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Al día siguiente, Faye se despertó temprano como siempre. Observó a Yoko, que dormía plácidamente a su lado, y decidió preparar un desayuno especial. Quería comenzar el día con una nota positiva y, sobre todo, hacerle sentir a Yoko lo amada y cuidada que estaba.

Mientras cocinaba, pensaba en cómo podrían ajustar sus rutinas para adaptarse mejor a la nueva realidad de Yoko. Sabía que el rodaje de la serie podría ser un desafío, pero confiaba en que, con la ayuda de sus amigas y la comprensión del equipo, podrían encontrar una solución.

Yoko se despertó con el delicioso aroma del desayuno y bajó a la cocina, aún algo somnolienta. Faye la recibió con una sonrisa cálida y un abrazo.

"Buenos días, mi amor. ¿Dormiste bien?" preguntó Faye, sirviendo una taza de café caliente para Yoko.

"Sí, dormí bien. Gracias, Faye. Esto huele delicioso," respondió Yoko, dejándose envolver por el aroma del café y el cariño de Faye.

Mientras desayunaban, discutieron los planes para el día. Marissa, Ize y Wanwand también se unieron a la conversación, y todas acordaron que era crucial hablar con el director del set y el equipo de producción para explicar la situación de Yoko y pedir su apoyo.

"Creo que es mejor que yo vaya a hablar con el director," sugirió Faye. "Puedo explicar todo y asegurarme de que entendamos las necesidades de Yoko."

"Estoy de acuerdo," dijo Marissa. "Nosotras podemos quedarnos con Yoko y asegurarnos de que esté bien mientras tanto."

Más tarde, en el set, Faye se reunió con el director y el equipo de producción. Explicó con detalle el diagnóstico de Yoko y pidió su comprensión y colaboración para ajustar el cronograma de rodaje.

"Lo entendemos, Faye," dijo el director con una expresión comprensiva. "Haremos los cambios necesarios para que Yoko se sienta cómoda y segura. Su salud es nuestra prioridad."

Al regresar a casa, Faye compartió las buenas noticias con las chicas. Yoko se sintió aliviada al saber que su equipo estaba dispuesto a apoyarla.

"Gracias, Faye. No sé qué haría sin ti," dijo Yoko con lágrimas de gratitud en los ojos.

"Siempre estaré aquí para ti, Yoko," respondió Faye, abrazándola con fuerza. "Juntas podemos superar cualquier cosa."

Esa noche, todas se sentaron juntas en la sala de estar, disfrutando de una tranquila velada. Yoko, aún algo cansada, se recostó en el regazo de Faye, sintiendo una paz interior que no había sentido en mucho tiempo. Sabía que, a pesar de las dificultades, estaba rodeada de amor y apoyo.

Las chicas conversaron sobre sus planes futuros, los próximos episodios de la serie y cómo podían seguir apoyándose mutuamente. La risa y la camaradería llenaron la habitación, creando un ambiente de calidez y esperanza.

Faye miró a Yoko y luego a sus amigas, sintiéndose inmensamente agradecida. Sabía que, con ellas a su lado, podían enfrentar cualquier obstáculo. Y en ese momento, decidió que haría todo lo posible para asegurarse de que Yoko siempre sintiera ese mismo amor y seguridad.

SANANDO JUNTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora