PDV Amy:
-¡Terminé!
Shadow y yo nos encontrábamos en el parque finalizando un proyecto que teníamos que entregar al día siguiente. Ya habíamos completado el trabajo, por lo cual nos quedamos sumisos de un silencio incómodo. Yo no paraba de lanzarle miradas nerviosas, esperando que decidiera hablar, si es que sabe.
-Así que, Shadow, ¿no?- Intenté sacarle conversación. -¿Qué te trae por este barrio?
-No te importa.- Me espetó. Bueno, al menos habló, es un avance.
-Bueno, vale. Solo estaba intentando ser amable.- Levanté mis brazos como si me estuvieran apuntando. Él alzó una ceja y se quedó mirándome.
Me daba escalofríos su mirada. Parecía que pudiese saber todo lo que sentía y pensaba solo con mirarme. A esas alturas, yo ya me había perdido en sus ojos rubís, absorta en su mirada. El erizo rompió el contacto visual, sorprendiéndome.
-Me resultas familiar. -Soltó. Yo me mantuve callada, esperando a que continuase. Si algo sabía de Shadow es cuando estaba pensando que decir o si había perdido interés en la conversación.
-Deben ser tonterías mías.
-¿A quién te recuerdo?- Pregunté. Él me miró, sorprendido en que haya mostrado interés por su comentario. Le animé con la mirada a que continuase.
-Una chica que conocí hace tiempo.- Suspiró, al parecer le costaba abordar el tema. -Fue mi única amiga. -Dejó de hablar y me miró. -No porque te estoy hablando de ella, ni que te importase.
-No, continúa. -Lo animé. -¿Por qué no me cuentas más de esa chica?- Quería saber que tanto recordaba de mí.
Nos pasamos horas charlando. No creía que hubiésemos tenido tantos recuerdos hasta que Shadow los mencionó con todo lujo de detalles. Después de tanto tiempo, había conseguido quitarle la coraza que estaba en el corazón del erizo. Era como si fuésemos niños otra vez, sin preocupaciones ni responsabilidades. Solamente nosotros dos. Pasaron la horas, pero se sintieron como minutos para mí. Sin aviso alguno, ya estaba anocheciendo. Estaba a punto de irme, pero Shadow me detuvo.
-Oye, nunca me dijiste tu nombre.- Me dijo. Yo tragué en seco.
-A-ah, ¿n-no?¿en se-erio?- Tartamudeé. -Bueno, llámame Ames.- Le respondí más tranquila.
-Ames.- Repitió. Me encantaba como sonaba mi nombre con su voz.
-Entonces, adiós, Ames.- Se despidió.
Sentí un vacío en el pecho cuando me alejé, pero no le di mucha importancia. Respiré el aire nocturno mientras dejaba que el viento acariciase mis púas. Disfrutaba más de la noche que de otra cosa. Tenía un aire tan misterioso pero a la vez tan encantador que me fascinaba. La hora en la que las luciérnagas creaban un espectáculo de luces y los grillos formaban una melodía tranquilizadora para el corazón. El momento en el que las estrellas eran tu cómplice y la luna tu consejera. Sonreí ante el escenario en el que me encontraba. Son estos pequeños momentos los que me hacían disfrutar de la naturaleza y el bienestar que esta nos otorgaba.
Llegué a mi portal con una sonrisa en el rostro, sumisa en mis pensamientos. Saqué las llaves de mi bolsillo y entré en mi cálido hogar.
necesitamos terapia urgente, o novios, lo q venga primero
Rouge: cómo te fue en la cita con Shadow?
Tú: q cita ni q ocho cuartos
Rouge: aburrida
Tú: tengo novio, sabes
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Destino (ShadAmy)
Teen Fiction"No encontraba las fuerzas para salir de la cama. Todo estaba tan bien. Tenía novio, las notas más altas de la clase... ¿Por qué el destino decidió que aparecieras por esa puerta? ¿Por qué no podía dejar de pensar en ti? ¿Por qué Shadow? ¿Por qué?" ...