The Last She || Una historia de Las Crónicas de Narnia.
જ⁀➴ 𝐀𝐥𝐝𝐚𝐫𝐚 𝐋𝐞𝐧𝐧𝐨𝐱 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐡𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐝𝐨 bajo la sombra de un destino que su padre nunca reveló, y un misterio de una madre cuya identidad permanece oculta. ¿Podría esa m...
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—Bien, muchacho, pronto será hora de enseñarte a montar y a usar la espada. Sabes que tu tía y yo no tenemos hijos y probablemente tú deberás ser Rey cuando yo me haya ido. ¿Te gustaría?— Miraz le decía a su sobrino Capian X, un pequeño de tan solo 10 años; mientras ambos caminaban lado a lado por el ala sur del castillo.
—No sé, tío —respondió Caspian con timidez. No solía pasar mucho tiempo con su tío ni su tía. Desde que sus padres habían muerto, la persona a quien Caspian más quería era su niñera y, aunque, siendo príncipe, tenía juguetes maravillosos que podían hacer todo menos hablar, él esperaba con ansias las últimas horas del día, cuando se guardaban los juguetes en la alacena y la niñera empezaba a contarle cuentos maravillosos sobre una antigua Narnia, llena de leones, reyes, reinas y princesas.
—No sabes, ¿eh? —dijo el corpulento hombre agachándose para poder mirar al niño a los ojos.
—Pero tengo un deseo —dijo Caspian completamente emocionado.
—¿Cuál? —inquirió el Rey con duda.
—Deseo... deseo... deseo haber vivido en los Tiempos de Antaño —repuso Caspian con tartamudez.
A los oídos del niño, su tío Miraz le hablaba siempre en ese tono aburrido que emplean algunos adultos y que demuestra claramente que no tienen el menor interés en la conversación; pero ahora, de súbito, se quedó contemplando a Caspian con mirada penetrante.
—¿Eh? ¿Qué dices? —exclamó—. ¿A qué tiempos de antaño te refieres?— inquirió el adulto con una duda que se convertía en enojo.
—¿Tú no lo sabes, tío? —dijo el pequeño con inocencia a flor de piel—. Son esos tiempos cuando todo era distinto. Antes, los animales podían hablar; y seres muy gentiles vivían en los ríos y en los árboles, se llamaban Náyades y Dríades; y también había enanos; encantadores Faunos, y sátiros cascarrabias, que tenían los pies parecidos a los de las cabras; y...