Capítulo 61| En búsqueda del momento preciso

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Fue durante uno de esos paseos en el auto cuando experimenté la confianza de averiguar cómo había procesado la muerte de su madre, procurando no portarme invasiva

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Fue durante uno de esos paseos en el auto cuando experimenté la confianza de averiguar cómo había procesado la muerte de su madre, procurando no portarme invasiva.

Dado que mi estado anímico se encontraba en reposo, tuve a bien iniciar contándole mi propia anécdota, para rematar con que seguía trabajando en prevenir el estancamiento. No era una labor fácil; de hecho, nunca lo fue. Ya había reconocido que, en mi caso, tal vez nunca lo superaría por completo. El duelo permanecería conmigo hasta que la sombra de la muerte me alcanzara, así que contar con su visión podría ayudarme a generar un punto de partida que quizá no había considerado.

Realizó múltiples pausas. Apretaba los puños, se removía en el asiento, analizando las afueras, pero nunca a mí. El silencio amenizaba el ambiente, al grado de ser asfixiante. No obstante, debido a mi resolución de concederle su espacio, me contuve de criticarlo durante su periodo de preparación.

Yo no sabía mucho de su vida durante los años que precedieron a la muerte de su madre, así que cuando me lo contó a grandes rasgos, no dudé en manifestar empatía hacia aquella persona que se había compadecido del pequeño Levi, a su modo. De no ser por su oportuna intervención, él y yo no estaríamos allí, ocupando un sitio en el mundo. Lo que era peor, su futuro habría resultado todavía más incierto que el que se figuró tras entender que su cuidadora no regresaría.

—La extraño... demasiado —dijo con voz débil, bajando la vista—. No consigo recordarla del todo, pero sé que me amaba y que hizo todo lo posible para que yo estuviera bien. El único recuerdo que tengo de ella es un trozo de la sábana en la que estaba envuelta cuando... No importa.

Se le marcaban los maxilares cuando ponía resistencia a hablar, al igual que las venas de ambos brazos. Era adorable cuando arrugaba el entrecejo y cuando negaba con los ojos apretados, encargándose de apartar pensamientos desalentadores.

Me resultó un tanto chocante reconocer que había estado concentrada en sus diferentes atractivos justo en medio de una plática seria, indicio de que comenzaba a perderme en características que no correspondían a las que me habían atraído de él desde el comienzo. Tuve que obligarme a poner atención a lo primordial a fin de contribuir a la armonía que había erigido.

—Quisiera decir que no alcanzo a comprenderte, aunque sí lo hago. —Me había fijado en un punto ambiguo, en parte para engañar a mi mente. Dado que las cosas se habían puesto formales, me costaba contener las lágrimas y discernir si se debía al masoquismo o al interés en continuar—. Más de lo que me gustaría.

—Mi tío no era un hombre malo —añadió, luego de un suspiro prolongado—. Le tocó vivir experiencias que lo endurecieron. Quizá creyó que me evitaría sufrimiento si me transformaba en otra versión de él.

Y le di la razón, dentro de mí. Nada que perdonar, nada que reprochar. Él lo había preparado para enfrentarse a un mundo cruel y salir ileso. Cuando dejó de necesitarlo, consideró que había cumplido su misión, así que se retiró de su existencia. Que Levi no se desviviera por hacer contacto con él me demostró que procuraba establecer la paz con ese episodio, por lo que no consentía en destaparlo.

A FOUR LETTER NAME© [VOL. 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora