EL PADRE ACKERMAN Y LA SEÑORITA ZOË

Quinto y Sexto Mandamiento

¡Atención!

Experimentarás el cielo y el infierno en cada párrafo. ¡Amén!" Escena 🥵
Escena violenta. ¡No apto para cardíacos, ni mojigatos! 

Comenzamos.

La tía de Hange aún se aferraba a una ínfima esperanza, negándose a aceptar la muerte de su sobrina, además Nanaba la incitaba a buscar, no creía en la muerte de la castaña. El hallazgo del lugar donde la tenían cautiva, reducido a cenizas, pero sin cuerpo daba esperanzas a encontrarla. Mientras tanto, Floch celebraba la noticia con una sonrisa macabra. La muerte de su esposa le abriría las puertas a un futuro más próspero, junto a una mujer cuya fortuna le permitiría consolidar su poder.

Sin embargo Hange era ajena a todo lo que estaba sucediendo con su familia, paso los días , en clandestinidad, la iglesia de Levi se convirtió en su santuario, un refugio donde pudo reconstruirse, además tuvo la idea de cambiar su identidad, para no ser descubierta. Con una barba postiza que le ocultaba el rostro y la vestimenta de un monje llamado Hans, buscaba fundirse entre los religiosos, además de permanecer junto a Levi, hasta que llegara el momento de partir.

Levi luchaba contra una batalla interna. Como sacerdote, había jurado renunciar a los placeres carnales. Y sin embargo, Hange, con su sonrisa inocente y sus gestos llenos de afecto, quitaba todo su control. Por las mañanas lo saludaba con un tierno beso en su mejilla, por las tardes charlaba sin parar, por las noches, Hange se escabullía a su catre para dormir juntos, la lujuria se entrelazaba con la culpa, atormentando al sacerdote Ackerman. Además su abuelo estaba decepcionado de él, cuando vieron que no asomo para dirigir la fiesta sagrada Levi recibió una bofetada por parte del mayor. El pelinegro se sentó empezando a escribir su sermón, su biblia cayo al suelo revelando,  Jesús dijo: "Todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón" (Mateo 5:28).

Auruo Brossard se encontraba cosechando las manzanas en compañía de Hange, hace días era conocida como monje Hans, a todos los monjes les parecía un sujeto extraño, fuerte y amable,  aunque notaban un acercamiento extraño con el padre Ackerman.

-  Auruo ¿Alguna vez haz observado a los pájaros? ¿Cómo algunas especies tienen picos más largos para alcanzar el néctar de ciertas flores, mientras que otras tienen picos más robustos para romper semillas? Es extraño, curioso...

- Hans, eso es porque son la creación de Dios, somos sus obras.

- Pero ¿Y si estamos equivocados? ¿Qué tal si es de otra manera?

- Hans, estás jugando con fuego. Esas ideas son herejías. La Biblia nos dice claramente cómo es el mundo y cuestionarlo es cuestionar a Dios mismo.

- Pero la Biblia es un libro escrito por hombres ¿No? ¿Y si algunas de esas historias son metáforas o simplemente no son del todo precisas? Debemos observar el mundo a nuestro alrededor y tratar de entenderlo por nosotros mismos, no simplemente aceptar lo que nos dicen.

- ¡Por Dios! Tus palabras son peligrosas. Si te escuchan, te acusarán de herejía y podrías terminar en la hoguera. Hans eres tan raro.

-  La Iglesia dice muchas cosas... -Hange tomo una manzana entre sus manos.

- Estas loco, eso es una herejía, Dios te va a castigar... AHHH SUELTAME

Hange sostuvo a Auruo por el cuello con toda su fuerza lo levanto por los aires, él no podía respirar, se mordió la lengua con desesperación, intento liberarse, pero ella era muy fuerte además quería ser escuchada - Imagina que un grupo de pájaros tenía picos de diferentes tamaños. Aquellos con picos más largos tenían más facilidad para encontrar alimento en ciertas flores. Con el tiempo, esos pájaros con picos largos tuvieron más crías, y así, generación tras generación, el pico se hizo más largo. Eso es evolucionar, no todo es como dice el libro. Creo que no entiendes.