"Después."
Misiones miró a Buenos Aires, él simplemente estaba comiendo la comida, parecía como si hubiera ignorado completamente la pregunta de México.—Sí, te vamos a extrañar.
Respondió simplemente el bonaerense dejando de comer por unos segundos, no era muy bueno con las “oraciones” o capaz simplemente quería seguir comiendo.
Capaz la casa era demasiado grande para una sola persona; pensó Misiones.
Ninguno de los estados de México estaban en la casa y ahora que ellos dos se iban el mexicano se quedaba solo. Argentina no se iba a quedar más de un día sabiendo que su provincia no estaba en aquella casa.
—Puedes venir con nosotros.
Dijo Misiones de la nada. México lo pensó un poco, la verdad sí quería.
—No, yo tengo que estar acá para cuando llegue Argentina, si no también se va a enojar conmigo.
Todo se quedó callado luego de esa pequeña conversación. Siguieron comiendo, capaz con alguna que otra charla de por medio, solo que ahora nada que resaltar.
Luego de un rato, los tres se fueron a acostar, supuestamente a dormir.
México entró a su habitación, “el día ya estaba completo”. Se sentó en su cama, mañana se tendría que levantar temprano para llevar a las dos provincias a un vuelo. Buenos Aires se negaba a usar un vuelo privado e ir un poco más tarde.
El mexicano buscó su celular en sus bolsillos, no estaba “lo había dejado en el baño”, le daba fiaca volver a ir al baño solo para buscar el celular, estaba seguro de que las otras dos provincias lo iban a despertar. Así que simplemente se fue a su cama y como cualquier otro día, durmió.
***
Argentina y Córdoba llegaron al fin al aeropuerto Ezeiza, eran las cinco de la mañana. Luego de no haber comido nada durante todo ese tiempo estaban muertos de hambre, sed y cansancio. Parecía que aún después de tantos años no se acostumbraban a los vuelos.
Argentina ahora tenía que hablar con sus “superiores” en el trabajo para contarles alguna excusa de porqué faltaba, podía hacer el trabajo desde su casa, pero no le gustaba faltar así como si nada.
Córdoba por otro lado iba a tener que volver a su vida “normal”, que era cuidar de sus ciudades y renegar con sus hermanos. Esperaba que ahora todo esté mejor.
Los dos se fueron caminando hasta la casa, a pedido del cordobés, que quería despejarse un poco de avión y de estar sentado.
Cuando llegaron todo estaba en silencio, nadie estaba despierto y era obvio al ser tan temprano. Argentina fue hasta su habitación y volvió con su computadora, “ya mismo” iba a hacer todo el trabajo de ese día y una pequeña carta de disculpas.
Córdoba dejó su mochila roja tirada en el sillón, se sirvió un vaso de yogurt y fue a su habitación a dormir.
Las horas pasaron como si nada.
Corrientes abría sus ojos de a poco mientras se acostumbraba a la luz de la habitación y a las charlas de sus hermanos, se estiró e hizo sonidos raros en lo que tardaba en despertarse.
Catamarca y Formosa estaban frente suyo charlando. El se sentó en la cama aún algo dormido sin saber bien qué estaba pasando.
—Dormilón, te despertaste.
La formoseña volteo a verlo mientras se reía un poco.
—¿Dormí mucho?
—Y sí, ya son como las once del medio día.
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*.✧Cancelado✧.*
Romance¡No está cancelada! Córdoba y Buenos Aires. Uno más perdido que el otro, capaz no es suficiente su cariño por el otro como para seguir. (Créditos por la portada ORIGINAL a mi amix.)