Capítulo 24

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ㅡ¡Ayúdame a levantarla!ㅡChilló la humano con preocupación en su voz, su madre se había desmayado por la imprudencia de la pelinegra.

Lisa hizo una mueca, levantando a la mujer en el sofáㅡAy perdón, se me salió.

Jennie la miró mal por unos segundos, tomando su rostro con ambas manosㅡ¿Ahora qué le diré?

ㅡSegún yo los hombres lobo para los humanos eran solo historias, pero nadie creía en ellos. ㅡmurmuró, mirando a la mujer inconsciente sobre el sofáㅡSeguro despertará en minutos, no creo que esté muerta ¿O sí?

ㅡ¡Cállate Lisa!ㅡsoltó otro chillido, descubriendo su rostro antes de verlaㅡEstá viva, solo está inconsciente así que tenemos que esperar a que despierte para explicarle tu estúpida frase, ¿No podías esperar? Yo tenía planeado decirle y explicarle todo, no está bien que le digas las cosas así a cualquier persona por dios.

La pelinegra suspiró, cerrando los párpadosㅡY no le dije nada malo, además que sensibles son los humanos.

ㅡNi siquiera voy a responderte. ㅡmurmuró con la mandíbula tensa, mirando a su madre mientras esperaba que volviera a estar consciente.

Y para esto tardó quince minutos en volver, despertando desorientada al ver a ambas chicas en la sala.

Miró primero a su hija, luego a la pelinegra.

Jennie se quedó en silencio, procesando lo que iba a decirle a su madre para tranquilizarla.

Okay, tampoco era tan fácil decirle a tu madre que vas a unirte con una mujer lobo, te hará su omega, te dará sus cachorros y serás parte de una manada.

"Respira Jennie, uno, dos, tres" Pensó la menor, mordiendo sus mejillas internas al estar nerviosa.

Quizá no sería tan malo contarle, pero... ¿Quién iba a creer su historia? Fue rara a decir verdad, no todos los días un cambia forma entra a tu hogar fingiendo ser un perro husky, además tiene una estúpida obsesión a las croquetas de perro.

ㅡMami, estás bien. ㅡse atrevió a decir una vez, acariciando las manos de su madre.

Eujin se quedó en silencio unos segundos, pero luego de éstos hablóㅡT-tú eres una mujer lobo. ㅡseñaló a Lisa.

La pelinaranja hizo una mueca, su madre iba a tomarlo muy malㅡNo mami, Lisa es... está estudiando para ser escritora, así es, solo es una de sus historias así que no le hagas caso.

ㅡSí, disculpame señora pero también estoy estudiando para ser actor, estos colmillos son solo accesorios para la obra en la que Jennie participará junto conmigo. ㅡapoyó la pelinegra, sonriendo al buscar la manera de acercarse más a la menor.

Jennie lo miró mal, frunciendo levemente la narizㅡAh-ah sí, exactamente ambos vamos a participar en la obra así que para eso son sus colmillos, nada de que preocuparse.

Y así, tuvieron que explicarme media hora sobre su falsa obra de la universidad.

Estaban salvadas, esta vez.

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Luego de ese momento incómodo pasara, la castaña se fue a su hogar dejando a ambas adolecentes sólas, no sin antes decirles que podían contar con ella para cualquier cosa.

Dando besos insistentes en las mejillas de su hija y apretones de mejilla hacia Lisa.

Sinceramente era agradable, pero se veía muy protectora con la pelinaranja.

Así que decidieron esperar un poco más para explicarle todo lo que iba a suceder con ellas, quizá luego que el cortejo terminase lo harían o algo así.

Por el momento decidieron estar tranquilas y dejar el asunto de pareja entre ellas, no era necesario involucrar a sus familias en su vida, al menos no todavía.

A diferencia de los Manobal, Eujin fue buena persona con la pelinegra y claro, los humanos eran más amables y menos mandones. Eso le gustó a la pelinegra, quizá conviviendo más con ellos aprendería a tratar a su omega como se lo merecía.

Jennie se merecía cada cosa bonita del mundo y ella iba a dársela, pase lo que pase, aprendiendo de todos sus errores y disculpandose al darse cuenta, siendo atenta a los sermones que la pelinaranja le daba cada vez que metía la pata.

Ya encontraría más maneras para seguir el cortejo, por ahora solo le daría mimos hasta que se pusiera feliz y ronroneara como un gatito, tan bonita como siempre. 

Secret Alpha | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora