Primer acto: La mujer que fue robada VII

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Dos lunas habían pasado desde que Laenor le propuso matrimonio a Rhaenyra, días después de eso los señores de Driftmark fueron formalmente a pedir la mano de la princesa y fijaron la fecha de la boda, que, era justamente ese día

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Dos lunas habían pasado desde que Laenor le propuso matrimonio a Rhaenyra, días después de eso los señores de Driftmark fueron formalmente a pedir la mano de la princesa y fijaron la fecha de la boda, que, era justamente ese día.

Serian dos bodas, una de ellas seria completamente privada ya que seria mediante el rito valyrio y la segunda seria por la fe de los siete en la cual si asistirían todos. La mas importante para Rhaenyra era la del rito Valyrio, ya que era una costumbre de sus ancestros y ella respetaba demasiado a su linaje.

El sol aun no se asomaba cuando la princesa se encontraba frente al fuego, al borde del mar habían preparado todo, Rhaenyra vestía los típicos ropajes de la ceremonia con el detalle de que no eran solo rojos, si no que, también había algunas prendas azules haciendo honor a la casa a la cual se iba a unir; el vestuario de Laenor era igual.

Corlys Velaryon, Rhaenys Velaryon/Targaryen, el rey Viserys Targaryen, Daemon Targaryen, Laena Velaryon y Aegon Targaryen, fueron aquellos los que presenciaron la boda de agua y fuego, fue Viserys quien corto la mano de ambos jóvenes, Rhaenyra tomo la mano cortada de Laenor entre las suyas; representando la alianza de sus casas, luego Laenor tomo la daga entre sus manos y corto el labio inferior de Rhaenyra, paso su dedo pulgar por la sangre y cuando este estuve empapado de ella; lo acerco a la frente de la princesa y cruzo una línea; esto representaba la lealtad, de sus labios no saldría una blasfemia hacia su princesa y con sus manos no la lastimaría.

Cuando Rhaenyra repitió lo mismo sintió el llanto de Alicent a sus espaldas, su momento feliz se vino abajo, esa boda pudo haber sido de ella y Alicent, pero su ambición pudo más que su amor.

Con los labios rojos por la sangre, sellaron el pacto con un beso sin dejar de sostenerse las manos, fue un beso tímido y lento, a la vista de todos una declaración de amor de aquellos dos jóvenes casados por voluntad propio; a los ojos de Alicent, una daga a su corazón, sintió como sus pies fallaron y tuvo que aferrarse a su esposo el cual tenia una gran sonrisa en el rostro.

¿Cómo podían estar tan felices todos?

Mientras se desvanecía en los brazos de su esposo todos estaban felices, incluso ella; Rhaenyra, ella se encontraba feliz, podía ver el cariño que le tenia a Laenor en sus ojos, podía notarlo. Su mirada conecto con la de ella t Rhaenyra le sonrió por cortesía.

¿Solo se quedará ahí y la vera arder?

Alicent sabia la respuesta, una vez Rhaenyra le propuso arder juntas y por temor, por miedo, le dijo que no.

¿Solo se quedará ahí y la vera llorar?

Alicent esperaba y les rezaba a los siete que dejaran que Rhaenyra le diera un abrazo de nuevo, uno que calmara su incertidumbre, su temor, que apaciguara a su corazón. Pero Rhaenyra ya no quería tocarla, se veía tan cerca de ella, pero a su vez se encontraba tan lejos.

La ceremonia termino y con eso el sufrimiento de Alicent se disipo un poco, le dolía el corazón de solo pensar que Rhaenyra era feliz con alguien más, era sumamente egoísta eso, ella lo sabía, pero no podía evitar sentir aquel sentimiento.

El engaño de la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora