Secret Alpha | Jenlisa

Capítulo 35

Jennie se aferró a la tela del asiento en donde estaba, miró fijamente a Lisa mientras su pecho subía y bajaba. 

ㅡ¿C-cómo es p-posible?ㅡtartamudeo JennieㅡT-tú d-dijiste que c-cuando me marques i-iba a s-suceder. 

La pelinegra gruñó bajo al mismo tiempo que apretaba el volante para controlar cualquier instinto animalㅡNo lo sé, creí que te ibas a convertir en una omega completa después de que te marcara. ㅡrespondió en voz bajaㅡO puede ser que tu omega reconoció a mi alfa y comenzó su transición a una omega completa.

ㅡ¿Y q-qué d-debo hacer a-ahora?ㅡpreguntó la menor con la voz agitada, sentía como todo su cuerpo estaba caliente, el sudor estaba cubriendo su cuerpo y además sentía algo líquido entre sus pantalones, sentía vergüenza y excitación.

ㅡTe voy a explicar cuando lleguemos a tu departamento. ㅡmurmuró mientras mordía su labio inferior para concentrarse en el dolor y no en todas las feromonas que soltaba la pelinaranja. 

Jennie inconscientemente comenzó a jadear y gemir bajito, sus manos seguían aferradas en el asiento mientras su pecho seguía subiendo y bajando. 

El camino hacia el departamento de la pelinaranja fue rápido, pues la pelinegra sabía que tenía poco tiempo antes de que la pelinaranja se pusiera insistente. Al llegar al edificio dejó el auto estacionado afuera para bajar rápidamente y cargar a la pelinaranja entre sus brazos. 

ㅡEspera un poco más. ㅡpidió con los dientes apretados, podía sentir como sus manos estaban empapadas de lubricante y las feromonas se hacían cada vez más fuertes.  

La pelinaranja se escondió en el cuello de la pelinegra, nunca había sentido tanta excitación y tampoco había experimentado el deseo de tener a alguien dentro suyo, calmando la temperatura que su cuerpo estaba sintiendo. 

De repente pudo sentir como el pecho de la pelinegra latía con fuerza, las manos la aferraron más fuerte y varios gruñidos escaparon de los labios de la mayor. 

ㅡMierda. ㅡsusurró la mayor con la mandíbula apretada. 

ㅡ¿Qué sucede?ㅡmurmuró la menor, con la voz aún agitada. Alzó la vista para observar el rostro de la pelinegra, quien parecía enferma de alguna gripa muy fuerte, tenía sudor en la frente, labios resecos, ojos rojos y mejillas sonrojadas. 

ㅡMi celo se acaba de sincronizar con el tuyo. ㅡsusurró. 

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Una vez ambas estuvieron en el departamento, la pelinegra caminó directamente hacia la cama de Jennie, aún sin soltarla.

Tenía que tener cuidado, su alfa se estaba controlando para no dejarse llevar por sus propios instintos de alfa. 

ㅡJennie. ㅡllamó el pelinegra en voz baja, sus manos soltaron cuidadosamente a la pelinaranja sobre la camaㅡEs tu primer celo, amor. ㅡle dijo en voz baja, aunque eso ya era algo obvioㅡAsí que... por favor debes quitarte la ropa. 

La mejillas del omega se pusieron completamente rojas. ¿Desvestirse? Nunca lo había hecho frente a alguien que no haya sido su madre o padre cuando era una niña.

ㅡNo tienes que tener miedo, omega. ㅡsusurró la mayorㅡEs para ayudarte, bebé. Además no creo que sea tu primera vez. ㅡrió bajo, intentando sacar el chiste de la situación y hacerlo entrar en confianza. Alzó las cejas al no obtener respuestaㅡ¿Jennie? ¿Es tu primera vez?

La pelinaranja mordió su labio inferior por la vergüenza, en realidad sí era su primera vez. 

ㅡOh. ㅡmurmuró la mayor ㅡOkay... No te preocupes por eso ¿Si? Podemos esperar a que sea el momento indicado para que tengas tu primera vez si no te sientes cómoda ahora. 

ㅡYo confío en ti. ㅡsusurró la menorㅡAdemás... he tenido varios sueños húmedos contigo, me gusta mucho cuando te pones dominante y gruñes por cualquier cosa. 

ㅡMocosa sucia. ㅡsusurró la alfa, tomando las caderas de la menor con ambas manos para atraerla más a ellaㅡDespués no te quejes como una mocosa llorona. 

Jennie sonrió al escuchar esas palabras, dejándose hacer por la pelinegra.

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Ahora ya no eran Jennie y Lisa, eran simplemente una alfa y una omega guiadas por sus instintos animales. 

La pelinegra sostenía las piernas de la pelinaranja en sus hombros, al mismo tiempo que empujaba contra ella con fuerza. Las embestidas eran duras y rápidas al igual que los rasguños que la pelinaranja le daba a su alfa, se podía escuchar el choque de pieles en el departamento y también los gemidos, jadeos y gruñidos. 

Jennie estaba en el mejor punto de su vida, nunca antes había sentido tan buenas sensaciones y estar en celo con una alfa complaciendola era mucho mejor que el sexo vainilla que alguna vez imaginó, le gustaba demasiado como Lisa la trataba en esos momentos, le gustaba mucho el lado dominante de Lisa. 

ㅡEres mía, mi omega. ㅡsusurró la mayor  contra la boca de la más baja, sin dejar de empujar con fuerzaㅡY nadie más puede tocarte, porque eres mía. 

ㅡMás, ahh, más alfa por favor. ㅡpidió la omega mientras movía sus caderas en círculos, quería sentir mucho más. 

Lisa sonrió de lado al ver lo desesperada que estaba la pelinaranja, tomó la mandíbula de la menor con una de sus manos y con otra la dirigió hasta el punto sensible de la omega. 

ㅡDilo. ㅡexigió con voz fuerteㅡDi que eres mi omega, di que lo eres. 

ㅡSoy tu omega. ㅡdijo en voz baja, apretando los párpadosㅡSoy tu omega y tú eres mía, eres mi alfa. 

Ambas sonrieron al mismo tiempo, solo faltó un poco más para que Jennie se corriera y ella misma dentro de la menor. 

Ambas unidas por el nudo de la alfa, Jennie sintiéndose completamente llena por toda la corrida en su interior y Lisa satisfecha al saber que su omega estaba satisfecha.