La leyenda de Eryndor

Capítulo 7: La confrontación de un nuevo aliado del enemigo

Con el Orbe de la Noche asegurado, los líderes de Eryndor sintieron un renovado sentido de propósito. El camino por delante era traicionero, pero estaban decididos a mantener el equilibrio de la magia en su reino. Mientras regresaban a Heartwood Forest, no podían sacudir la sensación de que la influencia de la sombra todavía estaba al acecho, esperando una oportunidad para atacar.

Los días se convirtieron en semanas a medida que Alaric, Thane, Eldrin y Roderic continuaron su búsqueda de los artefactos restantes de la Tríada de las Sombras. El viaje había sido agotador, pero su determinación nunca vaciló. Una noche, mientras acampaban en un denso bosque, una sensación de malestar se asentó sobre el grupo.

Roderic, sus visiones cada vez más vívidas, sintió una presencia observándolos desde las sombras. Todavía no podía discernir si era un amigo o un enemigo, pero sabía que tenían que permanecer vigilantes. Mientras se reunían alrededor de la fogata, compartió sus preocupaciones.

"Hay algo ahí fuera, algo poderoso", dijo Roderic, su voz teñida de aprensión. "Tenemos que estar preparados para cualquier cosa".

Alaric asintió, con su mano agarrando instintivamente la empuñadura de su espada. "Vamos a vigilar los turnos. Si hay un enemigo ahí fuera, estaremos listos para él".

La noche fue tranquila, excepto por el crujido del fuego y el ocasional crujido de hojas. Mientras Thane tomaba su turno de guardia, escuchó un sonido débil, un susurro llevado por el viento. Se esforcó por escuchar, sus instintos en alerta máxima.

De repente, una figura salió de la oscuridad, envuelta y encapuchada. La espada de Thane estaba lista, pero la figura levantó una mano en un gesto de paz.

"No quiero hacerte daño", dijo la figura, con una voz suave y tranquila. "Yo vengo con un mensaje".

Thane dudó, luego llamó a los demás. Alaric, Eldrin y Roderic se unieron rápidamente a él, con las armas dibujadas pero con los ojos llenos de curiosidad.

La figura bajó la capucha, revelando a una joven con rasgos llamativos y ojos que parecían guardar un mundo de secretos. "Mi nombre es Selene", dijo, "y traigo una advertencia. Hay una nueva fuerza que se levanta, un aliado de la sombra que creías derrotado".

Los ojos de Roderic se estrecharon. "¿Qué sabes de este nuevo aliado?"

La mirada de Selene era firme. "He visto lo que tú has visto, Roderic. Las visiones, el equilibrio de la luz y la sombra. Una vez fui sirviente de Malgor, pero me he alejado de la oscuridad. El nuevo aliado es mucho más astuto y peligroso de lo que Malgor fue nunca. Se llama a sí mismo Draven, y busca aprovechar el poder de la Tríada de la Sombra para sus propios fines".

Eldrin se adelantó, con su voz tranquila pero comandante. "¿Por qué deberíamos confiar en ti? ¿Cómo sabemos que no nos estás llevando a una trampa?"

Selene se reunió con su mirada de manera inquebantante. "Tienes todas las razones para ser cauteloso, pero te juro que estoy aquí para ayudar. Conozco los planes de Draven porque yo era parte de ellos. Ha reunido un ejército y tiene la intención de atacar pronto. Si no actuamos, Eryndor caerá".

Alaric, siempre el líder, sopesó cuidadosamente las palabras de Selene. "Si lo que dices es cierto, entonces tenemos que movernos rápidamente. Pero si nos traicionas, debes saber que no habrá piedad".