente tenía mala suerte.

...

< La respuesta es sencilla >

El ladrón, varios minutos después, compartiendo con Kazuya una cerveza, procede a explicar.

< El autor de este fanfic olvidó que esta historia transcurre en Japón >

< ¿Tan simple era la respuesta? >

< Así de simple >

Luego de terminar ambos de consumir la bebida, se dan un fuerte apretón de manos.

< Ya se que te hemos robado y todo >

Comenzó a hablar el del arma.

< Pero no podemos ser groseros contigo, no con un hermano >

Completó el de la moto.

< ¿Hermano? >

Cuestiona Kazuya confundido.

Ambos ladrones, se miraron y sonrieron.

Entonces ambos al mismo tiempo se quitaron la gorra...

La luz del poste de luz más cercano, en plena noche se reflejó fuertemente...

La epresión de impacto de Kazuya, fue acompañada por una pequeña lágrima de gratitud...

"Mis hermanos" eran los pensamientos del joven.

Las luces de los carros se movían constantemente en la calvicie de tres hombres jóvenes.

Uno era blanco, otro era un podo moreno... y el otro era completamente negro.

Tres tonalidades de piel, descubrieron la hermandad en un hecho en común.

Todos, eran calvos.

Un tono de llamada se escuchó desde el zapato de Kazuya...

...

...

...

< Ya te la sabes, calvo >

Apuntando otra vez con su pistola, el negro reclamó el celular, el verdadero.


...

Kanojo; Okarishimasu - Consiguiendo dignidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora