Adaptándose a la sociedad

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Izuku: Hablando normal

Izuku: -- En llamada/telepatía/mensajes --

Izuku: *Pensando*

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Izuku despertó bruscamente cuando su sensor le advirtió del peligro. Apenas tuvo tiempo de mover la cabeza, lo justo para que el puño pasara a un lado, rozándole la mejilla. Sin darle tiempo a pensar, saltó de la silla y rodó por el suelo, esquivando el siguiente ataque. Las garras de la chica se hundieron en la silla, cortándola como si fuera mantequilla. Un breve lamento cruzó la mente de Izuku; le gustaba esa silla.

Ambos quedaron inmóviles por un instante, evaluándose mutuamente. Sus cuerpos tensos, listos para actuar al más mínimo movimiento. Las respiraciones eran controladas, casi inaudibles, y cada pequeño gesto era observado con atención. Izuku se levantó lentamente, manteniendo su mirada fija en la chica. Ella, con las garras aún extendidas, se mantenía en una postura baja, lista para atacar de nuevo si era necesario.

Izuku: (levantando las manos lentamente) No soy tu enemigo.

La chica solo gruñó en respuesta. Había escuchado esa mentira muchas veces. Sin dudar, saltó sobre él, intentando arañarlo una vez más. Sin embargo, sus esfuerzos fueron inútiles, Izuku era lo suficientemente ágil para esquivarla. A pesar de su habilidad para evitar los ataques, le costaba más asegurarse de que ella no dañara su hogar. Durante un largo rato, se vio obligado a jugar al gato y el ratón con X-23, esquivando sus ataques mientras ella continuaba, incansable en su asalto. Finalmente, después de un largo rato, la chica retrocedió para recuperar algo de energía, respirando con dificultad.

Izuku: (mirándola con preocupación) ¿Te calmaste?

Ella gruñó nuevamente, esta vez con un tono cansado. Sabía que un ataque frontal no sería suficiente para derrotarlo, a pesar de la rabia que la consumía. Lentamente, guardó sus garras, sin dejar de observarlo con desconfianza.

Izuku: (suavizando su tono) Bien... La etiqueta decía X-23, pero dudo que ese sea tu nombre. ¿Tienes algún nombre?

Laura: (con voz baja, casi un susurro) Laura... Laura Kinney.

Izuku observó a la joven frente a él, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y desconfianza. Sabía que detrás de esa ferocidad había mucho dolor, hasta cierto punto se veía reflejado en ella. Aunque debía admitir que se sorprendió un poco al ver cómo los agujeros donde estaban sus garras comenzaban a cerrarse después de unos segundos; esa regeneración sí que le sería útil.

Izuku: (dando un paso adelante con cautela) Laura... No voy a hacerte daño. Estoy aquí para ayudarte, si me dejas.

Laura: (con una mezcla de confusión y desafío) ¿Por qué debería confiar en ti? Todos dicen lo mismo... y luego intentan lastimarme o experimentan conmigo.

Izuku: Porque sé lo que es estar solo, y sé lo que es no confiar en nadie... (Mostrando las cicatrices que recorrían sus brazos) Sé que es difícil, no te pido confianza, solo que me dejes ayudarte.

Laura: ¿Tú qué ganas con esto?

Izuku: Ayudo a alguien que me necesita.

Laura: (bufiendo) Eres raro, brócoli.

Izuku: Me llamo Izuku Midoriya.

Cortana: Sabes, comienzo a preocuparme por la gente con la que te juntas últimamente.

Izuku: No tengo cómo defenderme de eso, pero necesito tu ayuda.

Cortana: Ya comencé a crear sus documentos, pero con respecto a la universidad tendrás que arreglártelas de otra manera.

AVENGER 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora