Misiones; No es una provincia que se complique tanto las cosas, es infantil y egoísta para muchos. Aunque verdaderamente él solo sabe que si uno se complica por todo no va a llegar a nada y prefiere seguir un ritmo relajado. Eso ya es algo que ya casi no hace falta explicar.
Hablando de él; Misiones luego de unas horas de vuelo llego a su destino: "México".
Cuando llego bajo tranquilo y dejo confundido a los trabajadores de aquel lugar a los cuales les había dicho que estaba bastante apurado.
Sin decir nada y con su mochila azul bien cargada camino hasta la salida del aeropuerto y se empezó a fijar en los taxis. El número, el color y la empresa. Encontró el que buscaba y fue directamente allí.
Pregunto si estaba desocupado a lo cual el taxista se sorprendió de verlo de nuevo y le dijo que no.
Misiones se subió al taxi tranquilamente, era el mismo taxista que la vez que había ido con su hermano y Argentina.
—Otra vez aquí... je, je...—empezó el taxista algo nervioso—¿hasta donde?
—¡Hasta donde la otra vez...! No me acuerdo la dirección...
Misiones empezó a reírse de sí mismo. Realmente sí sabía dónde era, mas al ver que el taxista lo recordó prefirió dejar que el taxista también recordará dónde era que lo había llevado la vez pasada.
Luego de esa pequeña charla el taxista arrancó el auto y empezó a manejar hacía nada más ni nada menos que la Residencia Mexicana. No tardaron tanto en llegar y en esos momento Misiones y el taxista ya pudieron entablar una conversación tranquila.
Misiones le pagó el viaje con algo de plata que le había quitado a la enfermera a la cual había atado a la cama de rehabilitación con Concepción.
Bajo y se dio cuenta de que la casa de México era muy distinta a la suya, era mucho más grande. Le gustaba eso.
Toco la puerta seis veces en alguna clase de melodía y espero pacientemente a que le abrieran. No tardó tanto para que el mismísimo México abriera la puerta.
La provincia Argentina miró a México analizándolo, lo recordaba de años pasados en los cuales había ido a su casa con Argentina y México no pudo evitar pensar que era alguna clase de ruso. Eso hasta que Misiones hablo en unos segundos.
—¡Hola México! ¿Cómo estás?, tanto tiempo.
Con esa frase quedó claro que era argentino a lo cual el mexicano se acordó de quién era; obviamente Misiones.
ESTÁS LEYENDO
*.✧Cancelado✧.*
Romansa¡No está cancelada! Córdoba y Buenos Aires. Uno más perdido que el otro, capaz no es suficiente su cariño por el otro como para seguir. (Créditos por la portada ORIGINAL a mi amix.)