La noche era fría, oscura y parecía eterna: el escenario perfecto para una emboscada. Por suerte para ellos, el encapuchado había perdido interés en investigar a Niko durante esos días. Su atención estaba completamente absorbida por su último gran invento.
Había logrado crear una máquina capaz de concentrar la magia en una sustancia viscosa para su beneficio. Ahora, había superado ese logro con un aparato aún más ambicioso: un rastreador de magia. No importaba cuán lejos estuviera del país, aquel dispositivo podía encontrar cualquier rastro mágico.
Encendió el aparato, y la pequeña pantalla verde comenzó a parpadear mientras procesaba la búsqueda. Al principio, no detectó nada. Pero después de unos segundos, un punto apareció en la pantalla, acompañado por un leve sonido, como el eco de un sonar submarino. La señal indicaba una gran concentración de magia enterrada en algún lugar del país.
-¡Es ese! ¡Está aquí, en este maldito lugar! -exclamó el encapuchado, extasiado, en la profundidad de su cueva.
Para su sorpresa, este lugar resultó ser donde había caído su cristal, arrojado tiempo atrás por su hijo Dimitri. Era como si el destino se estuviera burlando de las personas de este mundo. Solo tenía que seguir rastreando la señal, y el cristal sería suyo nuevamente.
El fin del mundo estaba cerca. Dante había necesitado un ataque fulminante para derrotar a un ser supremo. Pero ahora, ¿Qué podían hacer las personas de esta época sin la espada que alguna vez destruyó el mal? Si el cristal regresaba a manos de su legítimo dueño, el futuro que Dante había asegurado para todos sería arrasado por una maldad colosal, sin precedentes.
El grupo de Niko finalmente alcanzó las colinas. Crocro fue el primero en notar el caos en el suelo: varios círculos perfectos marcaban la tierra, formando un patrón perturbador que evocaba un recuerdo oscuro. Crina y Niko habían escapado de "Black Sabbath" tiempo atrás, y aquel escenario parecía un eco de esa huida.
Sin embargo, no se detuvieron a considerar una posibilidad crucial: Cronio aún podría estar rondando por ahí.
Para su mala fortuna, ese era precisamente el caso. Cronio vigilaba aquel bosque frondoso como un guardián implacable, asegurándose de que nada ni nadie cruzara sus límites. Al ver al grupo de cinco acercándose, los analizó cuidadosamente desde las sombras.
Cinco contra uno. No era una proporción favorable, ni siquiera para él. Aunque Crocro, Crina y, aparentemente, Noc no poseían habilidades terbewu, Niko era una amenaza considerable. Cronio sabía que debía separarlos y acabar rápidamente con el niño. Activar su terbewu en ese momento sería un riesgo, ya que Mariah sería capaz de detectarlo al instante.
Quizá podría eliminar a Crina, quien carecía de una habilidad terbewu, o incluso a esa extraña criatura cactus que los acompañaba. Pero su verdadero objetivo, toda su atención, estaba puesta en Niko. Ese maldito niño. Por el momento, Cronio decidió dejarlos entrar. Necesitaba informar a su maestro sobre la situación. Se alejó rápidamente, tomando un atajo secreto que lo condujo a la gran cueva, la base de operaciones de aquel encapuchado maldito. Con una velocidad sorprendente, llegó en tiempo récord, dejando al grupo de Niko muy atrás.
-¡Maestro! -exclamó Cronio al entrar.
-¿Qué quieres? ¿No ves que acabo de lograr el mayor hito de mi existencia? -respondió el encapuchado con desdén, sosteniendo un instrumento reluciente en sus manos.
-Maestro, ¡esto es urgente! Están aquí. Mariah y el mocoso están con ellos. Seguro ella les contó dónde estábamos. Parece que quieren emboscarnos.
El encapuchado lo miró con frialdad antes de preguntar:
-¿Y qué haces aquí?
-¿Eh?
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Cross Odyssey parte 2: Hijo de Hombre
General Fictionen el Año de 1970, Luego de los acontecimientos de la parte 1, Un niño de 11 años, Niko Cruz, quien a perdido la memoria, Tendrá de Vivir Una nueva odisea Junto a sus amigos, siendo perseguidos nuevamente por el encapuchado y Con nuevas Habilidades...