La felicidad de la tranquilidad.
Londres — Inglaterra
Meses antes.
Jueves, 16 de mayo de 2024
—¡... Feliiiiz cumpleaños a tiiii!—Cantamos todos a Gunter quién gira los ojos pero sonríe y se inclina apagando las velas.
Veintiséis años y seguía siendo un amargado.
— ¡Tíoooo!—Exclamó Ade extendiendo sus brazos hacia él. Gunter la tomo en sus brazos sonriéndole a la pequeña de cinco años—. Feliz cumpleañoooos
—Gracias, cosita horrorosa—Ella ríe por el apodo, encantada. Gunter me observa sonriendo.
— ¿Pediste un deseo, odioso?—Le dice Steve pasando un brazo por sus hombros—. Uno que no involucre a la princesa, para variar—Gunter le pone mala cara.
— ¡Es hora de comer pastel!—Exclama Mónica correteando sobándose su vientre redondeado.
— ¡Mujer, deja de correr, vas a botar a mi hijo antes de tiempo!—Le dice Edan riendo.
—Titi—Una personita tira de mi vestido, bajo la mirada encontrándome con unos hermosos ojos amarillentos.
— ¿Qué pasa, Stella?—Pregunto agachándome, la pequeña de dos años me sonríe.
—Yo quelo patel—Murmura
—Ya te vamos a dar pastel, nena
—Elliot, ven aquí pequeño demonio—Purple correteó detrás del pequeño de tres años, quien le hacía mofa.
—Stella, ven—La llama Macaia, la pequeña se va tras su mami.
A veces me pregunto cómo es que tan pronto llenaron a toda la familia de niños, alias: horrorosas criaturas.
—Dios, ya crearon un zoológico completo—Se queja Gunter. Eso me hace sonreír, le doy un besito en la mejilla.
—Faltan los tuyos con Eve—Le dice Naydak, meciendo a su bebé de seis meses de un lado a otro, Yves aparece haciéndole mimos al pequeño, es un excelente padre. Gunter la manda a callar, ella ríe abiertamente.
Comemos juntos el pastel los niños deleitándose con el chocolate.
Ya habíamos terminado cuando Quincy se puso de pie llamando nuestra atención.
—Bueno, no me mates Gunter pero... Estoy embarazada
—Noooooo—Gunter exclamó dramáticamente cual Luke Skywalker descubriendo que Darth Vader era su padre.
Ella refunfuñó y Mekir la consoló dándole un beso corto en los labios.
—Eras mi compañero en esto de no tener hijos, Mekir—Se lamentó mi novio.
—Y si tú sigues en ello te vas a quedar sin novia, imbécil—Le digo cruzandome de brazos malhumorada, Mekir se ríe.
—Ven acá, pecosa—Él me da un beso.
— ¡AYYYYY!—Grita Gracie quien sostiene a Gretchen, la pequeña rubia de un año, mi sobrina—. Joder, Stella, no hales mi cabello, niña mala.
— ¿Jo—er?
—Mierda, Gracie, no digas malas palabras frente a los niños—La regaña Sivor.
— ¿Mie—da?
— ¡No, no, Stellita! No repitas lo que papá dice, o tú mamá me va a...
— ¡Sivooor Sorni! ¿Qué está repitiendo nuestra hija?—Macaia lo mira severamente.
ESTÁS LEYENDO
Everest: Resurgiendo
FantasyDespués de la caída, La Elegida se alzó y resurgió. Los reinos estuvieron al borde de la destrucción. Sin embargo, la paz y la armonía se esparcieron. Y justo cuando todo estaba resurgiendo... Cuando todos pensaron que todo había terminado. El pro...