¿La lealtad a la familia o la lealtad al amor? ¿Lealtad a la corona o a si mismo? ¿Lealtad o traición? ¿Amor o perdón?
Una guerra se habría paso entre la heredera legitima y el heredero por tradición, personas escogieron bandos y el estandarte Targ...
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La noticia que les llega es desgarradora; Laena Velaryon ha muerto. El dolor y el silencio permaneció todo el día en el castillo, lo único que podía escucharse era el llanto de su marido; Laenor Velaryon, hermano mellizo de Laena.
Laena era la esposa de su tío Daemon, se habían casado un par de años después de que Rhaenyra lo hiciera con Laenor y de ese feliz matrimonio habían nacido dos niñas, y al igual que su madre, mellizas.
Rhaenyra y los gemelos volaban en sus dragones; Syrax, Azgaroth y Vermax; también Bruma volaba sobre el barco protegiendo como siempre a su jinete; mientras que Lucerys, Joffrey y Laenor viajaban en barco, pero, aunque estos fueran en dragones iban al mismo ritmo que los barcos, para proteger a los que estaban dentro.
El funeral seria en driftmark, el lugar de nacimiento de Laena y Laenor; Bruma chillaba cada tanto y Rhaenyra se estremecía; Laenor estaba sufriendo, ellos siempre han sido buenos amigos, solo eso, no se amaban de manera romántica pues nunca lograron hacerlo, pero sin embargo habían cumplido su deber de dar herederos, así que el lazo que ahora los unía era mucho más fuerte.
El chillido de otro dragón alerto a Rhaenyra, la cual inmediatamente se poso al lado de sus dos hijos, pero después de que la neblina desapareció un poco reconoció a Caraxes deambulando por ahí; ya habían llegado a driftmark.
La fosa de dragones estaba justo al lado del puerto, un poco más alta para que el agua no entrara; Rhaenyra y sus hijos entraron montando a sus dragones dejándolos al cuidado de los guardianes.
La princesa heredera y sus hijos caminaron hasta el puerto para encontrarse con su padre, el cual bajaba con Joffrey en sus brazos y Lucerys agarrado de su túnica.
— Lucerys, suelta a nuestro padre, podrías hacerlo caer, — hablo Jacaerys mientras Jaehaera apartaba al pequeño niño tendiéndole la mano, cuando su hermano estuvo con ella su mirada se fijo en el hombre que se posaba al lado de su padre.
— ¿Por qué tiene que venir él? — hablo la princesa mientras miraba al hombre con una mirada desafiante y acusadora.
— Es el caballero de tu padre, mi dulce niña. Lykiri — la pequeña princesa siguió su camino tras su madre cuando empezó a caminar hacia el castillo de driftmark.
La conexión que tenia con Laenor no era demasiado fuerte, pero podía sentir su dolor como suyo propio, así que cuando estuvo junto a él, tomo su mano entre las suyas y siguió caminando; no le importo que Sir Qarl estuviese ahí, al final de cuentas él era su esposo.
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