Aegon I El Conquistador. IX

327 14 0
                                    

Warrior Of Light - Ramin Djawadi.
Spoils of War, Pt. 1 - Ramin Djawadi.

...

(P1)

No conocía a su familia, tampoco le importaba hacerlo. Simplemente disfrutaba del dragón que había logrado domar, el cual, de hecho, parecía haberla domado a ella.

Había escuchado de un trío de hermanos conquistando hasta los cimientos, pero no podría importarle mucho menos.

Lo único que necesitaba era a su dragón, Caníbal. Y la casa que tenía entre el bosque, logrando sobrevivir debido a ella y los conejos que se posicionaban alrededor al sentir el viento acogedor emanar de una humana.

Una tarde como cualquier otra, completamente aburrida e imaginando estar en cualquier otra realidad, decidió montar a la bestia que tenía oculta dentro de la oscuridad.

Un dragón negro como el carbón, con ojos verdes tan llamativos e indicando un fuego ardiente en su interior. El reptil se alimentaba de dragones más pequeños, o eso parecieron haber dicho las personas que lo llegaron a ver alguna vez. La joven Myriah perdió el miedo, volando en su lomo para ir a buscar provisiones o simplemente distraerse del mundo entero.

El animal no dejaba de rugir con molestia, y eso molestaba a la joven de cabellos negros. Recién lo había visto acabar de comer un rebaño de ovejas entero, así que tal vez, el hambre no era.

— Skoros's pirta rūsīr ao, Canníbal? — ¿Qué te sucede, Caníbal? , preguntó en el idioma del dragón. Con el pasar de los meses, descubrió que el animal solamente entendía esa lengua.

El alto valyrio vino impregnado a ella desde que nació, aunque aún no recuerda con exactitud cómo lo aprendió tan bien.

No tenía una silla, tampoco cuerdas como para moverlo a su semejanza. El oscuro se movía a su antojo, y eso comenzó a hacer cuando sus fosas nasales se abrieron, al parecer oliendo algo.

Se dirigió con rapidez hacia algún sitio en las nubes. Cuando el clima se comenzó a aclarar, un dragón se hizo presente. Completamente enorme, algo que Myriah no había visto ni en sus mejores sueños. Caníbal se puso nervioso, lo notó.

Realizó movimientos bruscos, gruñendo. Alertó al gran dragón negro frente a ambos, llamando su atención y la de un jinete que permanecía encima de él.

La femenina no podía esperar una respuesta de parte del ajeno. No había tenido a nadie para confiar en mucho tiempo, el estar prevenida todo el tiempo pareció acoplarse a su piel.

Intentó dar órdenes de ataque a la bestia, pero ésta simplemente dio marcha atrás. Con un giro inesperado, cambió el rumbo del camino para perderse entre los cielos y después bajar violentamente al suelo, enterrando sus garras en la dura tierra. La chica bajó de un brinco hacia una colina cercana al tamal del animal, completamente sorprendida por el miedo que su dragón pareció emanar en el transcurso de un simple encuentro.

Con pesadez, ignoró al bruno para continuar caminando entre los grandes árboles que tapaban la entrada hacia la cabaña donde ella solía descansar.

Algunas horas después, con la luna puesta encima de su cabeza, salió de su escondite para dirigirse con la única persona que sabía de su existencia. Caminaba entre los pastizales que se habían creado por sí solos con el tiempo, ocupando su mano para tocar una gran puerta de madera.

Una vez fue abierta, reveló a la anciana de cabellos grises, sonriéndole. — Myriah, tenías mucho tiempo sin asistir.

— Lo que sea. — mencionó, aún con un mal sabor de boca. Entró al hogar de la vieja, tomando asiento y subiendo los pies a la mesa que permanecía delante de ella.

ONE SHOTS | HOUSE OF THE DRAGON, GAME OF THRONES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora