Jennie llevó a su cachorra hacia el departamento, ayudándose con la correa para llevarla y no soltarse en el camino. Aunque Lisa era una cachorra muy bien portada, no se había soltado ni había tirado baba en el camino.
ㅡNuestro hogar es el departamento dieciséis y si algún día te pierdes debes aprender el camino, no quiero que nadie más te robe porque eres una cachorra muy linda y eres mía. ㅡasintió con una sonrisa, acariciando las orejas peludas de su mascota.
"Tú también eres linda y eres mía" Respondió la loba en sus pensamientos, batiendo su cabeza rápidamente.
ㅡY voy a soportar hasta tus pulgas, ¡Oh! ¿Tienes pulgas? ㅡladeo la cabeza, frunciendo su narizㅡ Mhm creo que voy a llevarte a una clínica para que te den tu servicio todas las semanas y así puedas dormir en mi cama.
La loba asintió, moviendo sus patas un tanto impaciente.
Jennie sonrió aún más, abriendo la puerta de su apartamento para dejar entregar al animal en su nuevo hogar.
ㅡMira... es algo pequeño y desordenado pero prometo mantenerlo limpio para que tú y tus patitas se sientan cómodas. Además casi nadie viene a visitarme así que puedes ser libre en todo el lugar, estoy sóla casi siempre si omitimos a mamá.
Lisa pensó unos segundos, ella no había pensando en la posibilidad que la pelinaranja tuviese una pareja pues, humana.
Gruñó un tanto celosa de pensar que su omega tenía pareja, tendría que averiguar por su cuenta.
ㅡY seremos tú y yo, solo debo salir por las mañanas al trabajo y luego volver contigo. ㅡasintió de nuevo, soltando el collar de la correa dejando libre a su mascota.
El lugar era pequeño pero de igual manera no habían muchos muebles pero sí un pequeño espacio en donde podía echarse su mascota, con juguetes mordisqueables y su pequeño colchón para poder dormir cómodamente.
ㅡTambién tenemos ropita para que te pongas, no pensé que fueses tan grande... pero voy a tratar de buscar.
Jennie no pensó que la mascota que adoptaría fuese tan grande, creyó que realmente era una cachorra de un año o algunos ocho meses. La pelinaranja calculaba que era de al menos cuatro o cinco años de edad, igual era muy amigable y dulce.
Jennie paseo sus dedos sobre el hocico del animal, mirándola con una muecaㅡ Eres muy grande, cachorra.
Su hocico era más grande que la palma de la chica, si así estaba su hocico no quería ni imaginar como estarían sus dientes.
Sus patas también eran muy grandes al igual que sus garras, además sus orejas eran enormes. Sus ojos eran oscuros, su mirada era intimidante y penetrante.
ㅡEstá bien cachorra, um... vamos por algo de comer ¿Si? ㅡdijo en voz baja, comenzando a dudar sobre la raza del animal.
La pelinegra asintió, caminando detrás de la chica con cuidado de no asustarla más.
"Muchachas estas de ahora, son tan miedosas" pensó la mayor, batiendo felizmente su cola "Aunque no te culpo, a tu edad le tenía miedo a los besos de mi tía, joder ella era tan empalagosa, señora loca ¡Jesús!" Dijo así misma, recordando a su fastidiosa tía lejana. Por lo menos no tendría que verla en muuuucho tiempo.
Aunque quizá extrañaría a Minnie, era su mejor amiga desde siempre y claramente iba a extrañarla en algún momento pero estaba seguro que la chica de ojos lindos era el amor de su vida.
Sabía que Jennie no podía escuchar lo que pensaba hasta que la marcara y la convirtiera en omega, su omega.
La pelinaranja estaba centrada en buscar la comida para su nueva mascota, había investigado que los husky eran muy delicados a la hora de comer así que tendría cuidado al darle los ingredientes en las comidas.
Y por otro lado el loba quería volver a probar las croquetas, tenía una pequeña obsesión por ellas desde que las probó y sabían muy bien.
Ese gusto por las croquetas comenzó desde que Minnie le obsequió un paquete en uno de sus cumpleaños en forma de broma, las probó y quedó fascinada con ellas. Claro que Minnie le dijo varias veces que era asqueroso pero a ella le fascinaban esas croquetas.
ㅡUmm... Minnie dijo que las croquetas son tus favoritas así que he comprado varios paquetes para ti. ㅡdijo la menor con una sonrisa, subiendo a un pequeño banco cerca del mueble de cocina para alcanzar los paquetes con comida.
Al encontrarlo lo tomó en sus manos, bajando del banquito con ayuda de un pequeño brinco.
Lisa batió felizmente su cola, esperando por las deliciosas croquetas.
Aunque si pensaba que Lisa es rara al comer croquetas, hay que tener en cuenta que se hace pasar por un perro para conocer a su destinada.
La pelinaranja se puso en cuclillas a su lado para tomar el plato canino para poder en el toda la bolsa de croquetas, la necesitaría. Se veía que el animal comía demasiado así que estaría preparada al alimentarlo, aunque ella pensaba que había algo en ese perro que no era del todo normal.
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Secret Alpha | Jenlisa
FanficJennie solo quería adoptar a una cachorra cuando se independizó, no se imaginó lo que pasaría luego de adoptar. Adaptación autorizada. Todos los créditos a harryomega