(11) Un nuevo destino

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Namjoon había salido del departamento después de que el silencio se volvió tan largo y extenso en el lugar, no se molestó en buscar al mayor, necesitaba salir de ahí lo más rápido posible.

Sus maletas cooperaron mientras abandonaba el lugar que una vez fue su hogar y sin poder evitarlo, dió un último vistazo mientras murmuraba un pequeño adiós a la soledad del departamento, tal vez Yoongi no quiera verlo, tal vez estaba esperando a que se fuera.

O tal vez estaría llorando su ausencia.

Namjoon no estaba seguro de muchas cosas, tampoco lo estaba con sus propios sentimientos. Ama a Yoongi más de lo que una persona sana debe de amar, daría cualquier cosa por hacer feliz al mayor.

Y ese simple recuerdo lo hace querer llorar una vez más. Le había dado a Yoongi su juventud, su primer amor, su primer beso, su primera vez, le había dado a Yoongi sus sueños, sus logros, sus esperanzas, le había dado a Yoongi la razón, su vida, su amor, le había dado a Yoongi cada trozo de su ser, de su alma, de su corazón.

Le había dado a Yoongi toda su vida y ahora, ¿Que tenía?, se sentía tan vacío, tan roto, tan solo, ¿Que quedaba de él, si todo lo que tenía era para Yoongi?, ¿Que significado tenía su vida, si toda se la había entregado a él?, ¿A dónde podía correr, si su hogar estaba con él?.

¿Quien es en realidad Kim Namjoon?.

Su vida se basó en Yoongi, su niñez fue estar al lado del mayor, su adolescencia era prácticamente de Yoongi, su adultez se estaba volviendo también de él, entonces, ¿Dónde queda su verdadera vida?, ¿Cuáles eran sus sueños? ¿Sus metas?.

¿Cuál era la vida que deseaba antes de Yoongi?.

Namjoon no quería ser productor. Amaba la música, claro que lo hacía, le gusta escribir poesía en sus libretas y volverlas una melodía hermosa para que las personas tuvieran algo en que sostenerse, pero no era su sueño, era de Yoongi.

A Namjoon le gustaba el arte, verlo, leerlo, escribirlo y hacerlo, eso podía demostrarlo en las viejas libretas llenas de bocetos.

Namjoon quería ser escultor, pintor o curandero en un museo, él amaba el arte así como como amaba a Yoongi, pero los sueños de Yoongi se cruzaron en su camino y lo que hizo fue tomarlos como suyos para hacer arte con la música.

Pero el no quería eso, el amaba otras maneras de hacer arte pero la felicidad que sintió Yoongi cuando ambos fueron aceptados en una disquera lo hizo guardar silencio y ocultar sus verdades sueños.

¿Y ahora?, ¿Que camino debe tomar?, ¿A dónde debe ir?.

La lluvia que caía sobre él no le daba la respuesta que deseaba, se sentía desorientado. No sabía hacía donde correr y tenía miedo.

Miedo de no encontrar un lugar para él sin Yoongi.

¿Era amor o dependencia?

Necesitaba ayuda, una salvación, necesitaba de Jungkook y Jimin, pero lo que ahora necesitaba era de un amigo, una persona que lo entendiera.

—H-hyung...— sollozo entre lágrimas amargas mientras el agua goteaba de su cabello y ropa, ignoró el frío de su cuerpo y se centro en la persona frente a él.

—Oh mierda, Namjoon-ah, ¿Que rayos..?.— nego con la cabeza ante sus propias preguntas y prefiero tomar las pertenencias de las manos temblorosas del más joven para después tomar el cuerpo frío de su lloroso amigo.

—Hyung...— ahogo un grito en el hombro del mayor mientras se dejaba abrazar, era lo que quería, lo que necesitaba en ese momento.

—Mierda...¡Hoseok-ah! ¡Ven aquí, necesito tu ayuda!.— gritó con voz nerviosa al sentir la temperatura caliente de Namjoon a pesar de estar temblando de frío.

[ Almas Gemelas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora