[ Almas Gemelas]

(Extra 2) Amor a primera vista

Jimin no entendía lo que era el amor, no era muy fanático de ese sentimiento ya que normalmente tenía aventuras de una noche, algo casual y sin compromiso.

No siquiera le interesaba las almas gemelas, para él era algo sin sentido.

Hasta que lo conoció.

Lo vio entrar al colorido restaurante con una suave sonrisa con hoyuelos. El tan solo verlo brillar bajo la suave luz del sol, supo el significado de la oración, amor a primera vista.

Aunque todo dejo de brillar al ver al alegre chico a su lado, el joven con sonrisa de conejo demostraba con su mirada cuánto amor tenía que ofrecer al hombre más alto. Y cuando noto la misma mirada en el contrario, supo que ambos tenían un anhelo él uno por el otro. Eso lo rompió un poco, el saber que ese par tenían un vínculo tan especial lo hizo sentir vacío.

Yo también quiero eso, fue el pensamiento que tuvo.

-Vamos Jimin, se hace tarde.- gruño su compañero ante su propia lentitud. Quería quejarse por qué no lo dejaban disfrutar de la vista por última vez, sentía esa necesidad de acercarse y tocar al otro hombre, pero eso ya sería acoso.

El no era un acosador.

Respondió a las quejas de su amigo con un empujón, pero no esperaba recibir lo mismo, así que tampoco vio venir el golpe que lo hizo chocar con ese hombre bonito. Y aunque suene ridículo, ambos traían camiseta sin mangas.

Cuando sus hombros se tocaron, la calidez lo invadió como un recordatorio de un viejo pasado, el calor se extendido hasta su pecho junto a las flores que se dibujaban en su piel. Una marca de un amor, o mejor conocida, como el de su alma gemela.

No pudo evitar tocar su hombro con gran asombro cuando el calor se filtro entre sus dedos, se acercó al hombre frente a él para observar la misma marca nacer como un bello jardín.

-Tu...

-Tu...

No pudieron evitar acercarse cada vez más para ver en sus hombros cómo terminaba de dibujarse una bonita rosa con sus raíces esparciendo por sus pechos y cerca de él omóplato hasta el cuello, era como si se hubieran echo un tatuaje perfecto, pero este brillaba en un todo rosa y plata.

El asombro en sus miradas brillaba con algo extraño.

Eran almas gemelas.

Jimin sintió que su vida cobraba un sentido hermoso y brillante, como bellas joyas. Pero su emoción se borró cuando su compañero lo sujeto para rastrearlo hacia afuera, lejos del hombre hermoso, lejos del amor de su vida.

Un viejo miedo lo invadió como si la persona frente a él desapareciera.

Otra vez.

-No, espera, el es...- las palabras quedaron en el aire cuando lo sacaron del restaurante. Trato de soltarse pero su amigo insistía que tenían prisa.

¿Prisa para que?, Jimin no tenía más motivos que regresar a él. Así que con un gran coraje, se soltó del rudo agarre de su amigo y corrió nuevamente hacia el restaurante, ignoro los gritos de su compañero. El estaba ansioso por llegar y aún encontrar a su alma gemela.

Su manos temblaron al verlo ahí, hablando con su compañero pero Jimin no pudo evitarlo, quería abrazarlo y llorar un amargo dolor, queria mostrarle las lágrimas que derramó en una vieja y desastrosa vida que tuvo. Quería mostrar el amor que aún florecía en su pecho cada vez que estaba cerca de él.

Necesitaba mostrarle que lo había encontrado después de tantas vidas.

Cayó sobre él en un fuerte impulso, no le importo caer al suelo, solo necesitaba tenerlo en sus brazos y sentir su calidez junto a su latente corazón. Apretó su agarre en la cintura ajena y beso con delicadeza la hermosa rosa solo para verla brillar con una gran fascinación.