[ Almas Gemelas]

(8) Frágil como el cristal

Había llegado a casa antes que Yoongi, necesitaba descansar ya que tenía nuevos proyectos en su trabajo, incluso evitó beber alcohol para no amanecer con una resaca.

Jungkook había sido tan amable de traerlo a casa.

No pudo evitar sonreír por las historias del más joven sobre su vida amorosa. Su ex novia fue muy linda al explicarle a Jungkook sobre su alma gemela, ambos terminaron en buenos términos e incluso Jungkook se volvió padrino de su boda.

Namjoon no pudo evitar preguntar si no se sentia triste pero el menor solo respondió que el también tenía a alguien a quien buscar.

Sus mejillas volvieron a sonrojarse. Soltó un suspiro y despejó su mente revuelta para dirigirse a su habitación y tomar un baño, tal vez una taza de café ayude para terminar su trabajo y poder irse a dormir.

Sus planes era sencillos, incluso se había olvidado que Yoongi vivía en el mismo departamento hasta que llegó tambaleándose mientras abría la puerta con manos torpes.

—Hyung.— murmuró con cansancio mientras dejaba la taza de café sobre la mesita que estaba en medio de la sala junto a su laptop. Se dirigió al hombre tambaleante para ayudarlo a mantenerse en pie pero fue atacado de manera repentina por uno suaves labios.

El sabor del whisky era suave pero notorio en la boca del mayor, su lengua jugueteaba con la suya en busca de mas toques, las manos de Yoongi se metieron bajo la camisa de su pijama para acariciar toda la piel a su disposición.

Eran acciones hambrientas que hicieron a Namjoon temblar de placer, lo dejo llevarlo hacia su habitación mientras sus prendas desaparecían en el transcurso del camino, se sentía tímido y cálido estar debajo del toque de Yoongi, su corazón latía con ese precioso amor que siempre le tuvo y dejo que el mayor tocara su cuerpo como en el pasado.

Toques suaves pero desesperados por sentir, sus bocas se buscaban con desesperación y los gemidos se hicieron más y más constantes cuando un par de dedos empezaron a prepararlo. Su espalda se arqueo de placer cuando Yoongi mordió y chupo varios moretones en su cuello y clavículas.

Era tan reconfortante estar entre las manos expertas de su novio, era un recuerdo hermoso que no quería que desapareciera. No pudo evitar que sus uñas arañaran la piel pálida de la espalda de Yoongi cuando esté se adentro en su cuerpo de un solo movimiento, sus respiraciones se mezclaban con una calidez exitante.

Extrañaba el toque de su novio, sus manos sujetando sus caderas mientras lo follaba con entusiasmo, sus labios trazando un camino de besos por todo su cuello hasta su boca jadeante. Era el paraíso estar en su antigua cama con la persona que ama cuidado su cuerpo una vez más.

—Yoon-yoongi...— gimoteo entre suspiros entrecortados ante un movimiento en particular de sus caderas contra las suyas, sentía que iba a desfallecer de placer.

Necesitaba más de Yoongi, más, más, más.

—Por favor... Por favor, más rápido Gigi...— apretó su agarre en los hombros del mayor cuando esté accedió a sus deseos de inmediato.

—Te amo...— susurro Yoongi contra la piel caliente de su cuello mientras sus manos se apretaban en su cadera.

—Y-yo también de amo Yoongi.— respondió entre sus suspiros llenos de placer.

—Te amo... Taehyung....

La euforia se desmoronó tan rápido así como había llegado, como si fuera un castillo de naipes derrumbado por un suave soplido. Sin poder evitarlo, se aferró al cuerpo cálido sobre él mientras pequeñas lágrimas caían entre sus mejillas.