—No podemos darle la varita a Uma. —Evie dejó en claro apenas Mal termino de contarles lo sucedido en Chip Shoop—. No podemos dejar que destruya Auradon.
—Si Uma no tiene la varita, Ben será historia —señaló Carlos con una mirada algo desesperada. Jamás debieron dejar que el rey viniera a la Isla, o peor, dejar que la recorriera.
—Perfecto —Evie sonrió con sarcasmo—, entonces le daremos la varita a Uma.
—Eso no es lo que quiso decir. —Jay habló con algo de cansancio en defensa de Carlos.
Zagreus guardó silencio, ignorando la discusión de los chicos para fijar la mirada en su hermana, Mal no dejaba de caminar de un lado a otro. Su rostro estaba en un claro conflicto, con la mente alejada de la realidad.
Él conocía esa mirada, la había visto millones de veces a lo largo de los años. Era la mirada de las pesadillas, la respiración agitada de Mal se lo confirmaba. Los dos se observaron en silencio.
Zagreus guardó silencio al recibir el odio silencioso de su hermana. Mal solo tensó la mandíbula ante su negación apenas visible.
—Tenemos que encontrar una manera de ayudar a Ben. —La voz de Jay interrumpió la pelea silenciosa de los hermanos, regresandolos al problema principal.
Una idea llegó de inmediato a la mente de Mal, una que al considerarla era perfecta.
—¡Su impresora! —propuso de inmediato, atrayendo las miradas.
—Varita falsa —Carlos sonrió, entendiendo su plan—, ¡brillante!
Jay y Zagreus le dieron una mirada confundida al peli blanco.
—Si, y cuando a Uma la prueba sabrá que es falsa. —Evie señaló con seriedad, ella no sabía que la tenía más frustrada, si el hecho de que Ben estuviese secuestrado por su culpa, o que Mal siguiera ignorandola. Probablemente ambas, con la segunda opción ganando a cada minuto.
—Nos llevaremos a Ben rápido con alguna distracción. —Mal le restó importancia al posible problema.
—¡Bombas de humo! —Jay aplaudió, satisfecho con su idea. Mal chasqueo los dedos con una sonrisa, ya tenían el plan perfecto.
—Hay químicos en la casa de Lady Treamaine. —Evie felicitó a su amigo, dirigiendo una mirada discreta a la peli morada.
La mención del salón de Treamaine le había dado la entrada perfecta para acercarse a ella. No había ido hasta la Isla solo para recibir la indiferencia de Mal, de ninguna manera.
Si su dragón no iba hacía ella, entonces Evie iría hacía su dragón.
—M, tu cabello está hermoso —adulo, sin molestarse en ocultar su claro interés—. La madrastra malvada realmente aprendió mucho.
—¿Quieres que te sorprenda? Dizzy lo hizo. —Mal sonrió por primera vez desde que llegó de su encuentro con Uma, un ligero sonrojo tiñó sus mejillas mientras Evie acariciaba su cabello, sin apartar sus ojos de chocolate de los suyos.
—¿Lo hizo Dizzy? —Evie sonrió maravillada por el trabajo de la niña y de lo bello que a Mal le quedaba—. Te ves hermosa.
Evie decía la verdad, en ese momento le pareció más fácil apreciar lo bien que el morado le quedaba a su dragón, aunque más bien era un rosado fucsia. Aún así, prefería mil veces ese color al rubio que antes llevaba.
Mal relamió ligeramente sus labios, perdiéndose en esos ojos que le seguían quitando el sueño. Estaba acostumbrada a recibir elogios de Evie, pero en ese momento se sentía simplemente.. mágico, especial.
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𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎́𝐍 𝐀𝐍𝐃 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍.
Fanfiction𝐀𝐌𝐀𝐑 𝐘 𝐒𝐄𝐑 𝐀𝐌𝐀𝐃𝐎 eran dos cosas diferentes; y un dragón no podía ser amado por una princesa. 𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐇𝐀𝐃𝐀𝐒, dónde el príncipe siempre se queda con la princesa. 𝐃𝐎́𝐍𝐃𝐄 hay dos corazones felices, hay un tercero roto...