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Naruto se dirigía al centro educativo cuando observó algo de interés. Tras pasar recientemente por un callejón lateral, se detuvo un momento para inspeccionar la zona. Creyó haber visto a alguien, así que retrocedió tres pasos para mirar dentro del callejón. Al cabo de unos segundos, decidió que no ganaba nada demorándose y continuó su camino.

Ya había hecho planes para evitar a cuatro personas lo mejor posible. Si seguía relacionándose con Basara, Yuki, Mio o Takigawa, se vería envuelto en una situación inoportuna. Estaba seguro de ello. También pensó en el sueño que tuvo anoche. Estaba claramente ambientado en su antigua realidad.

En un sueño reciente, vio a un anciano de ojos morados, túnica blanca y dos cuernos en la frente. El aspecto del hombre era algo inusual, casi parecido al de un extraterrestre. Luego procedió a ver el sueño a través de los ojos de uno de sus dos hijos. Fue una experiencia intrigante, pues sintió como si hubiera vivido la vida del hijo menor hasta que cumplió 12 años.

El hermano menor se llamaba Ashura, y el mayor, Indra. Los detalles del sueño no eran prioritarios en aquel momento. Naruto recordó las aportaciones del hermano mayor a este concepto de Ninshu. No estaba seguro de cómo era factible, pero vio la creación de los famosos signos de las manos en su sueño. Naruto observó cómo Indra utilizaba los signos de las manos para diversos fines. Como resultado, los individuos de su sueño podían utilizar el chakra de formas distintas al fortalecimiento de sus cuerpos.

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Observó sus manos, hizo una pausa, colocó su mochila en el suelo y realizó uno de los signos. Pudo discernir la reacción del chakra dentro de su cuerpo. Era un proceso inusual y desconocido, pero con un objetivo claro. Cerró los ojos y levantó la mochila del suelo, luego empezó a caminar de nuevo, pensando que tendría que probar un nuevo método de entrenamiento. Aún podía recordar los distintos signos manuales. Cuando pensó en ello, recordó que, justo al salir de la academia, había habido una discusión sobre esos signos de las manos.

Se sintió desconcertado al darse cuenta de que había abandonado la academia poco antes de aprender todos los signos manuales que había visto en sueños. Cada signo de mano inventado por Indra estaba meticulosamente documentado en su cerebro. Fue una experiencia insólita. También sintió que su chakra era ligeramente diferente al de antes. Era como si el sueño hubiera interactuado con su cuerpo real. Su chakra seguía siendo reconocible, pero no idéntico. Seguía siendo un vasto océano de chakra casi infinito.

Incluso cuando sólo era capaz de utilizar las funciones básicas del chakra, era consciente de que sus reservas de chakra eran mayores que las de cualquier otro shinobi de la Aldea Oculta de la Hoja. Las considerables reservas de chakra de su cuerpo se mantenían constantes, aunque mostraban características distintivas. Averiguaría la situación, pero antes de poder investigar, debía sortear la jornada escolar sin verse arrastrado por las actividades de aquellos cuatro individuos. Al llegar a la escuela, Naruto observó que aún no había muchos estudiantes en las instalaciones. Llegó a la escuela un poco antes de lo habitual, sintiéndose inquieto e incapaz de deshacerse de un sueño recurrente. Su cuerpo también estaba inquieto, como si esperara nuevas instrucciones. No estaba seguro de cuáles podrían ser esas instrucciones, pero confiaba en que pronto las descubriría. También consideró la posibilidad de abandonar antes la escuela si su cuerpo no se calmaba. Por ahora podía ignorarlo, pero la sensación era bastante intensa.

Unos minutos después de entrar en el recinto escolar, se dirigió al aula casi vacía. Se sintió aliviado al comprobar que ninguno de los cuatro individuos que había identificado como un riesgo potencial estaba presente. Tomó asiento y observó la actividad fuera de la ventana. Su lugar estaba en la fila central, directamente junto a la ventana. Takigawa estaba situado en la última fila, Basara ocupaba una posición más central, Yuki estaba sentada delante de Naruto, y Mio estaba dos lugares detrás de él.

Naruto - El ermitaño jubiladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora