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13.

El auto iba rápido, con una velocidad suficientemente buena como para que YeoSang llegara, aunque sea antes de que la profesora les entregara a los estudiantes las hojas con el parcial. Sin embargo, el silencio entre ambos individuos reinaba dentro del auto, y en cierto punto se le hacía muy incómodo continuar el camino así.

—Y... ¿Qué tal ha estado tú mañana? —pregunta repentinamente el mayor con la vista en el camino.

—Eh... ha estado bien, supongo —contesta el menor mientras su mirada pasa fugazmente por el piloto y luego regresa al frente.

—Ya veo. Ahora... ¿me vas a decir con sinceridad que estabas haciendo ayer? —suelta de forma interrogante.

Ante la pregunta que formuló el mayor, YeoSang hizo una mueca dudosa.

—Desconfías de lo que te dije entonces. —declara toscamente mientras voltea a ver al mayor.

—No, no, no es eso —dice rápido en negación, ante lo que dijo el más joven —. Solo que... cómo dejas un celular, en dónde sabes que te llega información importante, por ahí vagando —cuestiona al verlo de reojo, y luego devuelve su vista al camino.

—Eh...

Tiene un punto.

—A ver... yo sé que me dejaron uno que otro mensaje, y más bien, agradezco que no me hayan jodido tanto ayer en la noche. Pero yo de verás no me acuerdo en qué momento dejé el celular metido en el gavetín —confiesa serio, con la mirada fija en el piloto.

—Está bien. Pero, ¿y si pasaba algo?, ¿y sí alguno de esos mensajes que te dejaron era importante? —pregunta SeongHwa rápidamente sin perder la vista del camino.

—¿Piensas que tus mensajes de ayer eran importantes? —inquiere Kang con curiosidad.

Y esa pregunta fue perfecta para que el rostro de SeongHwa tuviera un pequeño semblante nervioso, junto con sus mejillas tomando un leve color carmesí.

—Eh... no quise decir con eso que mi mensaje era importante —dijo con voz titubeante, aunque entendible —. Solo que durante el rato que no revisaste el celular te podía llegar un mensaje importante y...

YeoSang ante las palabras del mayor, no pudo evitar sonreír ligeramente sin mostrar sus dientes, para en acto seguido cruzar sus brazos y continuar con la mirada fija en su contrario y seguir escuchando las palabras de él.

—¿Importante y...? —curioseó Kang, esperando el resto de la oración del piloto.

—Y qué tenga qué ser respondido en su momento. —terminó SeongHwa con su oración, viendo fugazmente a su contrario para volver a observar el camino.

YeoSang ante aquella última oración de Park, no pudo evitar negar varias veces con su cabeza y morder su labio inferior de forma disimulada con la cabeza gacha para ser menos notorio su accionar. Su corazón se sentía agitado por ese pequeño afecto que estaba recibiendo de su contrario. Aunque fuera solo por el hecho de que no contestó los mensajes de la noche anterior.

—En serio. No fue mi intención que sucediera eso ayer con mi celular Hwa —confiesa al levantar la mirada nuevamente a su mayor —. No volverá a pasar, ¿me disculpas?

Ante aquella confesión, SeongHwa no pudo evitar manejar un poco más lento para ver al menor con una pequeña sonrisa.

—Está bien. Te disculpo —responde ameno —. Pero qué no vuelva a suceder, ¿sí?

—Si.

El cómodo y agradable silencio se hizo presente entre los dos, sin perder aquella dulce conexión en sus miradas. Tan cálida, y tan tranquila que en algún momento pensaron que el momento podía ser eterno.