Jennie solo quería adoptar a una cachorra cuando se independizó, no se imaginó lo que pasaría luego de adoptar.
Adaptación autorizada. Todos los créditos a harryomega
Lisa estaba muy nerviosa en la parte de atrás del auto, arrepintiendose por completo de su estúpida idea.
Pero no había vuelta atrás, solo esperaba a que todo saliera bien y bueno, que la humana no la sacase de su casa a patadas al enterarse que tenía una mascota cambiaforma.
Aunque quizá comenzaba a pensar en tirarse por la ventana del auto, claro no tenía ni la menor idea que hacer.
Porque vamos, tenía que decirle a la humana que era una mujer loba y además que ella era su omega destinada. Aunque Jennie aún no era una omega completa.
Había investigado un poco de esa chica de ojos gatunos que había conocido en una pastelería meses atrás cuando esta fue a comprar un pastel de fresas por el cumpleaños de su madre. Habían cruzado palabras pero nada más, Lisa se quedó con ansias de saber más sobre ella.
Pero gracias a su olfato desarrollado pudo descifrar que esa chica era descendiente de una mujer loba, por lo que pudo sentir que era quizá su tatarabuela así que tenía la mínima posibilidad de ser una omega.
Los hombres y mujeres lobo se habían casi extinguido años atrás por eso a la pelinegra le daba tanto miedo que chica la rechazara por ser uno. Aunque la mayoría creía que la existencia de esas criaturas había sido solo una historia vieja para asustar a los niños.
Y era raro cuando un descendiente sabía que alguno de sus familiares fue un hombre lobo, seguramente la pelinaranja tampoco sabía eso.
Lisa ahora estaba arrepentida de su decisión. Pero vamos, ya había ideado algo.
Para ponerlos en contexto, gracias al olfato del pelinegra pudo encontrar donde vivía y con un poco de ayuda de sus amigos consiguió sus redes sociales. Iba a hacer una charla normal fingiendo haberse equivocado de chat pero su idea cambió cuando la pelinaranja subió un tweet.
"¡Hola! Estoy buscando un cachorro para adoptar, pueden enviarme información por dm :3"
Al ver eso la pelinegra le pidió ayuda con urgencia a su mejor amiga, necesitaba volver a encontrarse con esa chica de cabello naranja y quería estar cerca de ella.
Y Minnie ya estaba acostumbrada a las situaciones por el estilo así que aceptó a ayudarla. Tuvo que escribirle a Jennie que tenía a una husky adulta en adopción por si le interesaba y Jennie era una buena amante de los animales así que aceptó a traerla a su hogar, había visto las fotos del animal y se había enamorado de lo linda que era.
Una husky negra con ojos oscuros, sus cachorros iban a ser hermosos seguramente y le daría una familia muy bonita.
Así que era un buen perro de compañía además de ser una raza cruzada y única por eso era de ese tamaño y su olor era siempre madera y alcohol.
Entonces esa era la razón por la que iba a un auto de un adolecente fingiendo ser un perro.
ㅡEres una cachorra muy bonita pero eres muy alta. —dijo la pelinaranja hacia el animal, soltando una risita—Estoy segura que vas a amar tu nuevo hogar, además yo amo mucho a los perritos entonces he tenido algunos y les daba premios a mis bebés. Tendrás tu camita, tu agüita, tus croquetitas y tus mimitos todas las noches. —asintió con una sonrisa plasmada en su rostro, estaba muy feliz por tener una acompañante para vivir su vida independiente.
La loba batió su cola lentamente, mirando a la menor por el espejo de adelante.
Habían dos cosas que hacían que la pelinegra pensara positivo: estaría con su destinada y comería croquetas de perro.
La chica se veía amable y cariñosa con los animales, esperaba que la tratase bien.
Jennie seguía hablando y hablando sobre como era su hogar, seguro iba a oler delicioso y dulce tal como olía el pelinaranja.
El camino no fue tan largo, solo fueron unas cuantas cuadras antes de llegar al edificio donde estaba el departamento de la menor.
Lisa podía sentir el aroma en todo el lugar, podía sentir que había un parque cerca, una carnicería a unas calles y también un starbucks. Su increíble olfato iba a ser muy útil.
—Llegamos a nuestro hogar, cachorra. Vamos a dejar el auto en el estacionamiento y luego vamos a subir a nuestro hogar ¿Hm? Así podrás conocer y jugar con tus accesorios que compré, nos vamos a llevar muy bien. —Jennie habló nuevamente, dando una curva con cuidado para entrar al estacionamiento de edificio— Y te daré unas reglas para que te portes bien y no des problema.
La loba soltó un bufido, mirando a la humana con el ceño fruncido.
"Niñata tonta, a mi no me mandas" Pensó, soltando un gruñidito bajo.
—Hey, hey sin gruñir. —regañó la pelinaranja, señalandola con el dedo—Minnie dijo que eres muy obediente así que ahora debes serlo conmigo, no voy a darte reglas tan exageradas así que sin gruñir.
Lisa soltó otro bufido, tirándose al suelo del auto.
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