Capítulo 64| Me alegro de que ya no seamos amigas

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Son contadas las ocasiones en las que no sé ni cómo comenzar una disertación de este tipo

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Son contadas las ocasiones en las que no sé ni cómo comenzar una disertación de este tipo. Siento que las manos me tiemblan y que voy a vomitar en cualquier instante. Tal parece que se me está haciendo costumbre. Ahora mi cabeza es una tormenta, pero de todas formas voy a intentar poner orden los pensamientos que andan desperdigados. Pongo de manifiesto que tengo fe en que este incidente no va representar una brecha irreparable entre los dos.

No tienes la menor idea del tiempo que le he destinado a buscar formas de reforzar lo que tenemos, y me duele no poder llevarlas a la práctica en cuanto germinan las oportunidades. Lo que me sucedió ayer carece de sentido, no le he encontrado una explicación lógica. Hasta tú te diste cuenta de que todo marchaba de maravilla, pero después, y de la nada, todo se fue al carajo.

Quiero que sepas que no te culpo de ningún modo, no me hiciste nada de lo que debas arrepentirte. Yo te concedí el permiso, sería irracional que a estas alturas tergiversara la historia para hacerte quedar como el malo. No es así como funciona mi mente.

¿Crees que podríamos hablar sobre ello más tarde? Pero esta vez que sea en un sitio público, por favor.


Teníamos examen al día siguiente, y puesto que el entero de mi interés lo había destinado a reparar el malentendido, no conseguí concentrarme mientras estudiaba. Me limité a procesar solo la información destacada con marcadores fosforescentes, desechando el resto.

Le había escrito la nota en un trozo de hoja de libreta, con el propósito inalterable de hacérsela llegar en cuanto se apareciera. Pero, por algún motivo que se escapaba de mi control, Levi tuvo el descaro de presentarse justo antes de que la profesora cerrara la puerta. Ante el impedimento, me vi forzada a cambiar los planes.

Iba contestando por mera rutina, procurando explayarme en las preguntas abiertas. Un poco de rollo por aquí, una mezcla de términos rebuscados por allá. Había notado que a la profesora le agradaban los alumnos que no tenían reparo en manifestarle sus opiniones basadas en el pensamiento crítico que tanto nos incentivaba a desarrollar, y que las interrogantes empleadas a modo de retórica reforzaban este punto.

A FOUR LETTER NAME© [VOL. 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora