Les pido paciencia en este capitulo, mi yo de 15 años decidio que era muy buena idea cambiar de narrador cada 5 minutos 👏
Y por mantener la escencia de la historia no encontre como corregirlo.
Ed, Edd y Eddy son propiedad de Danny Antonicci
Nathan Kedd Goldberg es propiedad de c2ndy2cld
Sólo los tomo prestados para este fanfic
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Narra Edd
Ya han transcurrido varios días desde aquel fatídico accidente, mismos días en que el instituto ha estado de un humor pésimo, pues los payasos del lugar es el dúo dinámico formado por Kevin y Nathan, y claro, uno de ellos ha seguido asistiendo, pero se necesitan dos negativos para dar un positivo.
-Muy bien chicos –hablo frente a mi nuestro maestro de matemáticas, terminando de escribir ecuaciones en el pizarron –estas ecuaciones vendrán en el examen en un mes así que cópienlas tal cual en su cuaderno... y eso me recuerda, como sabrán el joven Greells no ha asistido por desafortunadas circunstancias, así que necesito que alguien se ofrezca a ir al hospital para entregarle sus tareas –dicho eso, todas las chicas y algunos chicos levantaron la mano esperando a que el profesor los eligiera para llevar acabo el encargo –Goldberg baje la mano, usted precisamente es en quien menos confío, ni si quiera usted copia mis tareas –todos comenzaron a reír por como se expuso la irresponsabilidad del mencionado.
-Por favor profe, ¡prometo hacerlo esta vez! –trato de defenderse, pero el hombre se acerco hacia su pupitre, tomo la libreta ajena, y le enseño todas las hojas casi en blanco, mostrando su punto –esta bien, ya entendí.
-Que bien que lo entienda –regreso a su escritorio –sinceramente no confío en la mayoría de ustedes, así que Massllow, te pido de favor que seas tu quien cumpla con mi petición.
De todas las personas que levantaron la mano, ¿tenia que ser yo? ¡Ni si quiera me ofrecí! –claro, sin problemas –conteste lo mas respetuoso y tranquilo que pude, aunque quería gritar –no es que no esté de acuerdo, pero ¿no seria mas fácil tomarles una fotografía y enviárselas por mensaje?.
-No, necesito que alguien se las explique por mi.
-Entiendo, cuente conmigo.
La clase siguió su curso, y en cuanto termine de copiar e inclusive resolver algunas, divague en las posibles reacciones que tendría Kevin al verme llegar, o peor aun, en mi reacción al verlo yo, pues no he estado en su presencia desde entonces.
Narra Kevin
¿Podrá haber día más aburrido? no ocurre nada divertido en este lugar, no tengo nadie con quien hablar mas que con los doctores y las enfermeras, mi padre y Nath viene todos los días pero ya muy tarde, uno de ellos por trabajo y el otro por escuela y entrenamiento. Nazz ha venido un par de veces pero no hace mas que hablar sobre ella, o como me cuidara cuando vuelva a clases, o sin dejar de tocarme excesivamente con sus manos y uñas postizas.
El lado positivo de estar aquí es que tuve el suficiente tiempo de realizar una introspección, los errores que puedo mejorar y como valorar las cosas y personas que tengo a mi lado. Bastante cliche pero es verdad, cuando estas a punto de perder la vida logras valorar mas esta, y eso me hizo pensar en la pesadilla que he tenido todas las noches desde que desperté del accidente.
El tono de llamada de mi teléfono me saco de mis pensamientos, al tomarlo indicaba que se trataba de Nath quien llamaba, gire mi vista al reloj que se encontraba en la pared de la habitación, pasaban cinco minutos que finalizaran las clases.
-Mas vale que sea algo importante –dije al contestar –porque ahora mismo deberías estar en el entrenamiento, suplantándome.
-Eres buen capitán pero mal amigo –escuche al otro lado de la línea –¿que paso con el "hola"?, "¿Cómo estás?", esas cosas que se dicen por educación.
-Te voy a colgar la llamada si sigues diciendo estupideces.
-Bueno si no quieres saber que chico lindo va a visitarte, no te lo digo.
Sus palabras solo me confundieron, ¿un chico lindo?, comenzaba a sospechar que este hombre me contrato un prostituto –escúpelo ya.
-Me refiero a que tu hermoso enamorado, Eddward Marion Masllow, va a ir a visitarte –estaba paralizado, fueron aproximadamente 20 segundos que me invadió el shock –¿Kevin? ¿Sigues ahí?...
-Si...
Soltó un par de carcajadas y continuó –creí que ya te habías desmayado. No te ilusiones, solo ira a entregarte tarea por encargo del profesor Andrew.
-Entiendo, entonces ¿ya puedo colgar?
-¿Vas a prepárate para tu cita?
-No es de tu incumbencia –colgué la llamada.
Esta bien Kevin, tranquilízate, sólo vendrá a darte unos apuntes, no va a venir a visitarte porque así lo quiere, no te ilusiones. Mi mayor problema es que tendrá que verme vestido con esta bata tan vergonzosa... me quiero morir.
Media hora mas tarde el sonido de la puerta siendo suavemente golpeada hizo que me helara la sangre y los bellos de mis brazos se erizaran, me sacudí y re acomodé por quinceava vez, aclare mi garganta y con la voz mas disimulada admití el paso.
-Con permiso... –no sabia cuando fue la ultima vez que escuche esa dulce voz en persona, inmediatamente en mis labios se formó una sonrisa conforme lo veía entrar, tan irradiante como siempre –hola, Kevin.
-Hola, Edd –cuando dice mi nombre mi corazón fácilmente da cinco marometas dentro de mi tórax –te habías tardado en venir a verme.
Mi comentario evidentemente lo avergonzó, pues desvió la mirada –perdón, no pensé que mi presencia fuese requerida, no quiero ser una molestia.
-Tu jamás podrías molestarme. Ven, siéntate de este lado –señálale el sillón reclinable –Nath me contó que vendrías a darme clases, que emoción estar con el profesor Marion otra vez.
"Profesor Marion" es la forma en que lo llamo siempre que le pido ayuda con mis tareas, una de mis tantas excusas para pasar tiempo con él. Mi comentario lo hizo reír mientras rodeaba mi cama y tomaba asiento, logre mi cometido.
-Lo mismo opino, mi estudiante estrella –saco su libreta y yo tome la mía que ya tenia a la mano desde hace rato –mira estas son las ecuaciones que vimos hoy, cópialos y si tienes alguna pregunta no dudes en avisarme.
-Si señor –para mi suerte soy ambidiestro, así que pude escribir fácilmente sin que el yeso me estorbara, el único dilema era que conforme escribía, la libreta se movía de lugar.
-Oh, permíteme ayudarte –pego su asiento a la cama y se acercó hacia mi, logrando sostener mas fácilmente mi cuaderno con su mano. Estaba a muy pocos centímetros de mi, permitiendo a mi nariz enamorarse de su aroma, mis ojos no hacían mas que clavarse en su rostro, moría por besarlo.
-Gracias –el me sonrió, y por poco tiempo pude ver como su rostro enrojecía por la cercanía.
Puse mano a la obra y copie cada letra, numero y carácter tal cual lo veía, la mirada del azabache jamás se despego de mi, si quisiera podría penetrar mi alma, me encanta cuando me mira así, estoy seguro que lo hace inconsciente pero parece que busca cualquier gesto mio que exprese necesidad, pues el saltaría en ese instante para ayudarme.
De repente, soltó un par de risitas –estas haciendo muecas otra vez –sabia perfectamente a que se refería, y es que sin darme cuenta hago muecas en mi cara cuando no entiendo las cosas –te explico, dime que parte no entiendes.
-Todo.
Rio mas ante mi respuesta –¿como que todo?, recuerda, repasamos algo similar en tu casa hace dos semanas.
-¿Cuando manche mi camisa con salsa de tomates?... oh cierto cierto, ya recuerdo.
En los últimos días no me había divertido tanto como en esta tarde, me ayudo a terminar las ecuaciones y charlamos por un muy buen rato, ya necesitaba distraerme, o mas bien, ya lo necesitaba a él. Afortunadamente, en poco tiempo volveré a casa y por ende a las clases, no podría estar mas impaciente.
Hay algo muy importante que debo hacer cuando vea a Nazz otra vez, quise platicar con ella la ultima vez que vino pero nunca me dejo hablar y no ha regresado desde entonces. Hace muchos años cuando éramos niños, todos los chicos estábamos perdidamente enamorados de ella, pero conforme pasaba el tiempo su actitud dejaba mucho que desear y poco a poco ya nadie la quería en ese sentido. Si, es linda inclusive puedo decir que es muy sexy, me convertí en su mejor amigo pero eso conllevo a que me platicara las cosas que ha hecho, dicho y pensado, y créanme... esta mujer solo es bella por fuera.
No obstante, el ser su amigo no le ha impedido coquetear conmigo, ella misma ha dicho muchas veces como planea que sea nuestro departamento, nuestra boda, inclusive ha dicho como quiere que se llamen nuestros hijos, todas esas veces yo me negaba pero mis rechazos los tomó como chistes, pues ya se le termino su payaso. Y tranquilos, no sere cruel, quiero hablar con sinceridad a su lado, quiero rechazarla formalmente para que deje de perder su tiempo conmigo y que pueda seguir adelante, es todo.
Narra Edd
Ha pasado un tiempo desde que vi a Kevin por ultima vez, y por lo que me comentó aquella tarde, hoy sera el día en que volverá a casa y a las clases, se puede decir que estoy de muy buen humor. En la parada de autobús me encontré con mis amigos Ed y Eddy, el primero volvió de su viaje hace unos días y de las primeras cosas que platicamos fue del accidente del capitán de futbol, todo gracias a que cierto amigo chaparro abrió su gran bocata con él.
-Buenos días caballeros –salude amablemente.
-Alguien parece muy contentito, ¿por que sera? –así me recibió "cierto amigo chaparro".
-No lo se, Eddy –respondió el mas grande de los tres –tal vez porque cierta calabaza volverá a clases.
-Ustedes no se cansan ¿cierto? –en mi rostro se esbozo una mueca de molestia, así como mis brazos se cruzaban, indignados.
Ambos rieron y Ed se acerco a mi rodeándome en un medio abrazo –solo bromeamos, Doble D, no te ofendas.
Este chico grandulón es Edward Horace Pickett, mi segundo mejor amigo, y en los últimos tres años su cambio ha sido el mas drástico de todos los chicos del vecindario, todo gracias a que sus padres lo llevaron por dos de estos años a un internado militar para que arreglaran su estupi... Su lento aprendizaje, afortunadamente este no queda muy lejos de aquí así que podíamos visitarlo de vez en cuando. Ahora es un hombre hecho y derecho, bien hablado, inteligencia promedio, educado, y aun sigue siendo tierno y cariñoso, básicamente ya es como cualquier persona normal, inclusive gracias a ese internado se hizo mas apuesto.
Hace un año tuvo que salir de ahi puesto que sus padres no podían continuar pagándolo, aun así el propósito ya había sido cumplido por lo que no fue gran problema. Lo importante es que ahora esta con nosotros por completo y tiene un futuro muy prometedor.
-Entonces Edd –continuó hablando –¿no has considerado lo que platicamos? –me miro esperando respuesta sin separarse del abrazo. El día en que platicamos del accidente, Ed me sugirió conversar con Kevin y decirle que fui yo quien lo ayudo aquella noche.
-No estoy seguro... no se por que no quiero que se sepa, entiendo que no podría reaccionar mal pero, no me siento cómodo aun.
-¿Sera posible que pienses que, al enterarse que lloraste por él, le des una pista sobre tu enamoramiento?
Debo admitir que esa conclusión me helo la sangre, ni si quiera yo había considerado eso –aveces me da escalofríos tu nueva inteligencia –respondí –pero si, puede ser una posibilidad.
-Yo creo que es una buena idea, así el también te dirá que esta loco por ti y podrán ser novios –se unió a la conversación nuestro otro amigo.
-Chicos ya les dije que es imposible que yo le guste...
-Hombre ya cierra el pico -repentinamente senti como una gran mano me tapaba la boca, impidiéndome continuar hablando –¿que mas claro puede quedar? Cuando el te mira sus ojos brillan, su cara se enrojece y su amabilidad aumenta al menos un 100%. Esta mas loco por ti que mi yo de 15 años por las quesadillas.
Logre quitar su mano de mi rostro, y cuando llego el autobus fui el primero en acercarse a el, dándoles la espalda a ambos –no quiero hacerme ilusiones, ¿okey?... no podría soportarlo.
En el camino ambos me hicieron un favor y cambiamos de tema, y al llegar no sentimos ni un poco de sorpresa al ver la multitud de gente que había en el estacionamiento, rodeando a nada mas y nada menos que a aquel que me roba los suspiros. El yeso de su brazo el cual ya no traía cabestrillo estaba completamente lleno de firmas y dibujitos al igual que su pierna, Nathan estaba a un lado suyo recibiendo bolsas y bolsas de regalos, y las chicas como de costumbre estaban en primera fila charlando esperando a que les prestara atención.
Lo admito, me sentí feliz por él, ese tipo de recibimientos haría feliz a cualquiera pues significa que estas haciendo bien las cosas con tus amistades, solo sonreí y seguí mi camino dentro del instituto, ya habría tiempo para saludarlo mas tarde.
-Oye Edd –me llamó mi amigo mas grande –alguien viene a buscarte.
Sus palabras me confundieron, así que gire mi vista para ver de que se trataba y mis párpado se abrieron enormemente al ver como susodicho chico de cabello naranja dejaba desconcertada a toda una multitud detrás suyo, viniendo con prisa en un par de muletas hacia mi, llamando mi nombre.
Rápidamente me acerque a el para así poder detenerlo pues presentía que caería en cualquier segundo –espera espera Kevin te vas a caer –me coloque a su lado posando una mano en su espalda y la otra frente a su pecho –¿como se te ocurre tomar esa velocidad? Podrías volver a lastimarte.
El solo reía ante mis regaños, aparto ambas muletas bajo uno de sus hombros, quedando medio de pie sin apoyar el enyesado por completo en el suelo –perdón, es que no me escuchabas y quería venir a saludarte –no puedo creer lo tierno que es, dejar a tantas personas solo por mi –y preguntarte si podría sentarme junto a ti hoy, nos tocan las misma clases y necesitare a alguien de confianza que me ponga al día... eres en quien mas confío.
Era cierto, mis clases de este día de la semana siempre son las mismas que las suyas, y me hacia sentir feliz y avergonzado que el me necesitara mi –me encantaría ser de ayuda... –mire detrás suyo notando todas las miradas de disgusto de la multitud que había ignorado –¿pe-pero no crees que tus amigos quieran estar contigo?
-Ellos no me importan tanto como tu... –mis oídos me estaban jugando una mala broma, ¿verdad?, definitivamente escuche mal, pero después sentí algo en mi mano –quiero que seas tu quien este conmigo.
Baje la vista, lo que había en mi mano era la suya, ¡me estaba tomando de la mano!. Sentía mi cara arder, comencé a sudar frío y todo mi ser quería temblar –claro... –apenas y pude hablar –vamos...
Soltó mi mano y volvió a acomodar sus muletas correctamente, conforme caminábamos vigile cualquier posibilidad de una caída cuidando todos sus pasos. Nunca acostumbro a sentarme tan lejos de la pizarra, pero ¿como negarme a su petición?
-Vaya vaya, ten cuidado Kevin, se escapo uno de los bombones que te regalaron y se sentó junto a ti –el comentario de Nath no ayudo nada en tranquilizar mi nerviosismo, aunque haya sido lindo escuchar esas palabras.
-Nath.
-¿Si?
-Cállate.
-Okidoki –esa pequeña charla es común en ambos, es algo que extrañaba escuchar pues es muy cómico.
Narra Kevin
No se de donde me salió el valor para decirle esas cosas en el pasillo, creo que jamás había sido tan directo, y en verdad jamás me habría pasado por la mente tomarlo de la mano, pero ya no dejare pasar mas tiempo, ayer tome una decision muy importante gracias a mi accidente. No voy a desperdiciar mas mi tiempo, voy a declararme, voy a ganarme su corazón cueste lo que me cueste, voy a enamorar a Eddward.
Primeros pasos completados, coquetear: listo, contacto físico: listo, que se siente conmigo: listo. Hoy tengo planeado invitarlo al entrenamiento para charlar un poco mas, quiero estar a su lado todo lo posible.
Pocos segundos después de callar a mi amigo llego el profesor al aula, por ende todo el lugar se volvió silencio y atención, hasta que sentí en mi rodilla unos pequeños toques por delante, reconocí estos golpecitos, el peliaqua me estaba pasando una notita. La abrí disimuladamente vigilando que ni Edd ni el profesor me descubrieran, en esta sólo decía "¿Celoso? XD"
Este imbecil sabe como me irrita que sea tan coqueto, pero no le he pedido que pare pues al chico a mi lado parece divertirle. Tome un lápiz y continue la conversación, inclusive tuvimos que hacer nuevas notas para completar mas palabras.
"¿De que? ¿De tu promiscuidad?"
"Tranqui bro, sabes que el es todo tuyo. ¿Ya hablaste con Nazz?"
Mierda, había olvidado que necesito hablar con ella, la tenia a pocos metros de mi, asi que escribí dos notas diferentes, en la primera le pedia a mi amigo que pasara la segunda a ella, la cual decía que se reuniera conmigo a la hora del receso en el laboratorio de Química. Cuando la chica recibió la nota y la leyó, volteo a verme disimuladamente y con la sonrisa mas grande asintió confirmando nuestra reunion, seria muy incomodo borrar esa sonrisa, no quiero lastimarla pero ya no soporto mas este tipo de relación.
-Greells... ¡Señor Greells! –la voz del maestro me aturdió y asusto pues me saco de mis pensamientos, voltee a buscarlo con la mirada y sorprendentemente estaba a un lado mio –su primer día de regreso y ya esta distraído. Y yo que le iba a preguntar cómo está, como se siente, si necesita algo... ¿sera que si hizo la tarea que le envíe?
-Gracias por preocuparse por mi, afortunadamente estoy bien. Y si, hice la tarea –todos y cada uno de mis compañeros voltearon a verme, completamente incrédulos ante mi afirmación, al igual que el profesor quien me miraba de brazos cruzados.
-¿En serio? Entonces no le molestara que la revise.
-Para nada –confiado le extendí la libreta en la hoja indicada, este hombre no sabia lo que le esperaba, confiaba plenamente en el criterio y enseñanzas de mi chico, si él decía que las respuestas están correctas, es por que lo son.
Andrews la tomo, se coloco sus anteojos y comenzó a leer, en seguida cambiando el ceño de uno fruncido a uno asombrado –vaya vaya, estoy sorprendido. Todo es correcto –el salon se envolvió en bullicio y susurros muy sonoros, inclusive Nazz me miraba perpleja.
-¿Que le digo? Mi tutor es un angel –mira al mencionado a un lado mio, y le guiñe un ojo con una de mis mejores y sinceras sonrisas, logrando que se sonrojara. A eso amigos yo le llamo un touchdown.
El joven profesor Andrew miro a la misma dirección que yo, y por primera vez en mi vida vi una ligera y diminuta sonrisa en su rostro, la razón del por que de esta es un misterio para mi –excelente –decía dando vuelta y volviendo a la pizarra –entonces le sugiero que pase mas tiempo con ese angel.
-Es lo que planeo, todos los días de mi vida si es posible.
-Si lo que usted prefiera, muy bien, continuando con el tema de ayer...
Edd había cubierto su rostro con un libro, el cual viéndolo bien estaba al revés, y claramente podia ver sus orejas tan rojas como una manzana, en eso me distrajo nuevamente unos golpecitos en mi rodilla, tome la nota de Nath y al abrirla esta decía en letras mayúsculas "¡TOUCHDOWN!". Este día ha iniciado bien.
Unas cuantas horas después el receso llego dejándose ser anunciada por la campana, respire hondo mentalizando las palabras que le diría a la rubia pero antes de eso quise hablar con el chico de gorro evitando que se fuera.
-Edd espera –coloque mi mochila en mi espalda y con un ligero impulso logre ponerme de pie tomando mis muletas –lo siento si dije algo que te incomodara en clase...
-N-no, no me incomodo para nada –parecía que el rubor quería regresar a su rostro pues aunque estuviese desviando la mirada nervioso, podia ver como sus mejillas enrojecían un poco –en realidad me sentí muy halagado.
Tal cual como una caricatura sentía que mi corazón saldría de mi pecho como cuando el personaje veía pasar a su enamorado, ya me veía a mi mismo aullando –en ese caso quería saber si me harías compañía en el entrenamiento de hoy.
-¿Entrenamiento? Pero ¿como harías algo así en tu estado actual?
Es inevitable no reír aunque sea un poco, ¿como alguien tan listo puede ser tan ingenuo al mismo tiempo? –haha no, yo no voy a participar, solo debo estar presente para supervisarlos, después de todo soy el capitán.
-Oh ya entiendo, y ¿por que yo?
No desaproveche la oportunidad, y poco importaba ya que estábamos completamente solos, así que de nueva cuenta lo tome de la mano, acariciandola con mi dedo pulgar –quiero que mi ángel me haga compañía, para así poder halagarlo mas.
Su mano comenzó a temblar al igual que el resto de su cuerpo, por fin pude ver como su rostro se enrojecía por completo sin un libro que me estorbara –y-y-y-yo... –comenzó a tartamudear bastante nervioso, pero al menos por mi parte no estaba planeando soltarlo aun –s-s-si, me en-encantaría.
-Perfecto –mi vientre era un completo desastre, si así se sentían las mariposas difería con el estupido que dijo que eso eran, yo las describiría como avispones asesinos, lo importante era disimular, ser cool, ser cool –entonces te veo en clase después del receso, ¿vale? Tengo que hablar con el entrenador en un minuto.
-C-claro... t-t-te veo luego...
El salió primero, me asegure de revisar que nadie me viera pues no planeo ser interrumpido en mi conversación con la rubia, y en cuanto vi el camino libre me dirigí lento pero seguro hacia el laboratorio, me estaba arrepintiendo por haberme negado a la silla de ruedas, de igual manera usarla con un solo brazo probablemente habría sido peor, en fin, las muletas era lo único que había.
Al llegar a mi destino pude olfatear el perfume desde fuera del aula, abrí la puerta y lo primero que veo es a la chica ahora vestida con su uniforme de porrista, sentada sobre una mesa posando tal cual para una revista de modelaje con una pierna cruzada, y una sonrisa que yo asumo intentaba ser seductora, sin lograrlo. Era evidente que se había, vestido, perfumado y maquillado para nuestra reunion, y algo me decía que esto iría por un mal camino.
-Te estabas tardando –hablo ella primero, bajando de la mesa y acercándose a mi.
De igual manera me aproxime a ella, no sin antes cerrar la puerta con seguro –obviamente es mas difícil caminar así, por eso me tarde tanto.
-Tranquilo, te perdono –su manera de hablar en esos momentos era mas coqueta de lo normal, como me lo imagine, malinterpreto esta reunion, debo ir al grano rápido.
-Nazz sere directo, he intentado decirte esto desde hace mucho tiempo pero nunca me lo permites, yo... –como de costumbre, fui interrumpido.
-No tienes que decirlo, Kevin, yo se lo que sientes –se estaba acercando mas de lo normal, no me quedo mas que retroceder o caería al suelo.
-No creo que lo sepas... –sentí la pizarra detrás mio, me estaba acorralando.
-Claro que lo se, es lo mismo que todos los hombres sienten por mi –acerco sus manos a mi pecho, presionándome ligeramente contra la pared, no podia sujetar bien mi muleta, me estaba balanceando demasiado, iba a caer.
-No, definitivamente no es eso. Escúchame por una maldita vez, tienes que saber que de ti yo... –puso su repugnante uña postiza en mis labios, haciéndome callar.
-Ya no hables, mi amor –no tenia tiempo de reaccionar, necesitaba empujarla. Entonces el cerrojo de la puerta frente a nosotros comenzó a girar, alguien quería entrar, pero yo cerré con seguro –¡claro que quiero ser tu novia!
Todo lo siguiente ocurrió demasiado rápido, la puerta logro abrirse, los labios de Nazz estaban sobre los míos, cerré los ojos y los abrí completamente sorprendido por su acción tan repentina, pero al ver quien estaba en la puerta ahora viendo semejante escena, era a quien menos deseaba en ese momento. El tiempo se detuvo por un instante, nos miraba en completo shock, de sus brazos cayeron hojas y portafolios que traía cargados en ambos, y también lo que parecía ser una llave.
-Y-yo... –de sus ojos comenzaron a salir lagrimas, sus pupilas y su cuerpo temblaban –¡l-lo siento! –se agacho en un movimiento fugas, tomo todas las cosas posibles y huyo del lugar.
-¡Edd! –grite por fin separándome de la chica con un empujón, afortunadamente para ella mi fuerza no era la misma pues sin duda la habría tumbado al suelo.
Visiblemente molesta, comenzó a reclamar mientras yo me dirigía a la salida con dificultad –maldito nerd, interrumpió nuestro momento –esas palabras fueron la chispa que encendió la furia en mi interior, así que no me contuve.
-¡Que ni se te ocurra volver a llamarlo así! –grite mas que molesto, deteniendo mi paso para poder decirle las cosas que tanto quería decirle.
-¿¡Vas a defenderlo a el por encima de tu novia!?
-¡Tu no eres mi novia!, ¡jamás he querido que seas mi novia!, ¡y jamás querré que seas mi novia! –ni una vez en mi vida le había hablado así a ella, obviamente nunca seria capas de hacerle daño físico, y no planeaba ser cruel, pero mi censura se fue al diablo –eres tan malditamente egocéntrica que piensas que todo y todos a tu alrededor te deben su vida y su amor, ¡pues yo no!. Te has convertido en una mujer egoísta, superficial, hipócrita, manipuladora, maleducada, entitulada, y por esas y mil razones mas deje de quererte ¡hace ya muchos años! –hice énfasis en la palabra "años" –intente rechazarte formalmente, intente negarme a tus planes de nuestra supuesta vida juntos, intente e intente pero eres tan irritante que me tomaste a la ligera, ¡pues ya no mas!
-Eres un... –una de mis mejillas comenzó a arder, era aquella donde se encontraba una de las tantas heridas que me hice en el accidente, la cual se abrió y comenzó a derramar sangre, pues Nazz me había abofeteado –¿¡como te atreves a hablarle así a una dama!? ¿¡A tu futura esposa!? ¡No puedes negarme así! ¡Tu siempre vas a estar enamorado de mi!
Toque mi mejilla limpiando inútilmente la sangre que aun seguía brotando –estas loca... Literalmente estas loca... –mis palabras ya eran mas tranquilas, el golpe que me dio también sirvió como un golpe de realidad, jamás podré hacerla entender porque ella estaba negada a entender –que patética excusa de dama eres, quien miente y perjudica para alcanzar sus metas con trampas y engaños no puede hacerse llamar dama, quien coge y se vende para que le paguen sus cosas o le suban las notas no puede hacerse llamar dama. Siento pena por ti, porque crees que eres el centro del mundo, crees que eres el centro de MI mundo, que te amo, que te idolatro, que te deseo, pero lo único que siento por ti, es asco –ya no había vuelta atrás, me estaba ganando de enemiga a una de las personas mas poderosas del instituto, pero yo también tengo poder, si tendría que haber guerra, pelearía –ahora si me disculpas, el chico por quien SI estoy enamorado acaba de salir corriendo, ese "maldito nerd" me encanta y me atrae mas que tu, irónico ¿no?
Di vuelta y salí lo mas rápido que mi única pierna me permitía, logrando oír como la chica comenzaba a llorar amargamente atrás de mi en aquella aula, ya poco me importaba, lo que mas me importa es Edd, tengo que aclararle este gran malentendido.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
YOU ARE READING
Tu y yo (KevEdd) (remasterizada)
FanfictionKevin Greells y Edward Marion son dos adolescentes de la típica historia cliche en la que el bravucón superpopular capitán del equipo de fútbol se enamora de el nerd marginado, pero en gay. Después de mucho tiempo escondiendo sus emociones ambos dec...