Capítulo 38

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La visita de Desmond solo duró cuatro días, pues luego de ese tiempo debía volver a la ciudad por cuestiones del trabajo.

Lisa había notado como la partida de su suegro le había afectado a la menor, quien había pasado esos cuatro días con total alegría, hasta que tuvieron que despedirse. Después de llevar a Desmond al aeropuerto, Jennie regresó muy callada en el auto de la pelinegra, lo cual era raro pues siempre buscaba la manera de entablar conversación con su alfa.

Además de eso, Jennie se había puesto muy mimosa, tímida y algunas veces estaba intranquila.

Su omega buscaba llamar la atención de su alfa, pues la interacción con su padre la hizo recordar la falta de una figura paterna, inconscientemente Jennie buscaba en la protección y el amor que nunca obtuvo por parte de su padre.

Los cambios de humano-omega estaban afectando mucho a la pelinaranja, quien se negaba a ir a la universidad los días que le correspondía, así que Lisa tuvo que ayudarle a cambiarse de horario, ahora tenía el plan fin de semana.

Lisa aceptaba que su omega se estaba volviendo dependiente a ella, aún sin ser marcada, no podía imaginarse cuando le pusiera su marca en el cuello. Jennie se volvería aún más cercana a ella, eso le preocupaba.

La alfa también cayó en cuenta de eso, el tener que cuidar a su omega las veinticuatro horas del día cuando la marcara, eso le estaba preocupando demasiado. La duda de que sí podría aguantar todo eso estaba plantada en su cabeza, rebotando de un lugar a otro.

ㅡAmor. ㅡdijo la pelinegra, caminando hacia donde la pelinaranja estaba durmiendoㅡHey, es hora de despertar. ㅡmurmuró, moviendo un poco a la menor.

Sonrió levemente al ver como la pequeña nariz roja se fruncía al sentir los leves movimientos.

ㅡOtro ratito más. ㅡmurmuró la pelinaranja, volteandose para darle la espalda a la alfa.

ㅡYa no más ratito. ㅡrespondió la alfa, sentándose al lado de la pelinaranjaㅡYa has dormido mucho, Jennie. Es la una de la tarde, debes comer algo o te vas a enfermar. ㅡmurmuró.

ㅡEstoy bien... pero no te vayas. ㅡmurmuró la omega, sacando una de sus manos debajo de la sábana para agarrar a la mayor de la camisa, evitando que se fuera.

ㅡDebo ir a trabajar, mi amor. ㅡsuspiró con cansancioㅡNo puedo quedarme contigo, solo necesito ver que comas algo para poder irme al trabajoㅡmurmuró.

Jennie soltó un bufido, enterrando su cabeza en la sábanaㅡVoy a comer algo, pero no te vayas al trabajo, quédate conmigo. ㅡpidió con voz suave.

ㅡNo puedo quedarme contigo. ㅡvolvió a decirㅡDebo ir al trabajo, últimamente ha estado muy pegote y yo necesito trabajar.

Hubo un silencio después de eso, Lisa dispuesto a levantarse de la cama para ir por la comida en una bandeja y alimentar a la pelinaranja en la boca ㅡcomo lo había hecho durante esas últimas cinco semanasㅡ.

Se detuvo en seco al escuchar un leve sollozo entre las sábanas, volteo a ver hacia la pelinaranja, quien se había hecho una bolita con la sábana.

ㅡ¿Qué pasa, cielo?ㅡmurmuró Lisa, arrodillandose al lado de la cama para acariciar los hombros de la menorㅡNo llores, mi amor. Dime que sucede.

Con cuidado descubrió a la menor de la parte de arriba, encontrándose unos ojos inundados de lágrimas.

ㅡMi amor. ㅡdijo la alfa , su tono de voz cambiando a uno mucho más suaveㅡTranquila, dime que te sucede. ㅡpidió, acariciando con cuidado las mejillas húmedas.

Jennie hizo un pequeño puchero al ver fijamente los ojos de la alfa, bajando la mirada segundos después.

ㅡDime que pasa, amor. ㅡvolvió a pedir la pelinegraㅡDime que tienes, puedo ayudarte con tus malestares.

ㅡT-tú dices que soy un-una carga. ㅡdijo la omega mientras más lágrimas caían por sus mejillas rojasㅡY- no sé que me pasa. ㅡmurmuróㅡNo sabía q-que te molestaba.

ㅡNunca dije que eres una carga, Jen. ㅡdijo Lisa con una leve sonrisaㅡSolo dije que has estado muy pegote.

ㅡEso suena c-como una que-queja. ㅡhipó.

Lisa suspiró, quizás había sido muy ruda con su omegaㅡTienes razón, perdóname mi amor. ㅡsusurró, comenzando a lamer las mejillas de la omega para secar sus lágrimasㅡEs algo normal que te pongas pegote ¿Si? Es parte de tu cambio hormonal, no tienes que sentirte avergonzada de eso.

ㅡ¿Entonces no-no me v-vas a cambiar?ㅡpreguntó con voz entrecortada, más lágrimas cayendo por sus mejillas.

ㅡClaro que no, mi pequeña omega. ㅡsonrió aún másㅡJamás te cambiaría por nada, créeme que nuestro lazo es para siempre.

Jennie sorbió su nariz, sus mejillas poniéndose aún más rojas por la vergüenzaㅡPerdón por ser un caprichosa. ㅡmurmuró.

ㅡEso no importa ¿Hm?ㅡvolvió a acariciar las mejillas sonrojadasㅡYo estoy para cumplir todos tus caprichos, omega.

ㅡGracias, alfa. ㅡsonrió levementeㅡ¿Te quedas a desayunar conmigo?

Lisa asintió suavemente, el trabajo podía esperarㅡClaro que sí, te he preparado fresas y bananas con crema y avena, es algo liviano. ㅡSonrióㅡPara empezar el día está bien, la comida te ha estado cayendo pesada últimamente ㅡsuspiró.

ㅡEso me gusta mucho, gracias. ㅡmovió su cabeza, demostrando su felicidad.

La pelinegra suspiró aliviada al darse cuenta que había calmado a su omega, tendría que ser cuidadosa con su trato de ahora en adelante.

Los síntomas de cambio humano-omega eran: dolores de cabeza, náuseas, sensibilidad, gripa leve, poco apetito, entre otros.

Secret Alpha | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora