La leyenda de Eryndor

Capítulo 4: El Viaje de la Unión de los Reinos

El Bosque de la Madera del Corazón estaba vivo con el zumbido de la actividad mientras Alaric y sus aliados se reagrupaban y se preparaban para su siguiente fase en la búsqueda para salvar a Eryndor. La destrucción del oscuro artefacto en el Pantano de las Sombras había proporcionado una valiosa inteligencia, pero la batalla contra Malgor estaba lejos de terminar. El siguiente paso crucial en su misión fue forjar alianzas con los reinos vecinos y unir sus fuerzas contra la creciente oscuridad.

Eldrin, con su profundo conocimiento de la política y la historia de Eryndor, fue fundamental en la planificación de sus esfuerzos diplomáticos. Reunió a representantes de varias tribus elvas y reinos vecinos, preparándose para embarcarse en un viaje para unir a los reinos en su lucha contra Malgor.

"Debemos reunir a los líderes de los reinos y convencerlos de la amenaza que representa Malgor", dijo Eldrin durante una reunión estratégica. "Solo a través de un frente unido podemos esperar derrotar al hechicero oscuro y asegurar nuestras tierras".

Alaric y Thane, junto con una pequeña delegación de aliados de confianza, fueron seleccionados para dirigir la misión diplomática. La delegación incluía magos, guerreros y emisarios expertos en la negociación. Su primer destino fue el Reino de Serenthia, un poderoso reino humano conocido por su formidable ejército e importancia estratégica.

El viaje a Serenthia fue largo y arduo. La delegación viajó a través de terrenos variados: colinas onduladas, densos bosques y traicioneros pasos de montaña. A pesar de los desafíos, estaban decididos a tener éxito en su misión.

Al llegar a las puertas de Serenthia, fueron recibidos con una mezcla de curiosidad y precaución. El reino humano era famoso por su fuerza y se sabía que sus líderes desconfíaban de la diplomacia elfa.

La ciudad de Serenthia era un bullicioso centro de actividad, con altos muros de piedra y grandes torres que reflejaban su grandeza. La delegación fue escoltada al palacio real, donde se encontrarían con el rey Cedric, el gobernante de Serenthia.

El rey Cedric era una figura alta e imponente con una mirada aguda y un aura de autoridad. Dio la bienvenida a Alaric y a su delegación con un comportamiento reservado pero respetuoso. "Vienes a nosotros en un momento de disturbios. Habla de tu propósito".

Alaric se adelantó, con su voz firme y seria. "Rey Cedric, hemos venido a buscar su alianza contra una gran amenaza. Malgor, un hechicero oscuro, busca dominar a Eryndor con magia oscura. Ya hemos librado batallas y reunido inteligencia crucial, pero para derrotarlo, necesitamos la fuerza unida de todos los reinos".

El rey Cedric escuchó atentamente, sus ojos se estrecharon mientras Alaric hablaba. "Presentas una advertencia terrible. Pero, ¿por qué deberíamos confiar en sus afirmaciones? Tenemos nuestras propias preocupaciones y amenazas que gestionar".

Eldrin, que había estado acompañando a la delegación, habló con sabiduría y urgencia. "Entendemos su vacilación, Su Majestad. Sin embargo, la evidencia de la magia oscura de Malgor es innegable. Nos hemos enfrentado a sus fuerzas y hemos sido testigos de su creciente poder de primera mano. El destino de Eryndor está en juego, y debemos actuar antes de que sea demasiado tarde".

El rey Cedric consideró sus palabras cuidadosamente. "¿Qué garantías puede proporcionar de que su causa es justa y que nuestra cooperación no será en vano?"

Alaric y Eldrin presentaron las pruebas que habían reunido: el artefacto oscuro destruido, los informes del Pantano de las Sombras y el testimonio de sus aliados. También ofrecieron un plan detallado para coordinar sus fuerzas y compartir inteligencia.