Las consecuencias de la batalla pesaron mucho sobre los supervivientes. Los líderes de Eryndor se habían retirado al corazón de Heartwood Forest, donde buscaron refugio entre los antiguos árboles que habían estado de pie durante siglos, vigilando su tierra. Sus fuerzas estaban destrozadas, sus espíritus magullados, y la una vez brillante esperanza de victoria ahora se ve atenuada por la dura realidad de la derrota.
En los días siguientes, el grupo trabajó incansablemente para fortalecer su posición. Alaric, aunque todavía se estaba recuperando de sus lesiones, se negó a descansar. Se movió por el campamento, ofreciendo palabras de aliento a los guerreros, pero su propio corazón estaba agobiado por el recuerdo de su fracaso. La idea de lo que podría pasar si no pudieran detener a Kael lo persiguió.
Thane, el tío de Alaric, siempre había sido un pilar de fuerza, una figura imponente con una voz profunda y en auge y un corazón tan fuerte como el hierro que empuñaba en la batalla. Había sido una figura paterna de Alaric después de que sus padres fueran asesinados, criándolo como si fuera suyo y enseñándole los caminos de un guerrero. Pero ahora, incluso el espíritu indomable de Thane parecía agobiado por los acontecimientos de los últimos días.
Una noche, cuando el sol se puso y proyectó largas sombras a través del bosque, Thane encontró a Alaric sentado solo junto a un pequeño fuego, afilando su espada. La expresión del joven elfo era distante, sus pensamientos claramente lejanos.
"Has pasado por mucho, hijo mío", dijo Thane, sentado a su lado. "Pero la batalla aún no ha terminado".
Alaric levantó la vista de su tío, con los ojos reflejando las llamas parpadeantes. "No sé si podemos ganar, tío. Las fuerzas de Kael son demasiado fuertes. Le fallé a nuestra gente".
Thane puso una mano pesada en el hombro de Alaric. "No has fallado, Alaric. Todavía estamos vivos, y mientras respiremos, hay esperanza. Llevas el peso de Eryndor sobre tus hombros, pero recuerda, no lo llevas solo. Estamos juntos en esto".
Alaric asintió, pero la carga en su corazón permaneció. "Simplemente no quiero perder a nadie más. Muchos ya han muerto".
La expresión de Thane se suavizó, un raro momento de vulnerabilidad que se muestra a través de su comportamiento generalmente estoico. "La guerra es un maestro cruel, y todos debemos hacer sacrificios. Pero sé esto, Alaric, estás destinado a la grandeza. Tus padres estarían orgullosos del guerrero en el que te has convertido".
Las palabras ofrecían algo de consuelo, pero Alaric podía sentir que su tío estaba reteniendo algo. Antes de que pudiera seguir presionando, Selene y Roderic se acercaron al fuego, con sus caras sombrías.
"Las fuerzas de Kael están en movimiento de nuevo", dijo Selene, con su voz tensa. "Nuestros exploradores informan que se dirigen hacia el pueblo de Eldrath. Si lo alcanzan, la gente de allí no tendrá ninguna oportunidad".
Alaric se puso de pie inmediatamente. "No podemos dejar que eso suceda. Tenemos que interceptarlos antes de que lleguen al pueblo".
Roderic asintió de acuerdo. "Somos superados en número, pero podemos usar el bosque a nuestro favor. Si podemos atraerlos a una trampa, podríamos tener una oportunidad".
La mirada de Thane se detuvo en Alaric durante un momento antes de que hablara. "Entonces no perdamos el tiempo. Nos movemos a primera luz".
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La leyenda de Eryndor
Historical FictionLa leyenda de Eryndor sigue el viaje épico de Alaric, un joven elfo cuyos padres son trágicamente asesinados por el hechicero oscuro Malgor. Criado por su tío guerrero Thane, Alaric se embarca en una búsqueda para evitar que Malgor obtenga el Crista...