Los templos parte 2
REINO KLIMATS
Sábado, 08 de noviembre de 2024
Habíamos llegado la noche anterior, Mermie y Mannie nos habían recibido y luego de cenar solo quería venir a acostarme a dormir, estaba agotada, completamente.
Con todo lo de los atentados, North se había encargado de eso junto con Gracie pero aun así me causaba un gran estrés no poder estar con ellos. Se mantenían en contacto cada que podían, tenía demasiadas cosas en la mente.
La puerta de la recámara se abrió y Gunter entró a la habitación quitándose su chaqueta, a diferencia de mí, él se quedó conversando con Mermie, su prometido y Mannie.
—Las chicas querían hablar contigo
—Estoy muy agotada solo quiero dormir diez años—Él soltó una suave risa.
Cuando estuvo en pijamas se metió conmigo a la cama, pasándome un brazo por la cintura, quería poder dormir con tranquilidad pero unos ojos grises se mantenían en mi mente, unos ojos grises idénticos a los míos.
—Pecosa, estoy seguro de que si fuese sucedido algo malo, ya lo sabríamos—Suspiré, pero la tensión no se fue de mi cuerpo, sentía que algo iba mal, no solo en general sino en este reino, sin embargo esperé que solo fuera su paranoia. La respiración de Gunter se volvió profunda por el sueño, estaba agotado, yo también lo estaba pero aunque mis ojos ardían no podia conciliar el sueño.
Estos cinco años de tranquilidad me habían hecho olvidar lo difícil que era estar en esta posición nuevamente. Hace cinco años lo enfrenté como pude, pero es que era diferente esta vez, había mucho más en juego, era el mundo entero que estaba en peligro.
¿Cuál es mi misión como Elegida? No pude evitar preguntarme, suspiré acomodándome mejor en la cama.
Si fuese por mí iría directamente al templo en este momento. Miré a Gunter dormir.
Bueno, nadie precisamente te dice que no puedas hacerlo
¿Qué era lo peor que podría pasar?
Nada bueno comienza con esa frase
Ignoré a mi subconsciente y me levanté con cuidado de la cama, me cambié rápidamente por unos pantalones y chaqueta de cuero que me mantuvieran caliente en la fría madrugada, me puse una botas y tomé la daga que me había regalado mi padre en mi cumpleaños número 24. La enfundé en el arnés del muslo, tomé una capa con capucha, me la puse y sin más salí de la habitación.
El castillo de Stormreach estaba silencioso, uno de los guardias me miró pero no dijo nada. Seguí caminando hasta llegar a las escaleras, caminé hasta después de la gran cocina, a la puerta trasera.
Apenas llegamos Gunter consiguió un mapa hasta el templo por lo que había visto el camino para llegar. Los sonidos de la noche me tranquilizaron mientras caminaba hasta los establos, los caballos dentro resoplaban, miré el hermoso caballo blanco que estaba casi al final y no hubo nada más que pensar.
Tomé una silla, montándosela y ajustándola. Probablemente Gunter se moleste conmigo por no esperar por él o siquiera esperar hasta mañana, pero es una tortura intentar dormir cuando sé que no podré.
—Hola amigo, daremos un pequeño paseo—Le palmee el cuello, el caballo me miró como si quisiera pedirme algo a cambio, le sonreí—. Mañana te conseguiré manzanas, lo prometo—El caballo resopló, tomé la silla para montar e impulsándome me monte.
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Everest: Resurgiendo
FantasyDespués de la caída, La Elegida se alzó y resurgió. Los reinos estuvieron al borde de la destrucción. Sin embargo, la paz y la armonía se esparcieron. Y justo cuando todo estaba resurgiendo... Cuando todos pensaron que todo había terminado. El pro...