03 | 𝐑𝐄𝐒𝐈𝐆𝐍𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍

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El abrazo se mantuvo firme, ambos en silencio mientras esperaban a que los sollozos se tranquilizaran al igual que las lágrimas. Mal se separó lentamente de Jay, limpiando sus ojos y los rastros de llanto en su rostro.

—¿Desde cuando tú..

—Siempre, creo —Mal se encogió de hombros, pasando su mano por su mejilla, limpiando la última lagrima—. Jamás llegué a verla solo como amiga. Llegué a creer que era porque la consideraba mi hermana, hasta que ella usó esa palabra y lo deteste.

—¿Jamás pensaste en decirle? —Jay preguntó, recargando sus codos en sus rodillas.

—Una vez —Mal asintió—. Yo ya estaba con Ben, y ella.. —Mal suspiro, pasando sus manos por su cabello rubio—, ella comenzaba a salir con Doug. Parecía tan ilusionada con él que.. simplemente preferí callarme.

Mal agacho la mirada, sorbiendo su nariz. Había entendido tarde que amaba a esa modista con aroma a manzana.

—¿Qué piensas hacer?

—Lo mismo que he estado haciendo desde que me di cuenta de lo que sentía, callarme y continuar con.. con esto. —Mal respondió, encogiéndose de hombros.

Le faltaba valor para decidir regresar a la Isla, si lo hacía lastimaría a los que le importaban, no podía hacerles eso. Solo le quedaba aguantar y quedarse en Auradon, rogando que Ben llegará a fijarse en otra persona y terminar.

Su madre a final de cuentas tenía razón. El amor nunca termina en nada bueno.

La amargura en su voz era más que evidente, Jay lo reconoció, ocultar esto no debía ser fácil pero tampoco difícil, después de todo, habían sido criados para ocultar sus sentimientos. Pero no quería ver a su mejor amiga sufrir por eso, si estar con Ben no era lo que ella quería entonces era mejor que lo dejará e intentará ser feliz con quién amaba.

—Deberías decírselo. —Jay opinó después de unos segundos de silencio.

—No puedo. —Mal respondió con una sonrisa amarga y burlona.

—Lo que no puedes es estar en una relación que te hace llorar a mitad del patio de la preparatoria. —Jay le dio una mirada suave pero firme.

—Evie está saliendo con Doug, Jay —Mal bufó audiblemente—. Yo estoy con Ben, el rey de Auradon.

—Que sea rey no significa nada —Jay le recordó con seriedad, antes de soltar un suspiro—. No digo que se lo digas a ella, aunque creo que deberías, pero si considero que Ben y tú se merecen una plática.

—El baile real es prácticamente en cuatro días, Jay.

—¿Y qué? —Jay le dio una mirada severa—, ¿realmente quieres ir y que se te considere la nueva reina? Vamos, Mal. Todos no dejan de hablar que prácticamente ustedes dos estarán comprometidos. ¿Quieres casarte con alguien que no amas?

Mal suspiro, ocultando su rostro entre sus manos. No, no quería eso. Ni casarse, ni atarse de esa manera a Ben. Pero tampoco quería lastimar al chico, él había sido tan bueno con ella, perdonandola por haberlo hechizado, y el casi golpe de estado que Maléfica estuvo apunto de hacer en su coronación por su culpa.

—Ya sé que no lo pediste, pero si quieres un consejo: estar con alguien que no amas te va a terminar destrozando. Haz lo que sientas en tu corazón. Ya fuiste infeliz casi toda tu vida, mereces un poco de felicidad. Y ella es tu felicidad.

—Lo es —su sonrisa se borró al recordar lo que había visto o más bien escuchado al ir a la habitación de la peli azul—. Pero, ella está enamorada de Doug.

—Ella está saliendo con Doug, pero nunca ha dicho que está enamorada. —Jay señaló, Carlos le había comentado que últimamente el hijo de Tontín estaba deprimido porque Evie parecía más distante con él. —No vas a poder ocultar lo que sientes por ella mucho tiempo.

𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎́𝐍 𝐀𝐍𝐃 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora