→ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 ; 0 1 6

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HACIA EL MATSURI

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—¡¿En serio?! — la exagerada reacción hizo que el tacho de basura que llevaba en manos se moviera un poco y unos cuantos envoltorios cayeron al suelo ensuciandolo otra vez.
Mira con un leve susto a la joven a su lado, quien ahora se cubre la boca cuando se da cuenta que acababa de gritarle a medio mundo que él aceptó la salida.— Perdón, perdí los nervios.

— Está bien, pero no creo que deba alarmarse tanto, solo será por esta vez.— Se vuelve de cuclillas a tomar las cosas tiradas.— Fue una clase de premio por haber rendido bien en los entrenamientos. Nada más.

—¿Entonces tú papá te está felicitando?—. La pregunta lo dejó quieto un instante, si lo piensa de ese modo entonces ese hombre lo estaba recompensando –muy a su manera–, aunque una duda le surgió a su mente por un breve momento.

¿Su padre habrá tenido estos mismos gestos con Teru?

—... No lo sé, pero es mejor que lo aproveche mientras pueda—. Con esa frase volvió a levantarse y continuó caminando al lado de su superior favorita.
La ve ilusionarse en esos hermosos orbes rojos, admira el como brillan mientras habla con el sobre una fantasía despierta en la que todo comienza a mejorar, creyendo que si sigue así con el tiempo su padre será más flexible y le permitirá tener más días de descanso.

Verla con tanto entusiasmo por algo que ni siquiera es para ella hace que su pecho se sienta cálido por su empatía.

Ay. Que mujer más hermosa.

Si tuviera que comprarla con algo sería con las hermosas flores que los visitan en primavera, un lirio, un loto, quizás un Sakura.

"No, creo que incluso la misma primavera siente envidia cuando sonríe,"— un pensamiento fugaz, pero que no descartó ni dudó de él en ningún momento.—"O incluso sin que ella sonría, es preciosa como tal."

—... Kou-kun tu que piensas?

— ¿Ah?¿Qué?

— Ahora que vas a ir joven debemos organizarnos bien para poder hacer todas las cosas más divertidas— no supo en qué momento pasó pero ya tenía a Hanako a su lado y tomándolo de los hombros con notoria satisfacción— Asegúrate de llevar suficiente dinero para todos.

— ¡No pagaré nada tuyo después de lo que has hecho!— recriminó molesto en cuanto escuchó el comentario y se apartó de esas escurridizas manos espectrales manipuladoras.

—¿Yo?¿Pero que hice yo?— Descaradamente el castaño llevó un dedo a su mandíbula y la apoyó para mostrarle confundido e indefenso, aunque esas dos cosas sean lo que menos lo define en estos momentos.

— Ayer metiste ese poster en mi mochila y mi hermana lo encontró, no paró de insistir en todo el día así que hiciste de mi casa un infierno por una vez— un pensamiento intrusivo llegó a su mente y en su imaginación saboreó la imagen de ver al séptimo misterio escolar colgando del techo mientras acariciaba su pulcera con deseo a flor de piel.

Hanako sintió un escalofrío recorrer su muerta columna vertebral antes de decidir mejor apartarse por preservar su no vida por el momento.

— No fue para tanto, es solo una broma inocente, supéralo —. Si claro, lo dice el que se oculta tras la pobre Yashiro quien también se molesta con él por su rabieta de niño pequeño.

Muy bien, suficiente para ella. Con delicadeza apartó al fantasma a su lado y lo entregó a su amigo rubio con la esperanza de que lo haga mirar la luna un rato.

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⏰ Última actualización: Jan 10 ⏰

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𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 » 𝒌𝒐𝒖𝒏𝒆𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora